Concluyó Villa Clara primer ciclo de estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo

Se tomaron los objetivos de mayor incidencia, cuáles son los peligros más frecuentes y aquellos que pudieran derivar un desastre económico y social.

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Máster Luis Orlando Pichardo Moya, coordinador de proyectos del Citma.
Investigaciones muy fundamentadas caracterizan el primer ciclo de estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgos (PVR) ante una amplia gama de situaciones. El máster Luis Orlando Pichardo Moya, coordinador de proyectos del Citma, refiere las particularidades. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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07 Mayo 2024

Con una mirada y proyección anticipada acorde con el momento Villa Clara concluyó el primer ciclo de estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo (PVR) ante una amplia gama de situaciones.

Las investigaciones ocuparon algo más de una década para determinar aquellas amenazas naturales, sanitarias y tecnológicas que ya se encuentran en fase de implementación en los planes de riesgo y desastres de entidades y territorios.

Para Luis Orlando Pichardo Moya, coordinador de proyectos del Citma (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente)  en la provincia, constituye una herramienta fundamental a fin de contemplar las vulnerabilidades en los procedimientos de la economía, así como en los documentos de la Defensa Civil y en el accionar de los presidentes de las asambleas municipales del Poder Popular en dependencia de los escenarios.

El experto señaló que se tomaron los objetivos de mayor incidencia, cuáles son los peligros más frecuentes y aquellos que pudieran derivar un desastre económico y social.

Para ello se desglosaron por diferentes categorías que tienen sus estudios concluidos:

Naturales: Inundaciones por intensas lluvias, por penetraciones del mar, afectaciones por fuertes vientos, deslizamientos de terrenos, incendios en áreas rurales y sequía.

Tecnológicos: Peligros por derrames de sustancias tóxicas, fuga de gases, de incendios y explosiones en actividades industriales de gran magnitud.

Sanitarios: Enfermedades en animales (epizootias), en las plantas (epifitias) y con aproximación al riesgo de epidemias en humanos para más de 20 enfermedades que tiene una previsión de continuidad.

Biológicos: Se clasificaron en diversas categorías según la relación que tuvieran con las enfermedades presentes en un territorio, sin descartar las posibilidades de que algunas entren al país.

Pichardo Moya aclaró que la salida de estos estudios se concibe por municipios y consejos populares, y cada uno debe tener control de su espacio e implementarlos con la mayor calidad al ser los escenarios priorizados.

«El riesgo de desastre es de interés local, y el problema no es tener el estudio, lo importante radica en actualizarlo y aplicarlo como aspectos que evidencian limitaciones a nivel local», enfatizó.

Mapa de riesgos, vulnerabilidades y peligros en Villa Clara.
Villa Clara ha ido al detalle de todo lo que constituye riesgos, vulnerabilidad y peligro. Dispone de mapas o pancartas que ofrece la caracterización de cada municipio. Una herramienta de suma utilidad. (Foto: Tomada de Internet)

Respecto a las funciones aclaró que el Citma organiza y coordina, pero corresponde a los organismos y autoridades implicadas el seguimiento, sobre todo en aquellos casos de mayores incidencias.

Aunque son investigaciones concluidas no quiere decir que se cierra el capítulo. «En estos momentos se actualizan las concernientes a las inundaciones por intensas lluvias y por penetraciones del mar ante vulnerabilidades nuevas que se han modificado a escala mundial, ya sea por estar expuestas a determinado peligro o por la capacidad de responder a la adaptación (resiliencia)».

Los estudios villaclareños incorporan otros que tendrán implicaciones, en mayor o menor medida, en el territorio. Entre estos figuran las afectaciones a la biodiversidad, por caída de meteoritos que si bien resultan muy relativos y poco frecuentes han existido ejemplos en Cuba como el último suceso ocurrido en febrero de 2019 en Pinar del Río que, según reportaron medios de prensa locales, estremeció a varias localidades de la occidental provincia.

«No obviamos la contaminación del aire, y vale decir que en este aspecto el territorio presenta un camino recorrido y dispone de antecedentes con estudios muy fundamentados por parte del Centro Meteorológico Provincial (CMP), a la vez que se trabaja en los accidentes catastróficos del transporte que suman una veintena de estudios».

Finalmente Luis Orlando Pichardo argumenta que seis vulnerabilidades han estado presentes en las investigaciones. Estas son:

Estructurales: Referidas al estado de las construcciones.

No estructurales: Vinculadas a las redes de todo tipo.

Funcionales: En relación con los objetivos que responden a la reducción de riesgos de desastres del peligro en estudio.

Económicas: En torno al financiamiento para la atención a ese peligro.

Social: Posibles afectaciones a la población.

Ambiental: Incluye los recursos que pudieran afectarse ante los peligros.

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