Obesidad infantil, factor de riesgo en la enfermedad renal

La obesidad no es signo de belleza ni de salud, y genera otras morbilidades ejemplificadas en los trastornos de la glucemia que pueden traer consigo la diabetes mellitus.

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 Dra. María del Carmen Saura Hernández.
«Una malformación renal u otro tipo de enfermedad que pueda evolucionar hacia un daño renal crónico, unida a una hipertensión arterial, son factores agravantes», puntualiza la Dra. María del Carmen Saura Hernández. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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02 Julio 2024

Aún persiste el criterio de asociar la salud de la infancia a rostros gorditos; sin embargo, la Dra. María del Carmen Saura Hernández, con vasta experiencia en el campo de la nefrología pediátrica, insiste en el marcado error de esta apreciación.

Luego de exponer su investigación en el marco de la XVI Jornada Provincial de Pediatría, dialogamos al respecto y dijo, categóricamente, que sigue proyectándose como concepción errónea entre padres, familias y a nivel social.

«La obesidad —comentó— no es signo de belleza ni de salud, y genera otras morbilidades ejemplificadas en los trastornos de la glucemia que pueden traer consigo la diabetes mellitus y se convierten en una «bola de nieve» cuando ya no hay solución para el paciente, e incluso pueden tener fatales consecuencias».

Jornada provincial de pediatría en Villa Clara.
La Jornada, dedicada al aniversario 64 de la fundación del hospital pediátrico universitario José Luis Miranda, concluyó el pasado sábado, con interesantes paneles y mesas redondas que toman la prevención como el principal incentivo para mejorar el bienestar de la infancia. (Foto: Ricardo R. González)

Es lamentable que el marcado sobrepeso derive en una enfermedad renal crónica sin que medie otra causa. En este sentido, la Dra. Saura Hernández afirmó que pudiera generar cambios en la estructura interna del riñón y alteraciones motivadas por los adipocitos o células que aumentan en el paciente obeso e influyen en el tejido renal al dificultar el funcionamiento de sus estructuras.

«La obesidad y la hipertensión arterial son dos fenómenos que vemos con frecuencia en nuestro medio y afectan mucho en la edad pediátrica», y se corresponde con lo expuesto por expertos foráneos en cuanto a que constituye un problema apremiante y grave de salud pública, a partir de su alta incidencia, prevalencia y mortalidad.

A medida que la enfermedad renal empeora, los síntomas pueden incluir inflamación (edema) de los pies, las piernas, las manos o la cara, así como el aumento o disminución de la producción de orina y el incremento de las micciones.

Una importante recomendación deja la Dra. María del Carmen Saura: hay que evitar el sobrepeso, porque «estudios de casos nuestros —incluso a través de biopsias— han demostrado que la única causa que influye en el deterioro renal es la obesidad».

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