Luego de la nota informativa recientemente divulgada por el Noticiero Nacional de Televisión, donde fueron anunciadas las afectaciones relacionadas con el pan de la canasta básica y el consumo social, debido al déficit de harina de trigo, en Villa Clara se buscan alternativas para paliar tal problema.
Sobre las estrategias emprendidas, Odel Dueñas Ruiz, director de la Empresa Provincial Productora de Alimentos (EPPA), informó a Vanguardia que desde el 27 de febrero restablecieron una producción mínima del alimento, a partir del arribo a la provincia de unas cinco toneladas de harina para el consumo social, cifra que no garantiza toda la producción dirigida a la canasta básica.
Expresó que, de conjunto con la dirección del Gobierno Provincial, se llegó al consenso de proteger a los sectores más vulnerables, en este caso, los niños de uno a 13 años, que ya reciben la cuota de pan correspondiente, así como las embarazadas.
Explicó que los directores municipales de la EPPA evalúan el estudio de comunidades de difícil acceso para aplicar variantes todavía por definir. Allí se prevé distribuir un paquete de galletas por niño en las edades antes mencionadas, y ayudar a su distribución dadas las limitaciones con el combustible y el transporte. Se procede, además, a la revisión de su precio, para que sea lo más económico posible.
Asimismo, se garantizará el pan de los círculos infantiles, la merienda escolar, los hogares maternos y de ancianos, hospitales, banco de sangre, y los psiquiátricos de Corralillo, Placetas y Santa Clara, en correspondencia con la materia prima en existencia, procedente del Molino de la UEB de Cereales de Cienfuegos, entre otros suministros.
El funcionario destacó que se realiza una evaluación constante de esta situación —desde la planificación del transporte para el traslado de la materia prima desde la Perla del Sur hacia la provincia, hasta la cadena de distribución, producción y comercialización—, y se trabaja en los atrasos en la elaboración del pan.
Dueñas Ruiz enfatizó que desde un primer momento trabajan conjuntamente con las formas de gestión no estatal para mantener una oferta de pan liberado dirigido a la población.
Sobre el empleo de extensores, fundamentalmente a partir de la yuca procedente del sistema de la Agricultura, dijo que desde el 10 de febrero incorporan esta práctica, usada en otros países, al pan de la canasta básica, siempre velando por la calidad del producto final.
El funcionario afirmó que mantienen un chequeo constante del tema, hasta tanto se logre revertir la actual situación, que, como se anunció, permanecerá durante el mes de marzo.