El compromiso irrenunciable con el pueblo guía el quehacer de la recién electa gobernadora en predios villaclareños, quien regaló a Vanguardia un paréntesis de su apretada agenda.
Milaxy Yanet Sánchez Armas es ingeniera agrónoma ranchuelera y su amor por la tierra le viene de cuna. Vive orgullosa de las raíces guajiras de los suyos, y habla desde la humildad y la sencillez de una mujer que carga sobre sus hombros responsabilidades inmensas sin perder la ternura y el humanismo.
Esta villaclareña, que desde el 2010 asumió varias encomiendas en el Consejo de la Administración Municipal de Ranchuelo y que hace cuatro años lidera importantes programas en el Gobierno Provincial, confiesa que escuchar a todo aquel que le sale al paso en cualquier recodo de nuestra geografía resulta esencial para ganar el afecto y la confianza de la gente.
«Creo que de todo lo que nos enseña el Poder Popular, sobre todo cuando estamos ahí en la base, en el intercambio directo con los electores, cuando eres delegado, lo más importante es la satisfacción que causa obtener un resultado, que tus vecinos te reconozcan; para mí fue una etapa magnífica en la vida que me deja una experiencia indescriptible. Si algo pude lograr como delegada en Ranchuelo, fue la reciprocidad de un pueblo siempre dispuesto a ayudarme. Sin temor a equivocarme, estoy segura de que lo aprendido en mi tierra natal es lo más hermoso de mi trabajo en el Gobierno».
Así, sin dejar de atender los teléfonos, las llamadas a la puerta, preocupada por quienes la esperan, Milaxy no olvida aquellos primeros días como vicegobernadora, cuando la COVID-19 también puso a prueba sensibilidad y talento, pues a poco más de un año de asumir su cargo, Villa Clara enfrentaba los primeros casos en el territorio nacional del hasta entonces desconocido coronavirus.
«En esos días tuve que aprender las particularidades del ritmo de trabajo en la provincia, que no es igual al de un municipio. A la vez, varios de nosotros, el gobernador y un grupo de compañeros estuvimos ingresados por sospecha de contagio, y aun en esas difíciles condiciones, nunca dejamos de atender las obligaciones impostergables», explicó la entonces vicegobernadora y, por esos meses, también al frente de una tarea tan sensible como la vinculación directa con los centros de aislamiento. Incluso, con toda su familia hospitalizada a causa de la enfermedad, nunca abandonó las misiones encomendadas.
Enfrentada diariamente a dinámicas muy diferentes, en una rutina en la cual todo minuto cuenta, porque a cada instante en el Poder Popular se le puede tender una mano solidaria a algún necesitado, Sánchez Armas muchas veces sacrifica un rato con la familia, el descanso para disfrutar de sus dos hijos y su nieto, porque la vocación de servicio siempre es más fuerte.
«Aquí no hay sábado ni domingo», sentenció la gobernadora.
—Ser representante del pueblo constituye una tarea titánica cuando también se es hija, madre y abuela. ¿Cómo logra conciliar tan diversas y complejas responsabilidades y cumplir?
—Unos días llegamos a las seis o las siete de la noche; otros, pasadas las 11. Salgo de casa muy temprano, a las 6:30 a. m. ya estoy en la oficina para atender las cuestiones más importantes y con tranquilidad poder leer documentos, estudiar, prepararme.
Más de una vez durante la entrevista lo dejó claro: «El principal apoyo es mi mamá, el horcón donde descansan y reposan miedos y preocupaciones».
Tomael aire del espacio ante la pregunta, con la voz tomada por la emoción y el sentimiento dibujado en su rostro, nos acerca a su padre, el hombre de manos curtidas que significó su empuje, su fortaleza: «A papi le debo todo; él siempre será mi paradigma».
Esa propia raíz guajira tiene también a los abuelos como pilar imprescindible de su educación, de sus valores; tal vez de ahí heredó la fortaleza para limpiar la casa, trabajar en la oficina, arreglar el fogón, pintar si tiene que pintar.
—¿Milaxy nunca está brava?
—Sí me molesto, sí peleo; pero realmente debemos tener la mejor cara para recibir a todos, aunque haya miles de problemas en la casa, preocupaciones, que las tenemos todos los días. Hay que estar listos en el momento que nos llamen para atender las urgencias de una provincia que decide en la economía del país.
«Si usted no está entregado a la labor que realiza, si no la atiende de la manera adecuada y, sobre todo, si no siente amor, no puede hacerlo».
—Caminar entre la gente, escuchar, sonreír, no mirar nunca al reloj...
—Es una satisfacción tremenda sentirse reconocida, querida. El día de mi cumpleaños esas expresiones que vi en cada uno de los comentarios que recibí por diversas vías me llenaron de regocijo. Entonces pienso: «Bueno, pues no estoy haciendo las cosas tan mal».
Sonríe y trata de olvidar todo agotamiento físico, debe ser porque muchos reconocen que está ahí, porque confían en ella.
«Con mucha modestia, me gustaría decir que me he sentido abrazada por el cariño de la gente, no existe mayor razón para seguir adelante», asegura Milaxy justo cuando, inevitablemente, la entrevista tiene que terminar.
Servir, trabajar y esforzarnos
La recién electa gobernadora de la provincia de Villa Clara, Milaxy Yanet Sánchez Armas, intercambió con la prensa y agradeció la confianza depositada en ella y en Noel Chinea, como su compañero de gobierno, para continuar con el reto de servir al pueblo, su principal razón de ser «Enfrentamos cada día tantos problemas muy difíciles que aquejan e nuestra economía, y continuaremos haciéndolo, para procurar una mejor calidad de vida, un mejor servicio, una mejor atención a nuestro pueblo; así seguiremos trabajando como hasta ahora, expresó.
«Al asumir tan alta responsabilidad en el contexto de la rendición de cuenta a la Asamblea Nacional del Poder Popular, nuestra gestión de gobierno estará centrada en hacer partícipe a todos de este proceso, para entre todos, alcanzar la victoria», declaró Sánchez Armas.
«Villa Clara tiene retos fundamentales», dijo la gobernadora, quien aseguró que la provincia aspira a obtener la sede de las actividades centrales por el 26 de Julio, por lo que serán jornadas de intensa labor, siempre con el acompañamiento del pueblo.
«Servir, trabajar, esforzarnos cada día para ser mejores dirigentes, ese es nuestro reto», concluyó.