La Casita Infantil Amiguitos de la Ciencia, de la Universidad Médicas de Villa Clara fue inaugurada el 7 de marzo de 1994, por la heroína del Moncada Melba Hernández. Constituye la más antigua de su tipo en el país, y se ha mantenido durante 30 años brindando servicio ininterrumpido a las madres de la institución.
Recibieron el reconocimiento por la hermosa y difícil labor de cuidar y educar a la primera infancia, dos fundadoras que se mantienen activas, la directora Leticia Díaz Paret y Mileidis Escamilla González. «Durante estas tres décadas hemos sido un colectivo de trabajo magnífico, caracterizado por el amor y la preparación metodológica; somos una gran familia que se ha beneficiado del apoyo constante de El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el colectivo de padres y la Universidad de Ciencias Médicas» aseguró Díaz Paret.
El centro educativo cuenta con una matrícula de 18 infantes y se encuentra remozado tras una reparación capital y una donación de la UNICEF de mobiliario escolar y equipos electrodomésticos. Abrió sus puertas en uno de los años más difíciles del período especial, como saludo al día de la mujer y en respuesta al déficit de capacidades en los círculos infantiles.
En nombre de las madres que se han beneficiado del servicio de la casita Infantil Amiguitos de la Ciencia, la joven Sailí Rodríguez agradeció el trabajo y la dedicación del colectivo de labor en el cuidado y atención pedagógica de los niños y por la la empatía y el cariño que reina a la hora de realizar las diversas actividades.
Presidieron el acto, el Dr. C Calixto Orozco Muñoz, rector de la Universidad, la MSc. Noris Moreno Camacho, secretaria del Buró Especial de la Universidad y Mabel Rodríguez Montero, metodóloga provincial de la Primera Infancia.
En Villa Clara brindan servicio actualmente 18 casitas infantiles, 11 del Ministerio de Educación y siete de otros organismos que buscan satisfacer la integración plena a su puesto de labor de sus féminas trabajadoras, padres o tutores. Esta variante de la atención educativa de la primera infancia, en la modalidad institucional, cobra vigor en entidades que, a partir de sus condiciones económicas y materiales, puedan destinar fondos para su apertura, mantenimiento y sostenibilidad.