La Dra. María del Carmen Velasco Gómez, delegada territorial del Citma, insistió en la importancia de los proyectos de innovación en programas territoriales. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
@riciber91
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19 Marzo 2024
19 Marzo 2024
hace 8 meses
En una era marcada por fluctuaciones laborales, migraciones continuas y carencias de todo tipo, existen personas que se imponen a los durísimos momentos, y ponen sus pensamientos y acciones a favor de Villa Clara y de Cuba.
Muchos lo han hecho a través de los años en el Polo Científico Productivo (PCP), con 32 años de creado, y nada mejor que un período de recuento para reconocer a dos de sus fundadores: los doctores Nilo Castañedo Cancio y María de los Ángeles Bofill Cárdenas, quienes durante la sesión recibieron el sello 65 Aniversario de la Batalla de Santa Clara, aprobado por el Consejo Provincial del Poder Popular.
Durante el intercambio, se dio la bienvenida a un nuevo grupo vinculado al Turismo, cuyo representante es Carlos Cristóbal Martínez Martínez, director del Centro de Estudios Turísticos de la Universidad Central «Marta Abreu»" de Las Villas.
Ya suman nueve los integrantes, al de Producción de Alimentos, Agroindustria Azucarera, Energía, Informatización y Automatización, Industria, Enfrentamiento al Cambio Climático, Salud, junto al Consejo Provincial de las Ciencias Sociales y Humanísticas.
Al repasar algunos detalles, la Dra. María del Carmen Velasco Gómez, delegada territorial del Citma, insistió en la importancia de los proyectos de innovación enfocados en programas territoriales, que están por debajo del 70 %, en tanto los destinados al desarrollo local logran un 66 %.
Hay retos que, de acuerdo con las coyunturas actuales, deben aparecen en la agenda diaria de los funcionarios, ya que a través de diferentes recorridos y otras formas de intercambio no se logra a plenitud que los municipios identifiquen con claridad los problemas que afectan.
Se necesita mucha preparación para incrementar las capacidades de gestión de las administraciones locales ante esta realidad, en función de potenciar la aplicación del Sistema de Programas y Proyectos, con énfasis en los que aporten innovación y tributen resultados concretos al desarrollo de la provincia y de cada territorio.
En plenario
Con la asistencia de Osnay Miguel Colina Rodríguez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Villa Clara; Milaxy Sánchez Armas, vicegobernadora del territorio; Serguey Martín Guerra, miembro del Buró Provincial del Partido, y Yaritza Moya Caballero, secretaria del Consejo del Gobierno, se expusieron realidades y asuntos que afectan la marcha de las intenciones.
Raciel Lima Orozco, al frente del grupo de Producción de Alimentos, no se cansa de abordar las inquietudes de la población en torno a la comercialización y distribución de alimentos —ahora agravada por esos precios que suben en cuestión de horas—, por ello instó al control y chequeo a fin de rescatar el programa de las mil hectáreas de chícharos, que no fue posible lograr en la etapa anterior.
«Es imprescindible una mirada a las minindustrias que utilizan la harina energética vinculada al trigo y al sorgo, sin descuidar la producción de aceite, a la vez que no puede minimizarse la siembra de café en el llano y la atención a los cítricos, con un buen incentivo a partir de la reconquista del polo de Remedios.
Osmani Expósito, por la Agroindustria Azucarera, hace evidente una mayor preparación de los productores con vistas a aplicar alternativas que sustituyan importaciones de fertilizantes y herbicidas.
Subrayó la introducción de siete nuevos cultivares de caña de azúcar en una provincia que dejó de ser, desde hace años, la reina de la zafra en el país e insta a sus diez empresas azucareras a que sus equipos de dirección activen el pensamiento para influir en el plan de la economía a partir de proyectos y otras iniciativas.
Si de informatización y automatización se trata, Yanet Rodríguez Sarabia dedicó parte de su intervención a la capacitación.
A su modo de ver, resulta de primer orden vincular el sector energético con la inteligencia artificial, en función de las fuentes de energía fotovoltaicas, sin excluir las miras exportables.
En este sentido, existen algunas experiencias con la Universidad Médica de Villa Clara, mientras continúa la alianza en otros aspectos con el Parque Científico-Tecnológico de corte industrial.
