En el accionar comunitario los acreditadores también midieron su tensión arterial. Así constataron las habilidades de los estudiantes. (Foto: Cortesía de la UCM)
Ricardo R. González
@riciber91
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11 Junio 2024
11 Junio 2024
hace 4 meses
Es costumbre que estudiantes y académicos de la Universidad Médica de Villa Clara lleguen a la comunidad del consejo popular Sakenaf—Caracatey, donde está enclavada la institución, para realizar acciones preventivas y educativas vinculadas a la salud.
En esta oportunidad estubieron acompañados por expertos de la Junta de Acreditación Nacional (JAN) que, durante cuatro días, examinaron el trabajo del centro a fin de determinar si obtienen la condición de excelencia en el país.
Para el licenciado Yosmay Saiz Santiesteban, especialista de Filosofía e Historia y metodólogo de extensión universitaria en la UCM, resultó una jornada de aprendizajes y retos. Desde allí el presidente del Consejo Popular, Asiel Aguada Barceló, caracterizó el escenario de una demarcación en desarrollo.
En el Proyecto COSAF (Comunidad, Salud y Futuro) intervienen las cátedras honoríficas de la UCM; además, vale destacar las actividades de matiz asistencial para sus habitantes.
Siempre en un programa de este tipo está incluida la Empresa Textil Luis A. Turcios Lima (SAREX), que no ha dejado de estar afectada por las diversas coyunturas económicas a través de los años, pero como el ave fénix trata de demostrar su simbolismo de esperanza, aplomo, memoria y regeneración.
Es el único colectivo de su tipo en el país en la producción de variados renglones, entre los que figuran los sacos de polipropileno para diversas utilidades y las frazadas de piso.
En la actualidad existe la pretensión de un proyecto de investigación relacionado con las tecnologías y su influencia en la salud. Al decir de Saiz Santiesteban fueron ejecutadas varias acciones tanto en sus áreas interiores como exteriores con la mirada en función de los detalles de higiene y epidemiología, y sobre aquellos focos que pudieran derivar dificultades en la salud de los obreros.
Con la infancia y los adultos mayores
Los niños y educadores de la escuela primaria Abel Santamaría aguardaban el encuentro. Una interrelación que refuerza las relaciones MINED-MINSAP en la búsqueda de motivaciones e insiste en la promoción de hábitos correctos de vida y la intervención sicopedagógica de los estudiantes.
Mas, llega la impronta del Proyecto Para una Sonrisa que, desde el hospital pediátrico José Luis Miranda, lleva décadas aliviando los dolores del alma con la «medicina» de propiciar que los niños retomen su alegría, también la de los pequeños de esta comunidad. Así rieron, participaron y fueron felices.
Por otro lado, existe la atención a los ancianos y a la población en general como vínculo del sistema de atención primaria y los consultorios médicos del área para las urgencias médicas.
En esta jornada se practicaron pesquisas de hipertensión arterial, labores de optometría y óptica, y se impartieron charlas acerca de cómo evitar enfermedades trasmisibles.
«La pesquisa totalizó cerca de 90 personas, fundamentalmente adultos mayores e integrantes de los círculos de abuelos», subrayó Yosmay Saiz, quien también estuvo vinculado al proceso de Acreditación.
— ¿Satisfacciones?
— Las vemos desde varias aristas. El gran impacto que deja en esa comunidad y también en los acreditadores al demostrarse que constituye un trabajo sistemático y no preparado para una ocasión.
Y por otro el crecimiento profesional de los alumnos en un conjunto de habilidades de formación vocacional y enfrentamiento con la realidad para la que se están preparando una vez graduados.
Es la semblanza de una jornada en que la Universidad Médica de Villa Clara llega al alma de la comunidad.