«Todavía hay personas que creen en el Partido y eso hay que cuidarlo». La afirmación, emanada de la opinión del pueblo, guió esta jornada de viernes en Camajuaní, que incluyó la visita del primer secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda, a una casa de cultivo de posturas, un organopónico y una empacadora, más el intercambio con autoridades del municipio y de la provincia.
El segundo ciclo de visitas que realizan este año por todo el país tiene como objetivos estrechar el vínculo con el pueblo y sus representantes locales, y conocer las dificultades que afrontan varios centros de la producción y los servicios en su gestión, para proyectar soluciones a la altura de las demandas populares.
Las pérdidas que afronta la Finca de Semilla Gámica, perteneciente a la Agricultura Urbana, y la tardanza de la puesta en marcha del sistema de riego; la urgencia de mantener la estabilidad en las producciones de especias y hortalizas y restablecer la buena imagen que caracterizó en años anteriores al organopónico Independencia —a pesar de la escasez de agua y materia orgánica—, el frecuente robo, tanto de posturas como de cultivos listos para la comercialización, y la falta de materias primas que limita las producciones de la empacadora Álamo, de la Empresa Cárnica de Villa Clara, motivaron el análisis crítico.
Luego del periplo tuvo lugar un encuentro para dialogar sobre los indicadores socioeconómicos del territorio al cierre del 2023, los resultados de la supervisión realizada al Comité Municipal del Partido, y las prioridades de trabajo para el presente año.
«En Camajuaní, como en toda Villa Clara, hay personas que se levantan cada día a dar lo mejor de sí», afirmó Morales Ojeda para hacer referencia a las potencialidades del municipio.
El secretario de Organización del Comité Central se refirió al aseguramiento político que debe dar el Partido a todas las actividades socioeconómicas en los territorios, la necesaria ejemplaridad de la militancia y los cuadros, el permanente vínculo con el pueblo y las organizaciones de base, la urgencia de realizar análisis profundos y acciones efectivas para resolver los problemas, elevar el bienestar y la calidad de vida de la población y su confianza en la Revolución.
Por su parte, el presidente cubano ratificó la exigencia de generalizar las buenas experiencias, la importancia de que el buen funcionamiento de la vida interna del Partido se refleje en su proyección externa, que la rendición de cuentas de los militantes encuentre una contraparte crítica —sobre todo, si se trata de cuadros administrativos—, que el enfrentamiento al delito y la corrupción sea más efectivo, que se fortalezca el combate ideológico en las redes sociales, y que se logre una actuación coherente sobre desviaciones, tendencias negativas y comportamientos inadecuados existente en la sociedad.
Entre las prioridades socioeconómicas señaló el incremento de la oferta de bienes y servicios, el control de los precios, la entrega de tierras ociosas, el autoabastecimiento local, la zafra azucarera, la bancarización, el dinamismo del sistema empresarial, el ordenamiento del Comercio Interior, las transformaciones sociales en comunidades, y la atención a personas en situación de vulnerabilidad.
«Hay que desarrollar sistemas de trabajo que rompan con la inercia, con la burocracia, con la tolerancia a lo mal hecho. Esta provincia ha sido referente en varios momentos de la historia de la Revolución, porque aquí se trabaja, se hacen las cosas bien, hay inteligencia para dar una respuesta que demuestre que estamos en capacidad de obtener resultados», concluyó.