La educación villaclareña despide el año con la ubicación laboral de la totalidad de los estudiantes graduados para la educación especial.
Una modalidad que tiene la noble misión de desarrollar diversas habilidades en favor de mejorar la calidad de vida y, sobre todo, garantizar los derechos de inclusión social.
Ello se inscribe entre las líneas estratégicas de desarrollo social sostenible apoyadas por el Citma como una forma de enseñar, a partir de los recursos necesarios y las particularidades que requiere cada caso, por lo que impera el desarrollo de la creatividad para enriquecer el proceso docente educativo.
Es objetivo, además, desarrollar las capacidades intelectuales para que sean capaces de solucionar las problemáticas de la cotidianidad en la medida de sus posibilidades.
En otro orden, el sector educacional villaclareño, no exento de serias limitaciones en el período, asociadas a las propias coyunturas del país, incrementa en 107 estudiantes los incorporados a carreras del perfil pedagógico del nivel medio en las especialidades de maestro primario, los encargados de la primera infancia, y la propia educación especial.
También, el 98.33 % de la matrícula de los alumnos vinculados a la Escuela Pedagógica Manuel Ascunce Domenech participan en actividades diseñadas en el currículo institucional como principal instrumento de gestión pedagógica que orienta y norma la práctica educativa del centro formativo.