Se recupera Karol, primera niña operada en Villa Clara de tumor renal extendido a la vena cava

La primera niña operada en Villa Clara de un tumor renal extendido a la vena cava inferior se recupera de manera satisfactoria en el hospital pediátrioco José Luis Miranda. Un caso único en la provincia e infrecuente en el país.

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La niña Karol Águila y parte del equipo médico que participó en la intervención quirúrguica.
Parte del equipo multidisciplinario que intervino en el acto quirúrgico. De izquierda a derecha los cirujanos Abel Armenteros García y Pedro Antonio Fernández Busot. Faltan en la foto los doctores Florinda López de la Cruz (anestesióloga), y el residente Yuri González. También aparecen Yanexy Ramírez Becerra y Karol Águila Ramírez (madre e hija) y Rosángela Pérez González, residente. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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12 Junio 2024

Un fuerte dolor abdominal cambió la cotidianidad de la niña de 10 años Karol Águila Ramírez y determinó la asistencia al médico en días recientes.

Primero se pensó en un cólico nefrítico, mas en Ranchuelo, su municipio de residencia, primó el criterio de remitirla al hospital pediátrico José Luis Miranda, de Villa Clara.

Sistema urinario.
Posición de la vena cava inferior dibujada en azul. (Foto; Tomada de Internet)
Apuntes sobre la vena cava inferior

— Desemboca en el corazón. Transporta la sangre de las piernas, el abdomen, la pelvis y los miembros inferiores hacia la aurícula derecha.
— Constituye un mecanismo de recolección de la sangre que ha transitado por la totalidad de los tejidos, estructuras y órganos de la zona del abdomen, la pélvica y de cada una de las piernas. Una vez en la aurícula derecha, comienza nuevamente la circulación pulmonar y luego la sistémica o proceso que traslada la sangre desde el corazón al resto del cuerpo, para luego llevarla de retorno al músculo cardíaco.
— Al igual que la vena cava superior, esta porción puede estar afectada en aquellos pacientes que presentan obstrucción en alguna parte del recorrido o también cuando la vena no se ha desarrollado de manera correcta.




 

Para el Dr. Abel Armenteros García, jefe del servicio de Cirugía Neonatal en el centro asistencial, las vivencias están muy claras. Recuerda que luego de ser valorada en el Cuerpo de Guardia solicitaron la presencia de un cirujano. El examen no convenció al especialista que recibió el caso de supuesto cólico, y es el propio residente quien realiza un ultrasonido.

Desde el primer momento observó una imagen que no le pareció normal —precisa el Dr. Armenteros García—. Existía un aumento de volumen en el riñón derecho y acudió a la radióloga para salir de dudas. Finalmente, se confirma la presencia de un tomor de grandes dimensiones que ocupaba el polo superior y medio del riñón.

«Se decidió el ingreso de inmediato e iniciaron los estudios pertinentes. No faltó la tomografía axial computarizada (TAC), que corrobora la presencia de la gran masa tumoral, con la particularidad de un hallazgo nada frecuente en Pediatría, consistente en la extensión del tumor hacia la luz de la vena cava que acompaña a la arteria aorta. Ello debía ofrecer otras manifestaciones que hasta ese momento no eran referidas por la pequeña».

La extensión del tumor a la cava tenía, aproximadamente, 10 cm y el tumor más de 15 cm.

Quirófano a la vista

Comenzó el proceso preparatorio en apenas horas. Era necesario conformar un equipo multidisciplinario que incluyera a los angiólogos, como componente fundamental para proceder al difícil acto.

Había que extraer un tumor renal mediante la apertura de la vena cava inferior y suturar. Se elaboró un plan quirúrgico, y el equipo incluyó al experimentado angiólogo Cecilio González Benavides, del Cardiocentro Ernesto Che Guevara, y otro experto del clínico quirúrgico universitario Arnaldo MIlián Castro.

Tumor en el riñón y la vena cava de la niña Karol Águila.
Marcado en un círculo el tumor que presentaba la menor. Un caso único en Villa Clara e infrecuente en el país. Los tumores renales en menores no constituyen hechos aislados, pero la extensión a la vena cava inferior resulta una novedad. (Foto: Cortesía de Rosángela Pérez)

«Un riesgo altísimo, porque sin la vena cava resulta imposible vivir. El acto quirúrgico no estaba exento de la posibilidad del sangrado y de otras complicaciones de mayor connotación, las cuales fueron explicadas a los familiares. Los padres estuvieron de acuerdo en proceder a la operación y manifestaron que confiaban en el equipo», subraya el Dr. Abel Armenteros con gran satisfacción.

Relata el especialista que fue necesario realizar una incisión de unos 10 cm en la cava inferior. El angiólogo la abrió para extraer la parte tumoral presente en esta y dar paso al resto del proceso operatorio.

«El tumor fue extirpado por la vía abdominal y se retiró definitivamente el riñón, pues solo tenía un tercio del órgano libre de la dolencia. De esta manera cumplimos el plan inicial, y estuvimos atentos a varias complicaciones, que por suerte no ocurrieron, ni siquiera el esperado sangrado».

La cirugía se hace por primera vez en Villa Clara, y en el país resulta infrecuente. El acto duró cuatro horas, aunque en otros casos ha sido de ocho, 12 e, incluso, 16 horas, según las causas de origen.

