Viaje junto a Thrinax

La palmita de Jumagua, descubierta hace un siglo, se incluye, entre otras dos palmeras, en símbolos integrados al Escudo de Armas de Villa Clara.

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Palmitas de Jumagua en los mogotes de igual nombre, en Sagua la Grande.
En el Escudo de Armas de Villa Clara aparece  la imagen que simboliza, junto a otras dos palmas,  a la Thrinax de Jumagua. (Foto: Cortesía de Milián Rodríguez Lima)
Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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21 Febrero 2024
Detalle de la palmita de Jumagua,
Detalle de la palmita de Jumagua, una planta descrita por la Ciencia hace un siglo. (Foto: Cortesía de Milián Rodríguez Lima)

Dicen que es enigmática, estrafalaria, y hasta una de las palmeras más inconfundibles del planeta. Otros la consideran una joya única y exclusiva. En ambiente propio, reside enraizada en rocas porosas de  pequeños mogotes de Jumagua, en Sagua la Grande. Tiene la virtud de ubicarse a la izquierda, como símbolo representativo, junto a otras dos palmas, en el Escudo de Armas de Villa Clara, territorio que la reconoce por su hidalguía florística.

Desde Cienfuegos, el Doctor en Ciencias Naturales Milián Rodríguez Lima, estudioso y experto en Palmeras del Caribe Insular,  insistió en  no olvidar un acontecimiento singular: el 20 de febrero del actual año se conmemora  la primera colecta universal que hizo el eminente botánico sueco Erick Leonard Ekman de la llamada Hemithrinax ekmaniana Burret, conocida usualmente por palmita de Jumagua, o Yuraguancillo, un tesoro único que existe sobre piedra caliza cárstica, al norte de la central provincia cubana.

Explica Rodríguez Lima, miembro de la Sociedad Internacional de Palmeras (IPS), que la especie, de incalculable valor paisajístico, dispuso de muestras colectadas por Leonard Ekman en depósitos del Herbario Linneo del Museo Botánico de Estocolmo, así como en la institución homóloga del Jardín Botánico de Gotemburgo, en Suecia. La última, refirió, quedó destruida durante los estragos bélicos de la Segunda Guerra Mundial.

Tal es la trascendencia de la original palmera de Jumagua que hay ejemplares en el Jardín Botánico de Nueva York. Cuatro años después del descubrimiento de Leonard Ekman, en 1929, el botánico alemán Karl Ewald Maximilian Burret, describió y publicó datos relacionados con la planta. La rarísima especie quedó situada en el género Hemithrinax, y la designó con el epíteto ekmaniana, en honor al primer colector, Leonard Ekman.

Doctor en Ciencias Naturales Milián Rodríguez Lima, estudioso y experto en Palmeras del Caribe Insular.
El Doctor en Ciencias Naturales Milián Rodríguez Limadurante un repaso de textos dedicados a especies de palmas. (Foto: Luis Machado Ordetx)

El investigador francés Joseph Sylvestre Sauget, Hermano León en el ámbito científico, también colectó la planta en 1940, y en la tarjeta de herbario escribió: «Caguaguas-Sagua la Grande, poblado al este de Jumagua». Un año después rectificó datos: «Mogotes de la Jumagua». Aclaró Milián Lima que, según el botánico Carlo Morici, la palmita está calificada como «[…] la más xeromórfica de todas las Thrinax (actualmente Hemithrinax), con troncos muy delgados, hojas en forma de cuña y semillas muy pequeñas».

«Es, no dudarlo, un símbolo para Sagua la Grande y  Villa Clara. Al género pertenecen, además, otros tres taxones: H. compacta, H. rivularis var. rivularis y H. rivularis var. savanarum, ubicadas en pequeñas relictos del oriente cubano. El género Hemithrinax es considerado endémico de nuestro país», precisó Milián Lima.

En su apariencia, la Princesa de los Mogotes de Jumagua —Joya del Patrimonio Florístico Mundial—, constituye una «palma inerme, solitaria, de tronco liso, erecto, de 5-7 metros de altura, así como de 6,4-7,6 centímetros de diámetro basal y libre de vainas foliares. Tiene una corona densa y forma oval por la permanencia de las hojas secas en  períodos de tiempo breves.

«La vaina del peciolo es de 18-22 centímetros de largo, con un ancho basal de 13-15 cm. La parte basal hendida tiene 14,1-17,8 cm  y  otros 10 de ancho al unirse. Dispone de una lámina rígida —de cuneada a ampliamente cuneada—, con 50 cm de diámetro, y es verde pálido opaco adaxial y verde blancuzco-ceroso abaxial.

La palmita de Jumagua, según colección de estudios de investigación.
La palmita de Jumagua, según colección de estudios de investigación. (Foto: Cortesía de Milián Rodríguez Lima)

«La inflorescencia interfoliar, de 60-80 cm de largo, despunta  ligeramente de la parte foliar. Sus flores son solitarias, sésiles, blanquecinas y bractéolas nulas. Tiene un fruto globoso, sentado sobre un subtubérculo —de color amarillo a cremoso en la madurez—, y posee 4,5-5 mm de diámetro», recalcó.

