La idea de dotar a la fábrica de la novedosa tecnología comenzó en el año 2015, cuando, luego de la realización de varios estudios, se decidió instalar el emplazamiento, a cargo de los propios trabajadores.
La energía producida por los paneles solares fotovoltaicos situados en las cubiertas de cuatro naves permite a la Ronera Central autoabastecerse de energía durante las horas de mayor radiación solar. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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13 Abril 2024
13 Abril 2024
hace 7 meses
Desde hace ocho años, la Ronera Central Agustín Rodríguez Mena, en el municipio de Santo Domingo, dedicada a la producción del ron Eminente y otras marcas que prestigian a esa entidad, perteneciente a la Corporación Cuba Ron S. A., se autoabastece de la energía producida por 2752 paneles solares fotovoltaicos situados en las cubiertas de cuatro de sus naves.
La idea de dotar a la fábrica de la novedosa tecnología comenzó en el año 2015, cuando, luego de la realización de varios estudios, se decidió instalar el emplazamiento, a cargo de los propios trabajadores, después de recibir asesoría de una firma española y proceder a su puesta en marcha en mayo del 2016.
Desde entonces, la industria utiliza en sus producciones el 40 % de la energía generada en el horario de máxima radiación solar, mientras el 60 % lo aporta al Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Durante un reciente recorrido por la ronera dominicana, a cargo de un equipo de Vanguardia, su director general, Rubén Armas Díaz, ofreció declaraciones acerca de la entidad que dirige.
«El parque solar erigido aquí cuenta con una potencia de 552 kW . Es capaz de generar en el año 928 MWh, lo que significa un ahorro de 240 t de combustible anualmente y evita la emisión a la atmósfera de 785 t de CO2 ; además de aportar electricidad al SEN, como parte de nuestra responsabilidad social.
«En el 2023 recuperamos el costo de la inversión, a partir de lo recaudado a través de la comercialización de la energía a la Unión Eléctrica, con la garantía de contar con electricidad propia en tiempos de contingencia energética, cuando se impone el uso de las fuentes renovables de energías».
Armas Díaz precisó que, a pesar de estas ventajas, el parque exige la reposición de los inversores rotos a causa de las altas temperaturas o la fractura de los cristales, cuyas piezas demandan su compra en el exterior.
No obstante estos inconvenientes, cuentan con una reserva de paneles, y los activos generan la energía que necesitan; sólo requieren mantenerlos limpios con agua suave o desmineralizada —a cargo de una brigada de la entidad—, para alargar su vida útil, pues, de acuerdo con estudios de factibilidad, a los 25 años de explotación todavía estarán en condiciones de generar un 85 % de energía.
La ubicación de la tecnología en los techos de las naves crea una capa de aire entre el techo y los paneles, que incide en la disminución de la temperatura en el interior de las naves y favorece el añejamiento del aguardiente para producir un ron de calidad. Con el propósito de garantizar la iluminación en horario nocturno en las áreas exteriores y una mayor protección, cuentan con lámparas que funcionan con paneles solares.
Beneficios también para el batey del central George Washington
La Ronera Central tiene una alta responsabilidad con los habitantes del batey del central azucarero George Washington, donde está ubicada, y en consecuencia ha llevado a cabo la creación de círculos de interés con educandos para asegurar el relevo.
Con este propósito, recientemente, procedieron a la compra de 200 metros de tuberías para mejorar la conductora de agua que abastece a la comunidad, en coordinación con el Gobierno municipal.
Asimismo, aportan al autoconsumo del comedor obrero, con la siembra de boniato y vegetales en espacios de tierra libres en sus predios. La encomienda ha prendido en el colectivo, pues favorece también el consumo familiar. Este año las aspiraciones son mayores, y se propone producir arroz en media hectárea de tierra, equivalente a 2.5 toneladas del alimento, con la recogida de dos cosechas anuales.
Por ahora, los terrenos de la fábrica resultan suficientes para hacer realidad estas aspiraciones, sin descartar, más adelante, la posibilidad de solicitar otras hectáreas para hacerlas producir.
Con la mirada puesta en abril
Los primeros meses del 2024 no fueron halagüeños para la Ronera Central; sin embargo, como puntualizó su director general, con la llegada de abril iniciaron la producción del ron Eminente. En estos empeños, los 159 trabajadores tienen el compromiso de recuperar el tiempo perdido; una meta posible, al contar con una fuerza laboral altamente calificada, que conoce bien el oficio en una industria de alta tradición.
No obstante las bondades que reporta trabajar en la «Agustín Rodríguez Mena», por los altos salarios, la atención al hombre y la repartición de utilidades, la competencia en el mercado laboral suele ser baja, al encontrarse en una zona eminentemente rural.
Dentro de la corporación estatal Cuba Ron S. A., los dominicanos resultan los máximos impulsores de la exportación de rones, en especial, de la marca de ron Eminente, cuyos lotes aportaron el año pasado el 70 % de las ventas hacia el exterior.
Rubén Armas Díaz manifestó que la Ronera Central continúa siendo la Casa del Ron Cubay, al que le han nacido más hermanos, como el Eminente, el Sao Can y el Kaguama. Asimismo, son los proveedores de la marca Ron Tumbao a la Unidad Empresarial La Estancia S. A., en Sancti Spíritus, con la que mantienen un encadenamiento productivo con buenos resultados.
A pesar de estos resultados, la disminución en el 2023 de la producción de derivados de la caña de azúcar, como el alcohol, ha tenido un impacto negativo en la industria; sin embargo, con la puesta en marcha de alternativas han logrado incorporar más aguardiente a las naves, en una actividad que requiere tiempo para lograr un ron de calidad.
La fábrica posee cinco naves con más de 50 000 barriles para la maduración de los rones —algunos con más de 50 años de explotación—, como parte del patrimonio adquirido en 1972, procedente de la otrora destilería El Infierno, de Sagua la Grande. Cada uno de los barriles tiene una función específica en la etapa de añejamiento; mientras, reparan los que presentan averías, ante su alto costo en el exterior.
El uso de las energías limpias en la Ronera Central se convierte en una referencia positiva para los clientes, que favorece las ventas y eleva su reputación en el mercado internacional.
La energía producida por los paneles solares situados en las cubiertas de cuatro naves permite a la Ronera Central autoabastecerse de energía durante las horas de mayor radiación solar.