Elías Pérez López: «El mar es un arma de fuego»

Elías Pérez López lleva 26 años laborando en la Oficina Nacional de Inspección Estatal (ONIE) como oficial inspector territorial de Villa Clara, jefe de grupo del municipio de Caibarién.

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Inspector Elías Pérez mirando el mar desde el barco.
Cuando sube al barco, el inspector Elías Pérez López se transforma en un intrépido lobo de mar. (Foto: Carolina Vilches Monzón)
Claudia Yera Jaime
Claudia Yera Jaime
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03 Mayo 2024

Elías Pérez López lleva 26 años laborando en la Oficina Nacional de Inspección Estatal (ONIE) como oficial inspector territorial de Villa Clara, jefe de grupo del municipio de Caibarién. Numerosos han sido sus operativos en la zona marítima en cumplimiento de la Ley 129, ley de pesca, la cual establece las regulaciones para el adecuado ordenamiento, administración y control de la pesca, en función de la conservación y el aprovechamiento racional de los recursos hidrobiológicos en las aguas marítimas, fluviales y lacustres de la República de Cuba, con el fin de contribuir a la soberanía alimentaria de la nación.

Inspector Elías Pérez.
Elías subraya que por la orilla del litoral se puede pescar sin uso de medios flotantes, pero que a todo lo largo de litoral esta actividad no está permitida. (Foto: Carolina Vilches Monzón)

«Las principales violaciones a las que nos enfrentamos son la pesca sin licencia, utilizar artes no establecidas, la realización de la pesca submarina en días no instituidos y la captura de especies tóxicas o vedadas», explica Elías.

«Por la orilla del litoral se puede pescar sin el empleo de medios flotantes, pero el pedraplén a Cayo Santa María no es litoral ni orilla, sino un lugar construido para permitir el acceso al polo turístico; o sea, no se puede pescar en ninguno de sus más de 50 kilómetros», afirma con voz tajante, como quien habla de un hijo y de sus desvelos por cuidarlo.

Inspector Elías Pérez López. Inspector Elías Pérez en el barco. Inspector Elías Pérez López en el mar.
(Fotos: Carolina Vilches Monzón)

«El mar es un arma de fuego», sentencia el entrevistado. Esta «arma» lo ha acompañado por más de seis décadas en operaciones conjuntas con el Minint —en el espacio marítimo desde el frente del municipio de Encrucijada hasta los límites con Ciego de Ávila—, que han incluido acciones de toda naturaleza, como las relacionadas con las salidas ilegales, los recalos de drogas y el tráfico de langosta en grandes embarcaciones.

Pese a sus tantos años de vida, Pérez López tiene una capacidad única para delegar, trabajar en equipo y manejar conflictos, y una condición física envidiable que le ha permitido dar respuesta, a veces solo, a los desafíos de su profesión. Hombre de modestia, humildad y carácter respetuoso incuestionables, en tierra parece hermético y parsimonioso; mas, cuando aborda el barco, Elías se transforma, explota, y una tímida sonrisa se va ensanchando en sus labios mientras emerge un intrépido lobo de mar.

Acompañó a Fidel en más de 30 ocasiones. Enorme es su respeto y admiración por nuestro líder histórico, tanto así que en su oficina, en la Industria Pesquera de Caibarién, un cuadro del Comandante en Jefe da solemne bienvenida y evoca anécdotas.

Inspector Elías Pérez observa a través de binoculares.
Elías Pérez López en plena observación marítima. (Foto: Carolina Vilches Monzón)

«Cuando se inauguró la presa Zaza, los compañeros de la seguridad personal de Fidel me pidieron estar listo a las seis de la mañana en las faldas del embalse. Sobre las 7:30 llegó Fidel, me preguntó por la capacidad de las embarcaciones y comenzó la navegación. Poco a poco la orilla se llenó de gente, él pidió acercarse y se ba jóde la lancha en medio del tumulto de personas, que le plantearon que la presa les había quitado la comunicación por carretera, de Sancti Spíritus a Zaza.

Inspector Elías Pérez López.
(Foto: Carolina Vilches Monzón)

«De regreso al Distrito Central, esa misma tarde el oficial superior me informó que tenía una tarea inmediata: ir hacia Isabela de Sagua, donde estaba la unidad naval de los guardacostas, y preparar, lo antes posible, una lancha con asientos laterales para transportar personal. Al día siguiente, al filo del mediodía, ya teníamos lista la rastra, la grúa y los patrulleros para trasladar la lancha a Sancti Spíritus y dar respuesta al pedido hecho a Fidel, cuya obra fue inmensa e imperecedera».

Cuentan los caibarienenses que a Elías nadie se le escapa, y cuando aparecen los infractores, bajan la cabeza y asumen la multa como si un ser sobrenatural los escarmentara por el agravio.

Elías Pérez López ya cumplió 80 años y asegura que seguirá como oficial inspector, consagrado a la actividad operativa y la superación profesional mientras la salud lo acompañe, la bravura del mar lo cobije y sea cómplice de su inquietud.

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