El investigador cienfueguero, quien en sus pesquisas  tiene recorridos por todo el país y otras regiones del mundo, detalló que el área natural de distribución de la palmita de Jumagua es exclusiva de los farallones del norte y las cimas del mogote 4 —ubicado al este de la Cueva del Agua—, así como de los mogotes 6 y 7 —al oeste del Abra—,  sitios de mayor altura.

«Dentro del Complejo de Vegetación de Mogotes de Jumagua, la  altura oscila entre 20,2 y 86,8 metros sobre el nivel del mar, a una distancia de 16 kilómetros de la costa norte de Sagua la Grande, un área con influencia de los vientos, y un régimen estacional seco, en el cual predomina el xerofitismo y las palmas crecen en condiciones de extrema sequía y exposiciones directas al  sol. El sustrato sobre el cual habita la especie es un húmico carcimórfico (rendzina negra), y allí entre la flora acompañante están el  Agave legreliana Jacobi (magüey) y Tabebuia saxicola Britton (roble enano), así como el Capparis grisebachii Eichler (Alcaparro), Capparisdo mingensis (Eichler) R. Rankin (Mostacilla), Forestiera segregata (Jacq.) Krug & Urb (yanilla blanca), Guapira discolor (Spreng.) Little (Barrehorno), Hybanthus havanensis Jacq. (Hierba de San Martín), Hyperbaena racemosa Urb (Chicharon), Malpighia pallens Small (Palo Bronco), Picramnia pentandra Sw (Aguedita), Pseudocarpidium ilicifolium (A. Rich.) Millsp (Granadillo), Mammillaria prolifera (Mill.) Haw  (Nopalillo), Sideroxylon foetidissimum Jacq (jacuma), Tabebuia myrtifolia (Griseb.) Britton (roblecito), Pilea microphylla (L.) Liebm (Frescura),Trichostigma octandrum (L.) H. Walter (Guaniquiqui), Amphilophium lactiflorum (Vahl) L.G. Lohmann (Bejuco Culebra), Acacia tenuifolia (L.) Willd (Tocino), Acacia maschalocephala Griseb, Tillandsiare curvata L. (Gallinita), Asplenium dentatum L. (Doradilla), en lo fundamental».

Doctor en Ciencias Naturales Milián Rodríguez Lima en trabajo de campo.
El investigador en sesiones de campo en los Mogotes de Jumagua, en Sagua la Grande. (Foto: Cortesía de Milian Rodríguez Lima)

La palmita de Jumagua, señaló Rodríguez Lima, llega a alcanzar los cinco siglos de vida, y su crecimiento es de apenas 1,24 centímetros por año.

¿Y de colecciones existentes en otras instalaciones especializadas en estudios de la flora nacional?, pregunto al Experto en Palmeras del Caribe Insular.

Hay muestras en el Jardín Botánico Nacional, en Cienfuegos, la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, y en Las Tunas. En el extranjero existe presencia en el Jardín Botánico Pietro Castelli de la Universidad de Mesina, en Sicilia, así como en el Palmetum de Santa Cruz de Tenerife, el Ventura County Community College District California, y el Montgomery Botanical Center Florida y Fairchild Tropical Botanic Garden Florida, radicados los tres últimos en Estados Unidos.

La enigmática planta de Jumagua, ubicada a unos dos kilómetros al este de Sagua la Grande, descubierta hace un siglo por Leonard Ekman, sigue llamando la atención de investigadores del mundo. En abril de 2016 Donald  Robert  Hodel, botánico de palmeras, dedicó  horas de estudio en una visita que hizo a los Mogotes.  Por su porte, follaje y valor ornamental puede emplearse en la jardinería nacional, indicó Rodríguez Lima.

Ejemplares de palmita de Jumagua.
Hemithrinax ekmaniana Burret también dispone de ejemplares en instituciones científicas cubanas. (Foto: Cortesía de Milián Rodríguez Lima)

«En la actualidad se cultiva en algunos viveros y jardines privados del Sur de la  Florida y en patios de  Sagua la Grande. De ahí que, desde el punto de vista estético-escénico y fito-geográfico, por su belleza insuperable e inserción en el eco-paisaje, tiene una imagen notable en el patrimonio florístico mundial.

«En las diferentes especies que conforman el Complejo de Vegetación de Mogotes de Jumagua hemos comprobado cómo la palmera facilita el  establecimiento de relaciones bióticas, y la fauna silvestre que habita en el lugar completa su ciclo de vida. También actúa en la fijación de carbono, la exportación de nutrientes y la resiliencia de las cadenas tróficas eco-sistemáticas. Son muchos los aportes, y se puede circunscribir, además, el contexto sociocultural, de educación comunitaria y fomento del turismo de naturaleza», destacó.

La Princesa de los Mogotes de Jumagua, como la nombra Rodríguez Lima, Vulnerable, entre su categoría de amenaza, se aparece en un programa de conservación que permite reintroducir otros ejemplares ya establecidos.

Junto al investigador cienfueguero, en el año del centenario del descubrimiento científico de la Thrinax, como coloquialmente nombran a la palmita de Jumagua,  se traza un recorrido botánico, del porqué una rareza, estrafalaria y también insospechada planta, enaltece a la flora nacional y en particular a los predios sagüeros, y de Villa Clara, como atributo indomable, al paso del tiempo, de nuestra Historia y Cultura singular.

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