Sin que llegue a la perfección, Salud ha contribuido al fortalecimiento y perfeccionamiento de la atención primaria de salud y el Programa de Atención Materno-Infantil (PAMI), según consideraciones de Arnaldo Meneses Oramas, del grupo de la rama.
Existen investigaciones conjuntas y convenios con Labiofam, mientras la Universidad de Ciencias Médicas (UCM) y el Centro Provincial de Meteorología rubricaron su intercambio dirigido a la investigación, el uso de datos y publicaciones científicas como parte de la línea provincial de Salud y Medio Ambiente.
Meneses Oramas se refirió a los proyectos engavetados, algo inadmisible si se tiene en cuenta que la mayoría están dirigidos al bienestar social.
En la etapa, el sector presenta 143 generalizaciones y 53 servicios científico-técnicos, tanto docentes como asistenciales, que están dentro de la gestión de las instituciones de la Salud en el territorio.
Como parte del grupo de Turismo, Carlos Cristóbal Martínez Martínez recordó que el grupo multidisciplinario en esta esfera surgió en décadas pasadas gracias al Dr. José Luis García Cuevas, ya fallecido, con su mirada de avanzada para el desarrollo de investigaciones y otros aspectos como científico y rector de la UCLV.
Subrayó el aporte significativo del Centro de Capacitación para la rama en la materialización de los objetivos, y ponderó lo útil de articular con el resto de los grupos del PCP, valorar las potencialidades municipales e identificar sus fortalezas para borrar los clásicos conceptos —muchos erróneos— que han acompañado a la industria a lo largo del tiempo.
Y cómo no aprovechar ese potencial que tiene la provincia, que es el tercer polo turístico en el país en habitaciones y dispone del aeropuerto internacional Abel Santamaría, en idéntica posición por la cantidad de vuelos y pasajeros que recibe la terminal.
La Sociedad Interfaz de Ciencia y Tecnología (Sicte S. A.), de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, escribe hace caminos no exentos de contratiempos, logra 137 contratos y cuenta con otros proyectos firmados que no excluyen la urgente exportación.
Para Gilberto Quevedo Sotolongo, su máximo representante, resulta impostergable la reconceptualización de las funciones del PCP y los programas de ciencia y tecnología de acuerdo con las realidades actuales de Cuba.
No deja de argumentar la realidad de las exportaciones ante un panorama complejo, aunque se insiste en hacer todo lo posible para lograrlas y no es ínfimo lo alcanzado por la Sicte S. A. desde su creación.
Muy ligado con la temática está Fernando Martirena Hernández, del Centro de Investigación y Desarrollo de Estructuras y Materiales (Cidem), perteneciente a la UCLV. El colectivo, de sólo 14 integrantes, logró el pasado año 79 000 dólares por la producción de cemento de bajo carbono, con reconocido aval internacional.
«Las trabas y el burocratismo para realizar las exportaciones nos afectan y son múltiples, desde tramitaciones engorrosas hasta detalles de embalaje», subrayó.
Cabe entonces la pregunta: ¿Un país que insiste en exportar no tiene en cuenta estas situaciones a favor de resolverlas?
En los planes hay previsto un monto considerable de dólares para el actual año, y a veces «chocamos con paredes», dijo Martirena, cuando una parte de lo recaudado es donado a programas sociales.
Algunas reflexiones
Para Osnay Miguel Colina Rodríguez, no se pueden perder de vista poderosas razones. Debe interiorizarse que los proyectos de desarrollo local y otras modalidades ayudan a transformar el sector organizacional y a lograr la gestión de Gobierno con ciencia e innovación.
También consideró que Villa Clara tiene condiciones para avanzar en la informatización de la sociedad, al resultar una plaza del conocimiento.
Llamó la atención a esos directivos que no son capaces de incorporar las amplias posibilidades brindadas por la ciencia a su sistema de dirección, y ello va en detrimento de los beneficios dirigidos a la ciudadanía.
Y dedicó tiempo a esos comités técnicos asesores (CTA) que no aplican ni recurren a las potencialidades de sus expertos internos y externos, que tanto pensamiento puede aportar.
Ante el actual escenario, consideró oportuno acelerar ese camino en busca de soluciones, por lo que cerró con una idea medular: «Más que hablar, lograr resultados».