El anhelo prolongado de los pobladores villaclareños de contar con un salón de espera para los familiares mientras aguardan la llegada del nuevo integrante de su núcleo, se convierte en realidad con el local que ya se edifica en el hospital ginecobstétrico Mariana Grajales, de la capital territorial.
Cuando ya esté lista el área dotada del confort necesario, se eliminará la estancia en los alrededores de la institución y muchas veces a la intemperie.
Paralelamente trabajan en la terminación de un almacén de víveres y misceláneas, a un costo de 9.8 millones de pesos en su totalidad, según informó el arquitecto Mario Llanes Sarduy, jefe del Departamento de Inversiones de la Dirección General de Salud.
La restauración integral y paulatina del principal centro materno-infantil de la provincia comenzó en 2021, a cargo de diversas empresas constructivas y el aporte de mipymes, que, de conjunto, han contribuido a mejorar una instalación con más de seis décadas de existencia.
Ya se han intervenido unos 20 objetos, que incluyen toda el área de consulta externa, el servicio de Reproducción Asistida, la Terapia Intensiva para la atención a madres en estado crítico, el Laboratorio Clínico, salas de la institución, un aula teatro y la planta de producción de oxígeno, que genera 144 botellas por día, por citar algunas.
En el Pediátrico villaclareño
El chequeo de obras de Salud, encabezado por Noel Chinea Pérez, coordinador de Programas y Objetivos en el Gobierno Provincial, también incluyó el hospital pediátrico universitario José Luis Miranda, donde trascendió que se labora en el cubículo dedicado a la atención de infantes portadores de fibrosis quística (FQ) o trastorno que afecta los pulmones y el sistema digestivo.
Por otra parte, una brigada de Turismo ejecuta el segmento de Neurología, ya en fase final, a partir de una donación, y al decir del Dr. Oscar Armando Fernández Alegret, director de la institución, «se trata de mejorar el mobiliario clínico y no clínico para lograr la armonía estética y funcional de sus 25 camas».
Estas capacidades serán compartidas con la especialidad de Neurocirugía y una pequeña sala para el seguimiento posquirúrgico de los niños operados, dotada de las comodidades requeridas.
Vuelve a reiterarse el problema de las filtraciones con una red hidrosanitaria en pésimas condiciones, propia de una edificación que posee 63 años, y que sigue en la mira de las posibles soluciones, a pesar de su compleja realidad.
Remodelaciones en el «Celestino Hernández»
Luego de una primera etapa de reestructuración en el Cuerpo de Guardia del hospital oncológico universitario territorial Celestino Hernández Robau, se acomete el resto de los objetos, que incluyen el Laboratorio Clínico, Rayos X, la sección de Enfermería, el Cuerpo de Guardia de Medicina y una dependencia para la realización de ciertos tipos de curas.
Según el director, el Dr. Manuel Toboso Alcántara, están presentes otras áreas y departamentos, como el de Medicina Nuclear, que lleva tres años cerrado, al igual que dos salas de Oncología paralizadas en estos momentos, sin descuidar las secciones de Medicina, que asume determinadas especialidades vinculadas a la Cardiología y la propia Oncología.
Sale a relucir de nuevo el problema de las filtraciones y las redes hidrosanitarias, en un edificio centenario sobre el que pesan los años.
Varias entidades constructoras acometen las acciones en instituciones de Salud; entre ellas, la Constructora del Centro, la de Construcción y Montaje UEB-1, la Empresa de Servicios de Ingeniería, y la cooperación de algunas micros, pequeñas y medianas entidades que contribuyen, en estos casos, a cambiar el estado de deterioro provocado por el tiempo.