La Comisión Nacional del Plan Turquino recorrió comunidades y apreció las transformaciones productivas en la ganadería, los cafetales y la siembra de alimentos.
Santiago Pérez Castellanos, a la izquierda, ratificó la urgencia de las entidades estatales de asumir producciones de miel de abeja y carbón vegetal para ampliar sus ingresos monetarios con vistas a adquirir insumos y tecnología agrícola. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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09 Febrero 2024
09 Febrero 2024
hace 9 meses
Los impostergables incrementos de producciones agropecuarias relacionadas con el desarrollo económico-social de la serranía villaclareña quedaron constatados con el propósito de trazar estrategias de trabajo y multiplicar experiencias en los 54 territorios del país con similares características rurales.
El jueves, durante un recorrido de la Comisión Nacional del Plan Turquino por diferentes asentamientos del lomerío de Manicaragua, se apreciaron avances en la producción ganadera y cafetalera, y quedaron señaladas las labores para el fomento de cultivos varios y otros renglones agropecuarios.
Santiago Pérez Castellanos, jefe del Departamento de Atención al Plan Turquino en el Ministerio de la Agricultura (Minag), precisó en el módulo pecuario Hanabanilla, perteneciente a la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Mártires del Escambray, la necesidad de multiplicar los acopios lecheros, la explotación apícola, así como la avicultura y la crianza de ganado menor para garantizar los autoabastecimientos de las comunidades serranas.
Allí prevén incorporar tres hectáreas a la siembra de cafetos, y «sería bueno que adicionaran apiarios y la extracción de carbón vegetal y miel con sus derivados, por la garantía de mercados foráneos, lo cual posibilitaría otros ingresos monetarios a los colectivos laborales», indicó.
Esa UBPC, una de las mejores de su tipo en Manicaragua, logró el pasado año 199 000 litros de leche con destino a la industria y entregó 34 toneladas de carne de res a los mataderos, cifra última por debajo de las posibilidades, admitió Osvaldo Rouco Escalante, al frente de la entidad.
El mejoramiento genético de la masa animal, a partir de la inseminación artificial, así como una excelente tasa de natalidad, tienden a consolidar las perspectivas de los avances productivos. No obstante, adicionar las acciones recomendadas dejaría otros ingresos para invertir en las 1390 hectáreas de patrimonio agrícola de esa unidad serrana.
También la finca El Roble, asistida por el joven ganadero Osleimy Rouco Hernández, en Pueblo Viejo, demuestra cuánto se puede hacer en 42 cuartones ubicados en 60 hectáreas, sitio que dispone de unas 120 reses —fundamentalmente animales en desarrollo—, y donde se obtuvieron el pasado año más de 32 000 litros de leche, volumen que detuvo la importación de una parte del lácteo en polvo y abasteció bodegas cercanas a esa comunidad.
En zonas de La Herradura la comitiva, integrada por secretarios de 11 provincias cubanas con programas de desarrollo económico-social del Plan Turquino, se visitó la Casita Infantil atendida por la UBPC de esa comunidad, una de las mejores de su tipo en el país en los acopios cafetaleros, de semilla certificada, así como en la aplicación de la ciencia y la técnica en el manejo de las plantaciones agroforestales.
El centro de asistencia educativa, nombrado Retoños del Turquino, tiene capacidad para acoger 30 niños, y en la actualidad dispone de una matrícula de 18 infantes, hasta el sexto año de vida; hecho que favorece el empleo de fuerza femenina en las labores agropecuarias.
Modesto Robaina Pérez, el administrador de la UBPC desde 2001, habló con entusiasmo de los incrementos de la producción cafetalera a partir de la aplicación de ciencia y técnica en las plantaciones y de los vínculos de trabajo con la Estación Experimental Agroforestal de Jibacoa, instalación rectora de las investigaciones de laboratorio y de campo desde el centro hasta el occidente del país.
«Estamos acostumbrados a ver fantasmas, pero las altas producciones las tendremos en corto tiempo», manifestó, a la vez que mostraba una hectárea de antiguos cafetales con 18 años de edad y ahora sujetos a cambios de copa con injertos de variedad Robusta de cultivares vietnamitas. «Antes los rendimientos eran mínimos, y ahora con el mejoramiento de las plantaciones, adecuación de medidas de suelo —materia orgánica, barreras vivas y tranques para evitar la erosión, y regulación de sombra—, en dos años tendremos otra vez cerezas y los volúmenes de acopio serán mayores».
«Todo lleva esfuerzo, incluida la reposición de plantas allí donde faltan, y de las 146 ha en campos, ya tenemos 112 sembradas con la variedad Robusta —66 en desarrollo y 33 en transformación—, y garantizamos la semilla genética, de tipo certificada, para fomentos agrícolas que se impulsan en Trinidad, Pinar del Río y la Isla de la Juventud», acotó.
Los rendimientos allí todavía distan de los potenciales deseados, pero en la actualidad, con el aprovechamiento de la madera casi pagan las inversiones que acometen en una hectárea de renovación, y hasta edifican casas rústicas en las fincas y en predios de Manicaragua, con el propósito de acentuar la fuerza agrícola de esa entidad, ejemplo de transformaciones cafetaleras en el país.
Al término del recorrido por la serranía villaclareña, los integrantes de la Comisión Nacional del Plan Turquino efectuaron un encuentro con cosecheros asociados a diferentes formas productivas, y se llegó a consenso en revertir los bajos rendimientos cafetaleros a partir de volúmenes de acopio que rebasen las 560 toneladas de cerezas.
El criterio aprobado por experimentados campesinos, entre los que destacan intervenciones formuladas por Genaro Rafael González Baltrón, Marcial Fuentes González y Manuel González Betancourt, asociados a la Cooperativa de Créditos y Servicios Ignacio Pérez Ríos, demostró que la cifra anunciada, con el manejo agroecológico de los campos y la aplicación de ciencia y técnica —a pesar de las adversidades del cambio climático en la región, con índices inferiores de lluvias y altas temperaturas en relación con otras épocas—, puede convertirse en realidad con el concurso de todos los implicados en las transformaciones de la serranía cubana.
Durante la mañana del viernes está prevista la discusión de las tareas a implementar y los acuerdos de la visita a la serranía villaclareña.