Ahora aguardan los resultados de la biopsia para aplicar el tratamiento correspondiente.

«Soy médico de convicción»

El Dr. Abel Armenteros García goza de un gran prestigio dentro de la cirugía pediátrica villaclareña, pero evite la pregunta de cuántas intervenciones ha realizado, porque lo primordial para él es salvar vidas y no las estadísticas.

«La cirugía neonatal constituye una rama difícil, y desde hace unos 20 años estoy al frente de ella. Antes abarcaba toda la región central como centro de referencia en el país, y a pesar de sus múltiples complejidades, mantuvo excelentes resultados».

Refiere que ante casos complejos no tiene  un amuleto ni una frase de invocación que sirva de preámbulo para iniciar el proceso. Solo trae a la mente a su mamá, pues gracias a ella es médico, y esa fuerza maternal rige el camino para que todo salga bien.

Karol Águila y su mamá Yanexy Ramírez.
Han pasado los momentos difíciles y Yanexy y Karol reconocen el valor de todos los que posibilitaron salvar a la pequeña residente en Ranchuelo. (Foto: Ricardo R. González)

«Soy pediatra de convicción, y me llevo muchos casos para mi casa. El de Karol fue uno de ellos. Estaba desde allá me preocupaba que un punto se le fuera de la cava y el sangrado sería indescriptible, entre otras situaciones», relata el experto, que refiere se acuesta temprano, siempre que puede, la noche antes de enfrentar una cirugía, e insiste en su amor por la Pediatría, aunque hay casos que implican un gran dilema debido a que no todo niño sabe expresar lo que siente.

«Entonces me preguntaba: ¿Qué hace un médico ante esa situación? Ese fue el mayor incentivo para optar por ella, con la finalidad de tratar de devolverle a su familia el mayor tesoro que posee y entregarle una criatura recuperada».

Y fue el premio para el Dr. Armenteros, quien en un momento hasta declinó, porque había 42 candidatos optando por la única plaza de la especialidad disponible en aquel año. Y al fin lo logró.

Fin de la odisea

El cirujano principal del caso de Karol se siente satisfecho. Salió contento del salón al reencontrarse con los padres de la niña y decirles: «Todas las noticias que les tengo son buenas. Ya la menor no tiene tumor, se cumplió en su totalidad el plan prequirúrgico, los riesgos disminuyeron, el pronóstico de supervivencia es extraordinario y llegó desacoplada a la sala de Terapia Intensiva, algo que ya es una victoria».

Ahora, la batutera principal de la banda en su escuela primaria de Ranchuelo se recupera en un cubículo de la sala de Terapia Intermedia de la institución pediátrica, bajo los cuidados de un excelente equipo de profesionales, entre los que está el Dr. Raúl González Leal, con notoria experiencia como intensivista y en la Pediatría.

Desde allí su mamá, Yanexy Ramírez Becerra, agradece al equipo que atendió el caso, y manifiesta: «Gracias a todos y a Dios, mi hija está viva».

Karol Águila se recupera en el hospital pediátrico de Villa Clara.
Karol tiene una impecable caligrafía y la cuida aun estando hospitalizada. (Foto: Ricardo R. González)

Recuerda que la niña siempre ha sido sana, y se dieron cuenta de la situación por el dolor abdominal que irradiaba al riñón.

«Las horas en el salón fueron para mí las peores en toda mi vida. No quisiera recordar el momento en que los cirujanos se nos acercaban para darnos el parte. Esos minutos  duran siglos, pero tengo la recompensa de que todo salió bien. Cuando el Dr. Abel nos informó del éxito del proceso, respiré profundo y sentí que el mundo había vuelto a mí».

Por su parte, Karol no parece haber sufrido una intervención de tanta complejidad. Nos recibió sentada, y solo una venoclisis se mantiene en su bracito.

Con un don extraordinario de comunicadora, adelanta sus aspiraciones  de ser abogada o modelo, aunque apenas cursa el quinto grado de la enseñanza primaria.

«Me siento mejor. Entre los doctores y mi mamá me ayudaron a levantarme. Ya di unos pasos y poco a poco los seguiré», afirma quien tiene mucho cuidado para no lastimar su herida.   

Concluye otro capítulo para la pediatría y la cirugía villaclareñas, con la gratitud para quienes vencen tiempos muy complejos y tienen como principal motivación el amor hacia la infancia. Por ellos, Karol abraza nuevamente la vida.

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Aramis

Viernes, 14 Junio 2024 21:21

Bonita historia que merece gratitud total. Ëxitos al colectivo.

Zoe Pérez Sorí

Jueves, 13 Junio 2024 11:38

Mis respetos para ese colectivo del pediátrico y en especial para el Dr. Abel por su entrega y amor a su profesión, le estaré eternamente agradecida.

Aleida Martínez

Jueves, 13 Junio 2024 11:22

Bendiciones para ese equipo que salvó a Karol y muchas gracias por este reporte que nos hace vivir la operación.

Solangel

Jueves, 13 Junio 2024 06:38

Hermoso artículo como nos tiene acostumbrado Ricardo R. González. Felicidades para ese colectivo de especialistas que devolvió la vida de Karol