A aprovechar la riqueza del suelo, el agua, la infraestructura y las maquinarias, para extender las tierras cultivadas, elevar los rendimientos y entregar más alimentos a la población, llamó este viernes el miembro del Buró Político y vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, durante un intercambio con productores cañeros y arroceros de la provincia.
También asistieron al encuentro representantes del Grupo Empresarial Azcuba, la Empresa Agroindustrial de Granos Emilio Córdova, y autoridades del Partido, el Gobierno y la Agricultura en Villa Clara.
«A falta de recursos para la producción cañera, hay que sembrar alimentos, que constituyen una prioridad para el país», aseveró Valdés Mesa al realizar un balance de las tierras que permanecen ociosas en propiedad de Azcuba. Orientó seguir transformando los campos para el cultivo del arroz, mientras se recupera la actividad cañera, e incrementar los módulos pecuarios y el autoconsumo para los trabajadores.
Entre las potencialidades de la empresa Emilio Córdova, su directora, Yanelis Saborido Pérez, mencionó los contratos con casi 50 cooperativas, los resultados del movimiento político-productivo Félix González Viego y de otros productores con buenos rendimientos; los aportes de Encrucijada y Sagua la Grande, principales polos arroceros del territorio; el uso de la cáscara como biomasa en las tres industrias de la entidad dedicadas a secar y moler el grano, y la puesta en marcha de un centro de elaboración con productos derivados de la harina de arroz.
El vicepresidente insistió en reforzar la actividad pecuaria, con ganado vacuno, porcino, ovino y aves, y fomentar la piscicultura, para garantizar proteínas. «Tienen que hacer más con lo que tienen, que no es poco», aseguró.
Como protagonistas del debate, varios productores comentaron sus experiencias en el cultivo de distintas variedades del grano, mediante las tecnologías de trasplante y tiro directo. Se refirieron a la potencialidad de la inteligencia colectiva para mantener rendimientos de cuatro y cinco toneladas por hectárea, a pesar de la escasez de fertilizantes —en años con mejor disponibilidad de estos productos, duplicaban el resultado—; los beneficios de la colaboración internacional con Vietnam y Japón, que incluye la entrega de maquinarias; la aplicación de biopreparados, la calidad de las semillas y el acceso a los créditos bancarios, entre otros temas.
El miembro del Buró Político del Comité Central del Partido elogió el elevado nivel de instrucción de los productores villaclareños, los conocimientos que han incorporado con los años en el surco, y la fortaleza académica y científica de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV).
Asimismo, llamó la atención sobre la necesidad de establecer ciclos productivos con el arroz, para que la cosecha, el secado y el molinado transcurran de manera escalonada, sin dificultades logísticas.
Una vez concluido el diálogo, Salvador Valdés Mesa recorrió áreas del molino arrocero Batalla de Santa Clara, perteneciente a la empresa Emilio Córdova, sometido a un proceso inversionista que marcha al 85 % de ejecución.
De acuerdo con el director del enclave industrial, Santos Lele Martínez Sotolongo, ello permitirá elevar la calidad del cereal procesado, para mayor satisfacción de la población. Quedan pendientes labores en el secadero, la zona de almacén y el basculador, retrasadas, fundamentalmente, por escasez de combustible.
Con una capacidad máxima para procesar a diario 90 toneladas de arroz cáscara en el secado y 80 toneladas de arroz consumo en el molino, la industria podrá recibir la cosecha de productores de toda la provincia y almacenar hasta 2000 toneladas, tanto de Villa Clara como de otros territorios.
Durante la visita a las tierras que cultiva Delvis Castellón, asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios Manuel Fajardo, se preocupó por la fuerza laboral fija y eventual, los horarios de trabajo, los salarios y la atención a los obreros del campo, así como el aporte a la seguridad social. De igual manera, instó a seguir extendiendo la superficie cultivada y producir carbón vegetal para la exportación a partir del marabú que será desbrozado.