Una conductora desde Paso Bonito a El Jíbaro independizará los suministros de agua de asentamientos villaclareños de los radicados en zonas de Cienfuegos. La inversión, en diciembre próximo, garantizará los abastos estables de la fuente primaria de almacenamiento, hasta el territorio de Manicaragua.
¡Agua a la vista!, claman ahora con enfática certeza los residentes en el asentamiento urbano de Mataguá, en Manicaragua. Ya tienen absoluta seguridad de que la pesadilla por la carencia del líquido irá de pasada con inversiones que se ejecutan a partir del montaje de tubos a la salida de la estación de bombeo de Paso Bonito, en Cumanayagua.
Llevan 31 meses sin recibir abastecimientos estables por la vieja conductora que, en El Jibaro, posibilita el rebombeo en Zapatero, y de ahí el suministro va hasta La Yaya y por último a Mataguá, los dos últimos sitios muy afectados, dijo Reidel Aguilar Corcho, el presidente del Consejo Popular de allí.
El hombre, diáfano en conversar, también sonríe cuando escucha a especialistas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en Villa Clara explicar sobre las labores de desbroce de malezas, la excavación y colocación —en la margen derecha de la carretera que conduce de Cumanayagua a Santa Clara—, de tuberías presurizadas.
Víctor Ricardo Jiménez Pérez, especialista en inversiones de la Empresa de Servicios Ingenieros, es quien expone las características de la obra que ejecutan, desde predios cienfuegueros hasta los villaclareños, por un monto ascendente a unos 120 millones de pesos.
Adiós a la sequía hogareña
El país, a pesar de las adversas limitaciones económicas, como nunca antes destinó fondos y recursos materiales para solucionar situaciones críticas existentes en la provincia con el suministros de agua, el saneamiento de alcantarillados y ríos, así como los sistemas de bombeo.
En muchos territorios el agobio por el agua crispa las emociones, pero se labora con objetividad, y a ritmo intenso, para paliar las dificultades acumuladas en el decurso del tiempo. Nunca antes eso ocurrió así en los trece municipios villaclareños, dijo Lizardo González Saavedra, delegado provincial de Recursos Hidráulicos.
La conductora que llegará a El Jíbaro, con unos 10,3 kilómetros de longitud, permitirá la independencia de la añeja tubería montada en julio de 1975 cuando la antigua provincia de Las Villas inauguró obras económicas y sociales en ocasión de los actos del 26 de Julio en Santa Clara.
Está formada por tubos de polietileno de alta densidad (PEAD) y tiene 630 milímetros de diámetro. De sus características destacan:flexibilidad, resistencia a agentes corrosivos y radiación ultravioleta, así como durabilidad, precisan los operarios.
Todo garantizará el servicio directo de agua a unos 8134 residentes del casco urbano de Mataguá, los más afectados en el suministro de agua, y también a los habitantes de comunidad La Yaya, apuntó Jiménez Pérez.
«La obra comenzó en junio pasado, y por ahora hay recursos asignados para cubrir 10,3 km con tuberías —de los 22 que recorren el trayecto hasta Mataguá—, pero de acuerdo con los cálculos técnicos, con esa longitud queda resuelto el problema del abasto continuo del líquido a la población. «Nuestro deseo es completar la conductora, y suprimir salideros en la parte restante y por supuesto eliminar cualquier tipo de indisciplina social», añadió.
Hombres en acción
Ya hay ejecutados 1400 metros de tubos bajo tierra, a la salida de la comunidad cienfueguera de La Cidra, lugar aledaño a la presa y planta de bombeo Paso Bonito, considerada, asimismo, la principal fuente de abasto a la Perla del Sur, y encargada, además, de las provisiones de agua a los asentamientos de Los Cocos, Barajagua y El Jíbaro, pertenecientes a esa provincia y en los límites con Villa Clara.
En diciembre, de no sufrir afectaciones en combustibles, está previsto que concluya el montaje de toda la tubería luego de la llegada de la conductora a la comunidad El Jíbaro, sitio en el cual se enlazará con la antigua instalación ubicada en predios villaclareños. De las máquinas de bombeo, aclaró Jiménez Pérez, hay dos en existencia y en actual funcionamiento, y tiene en perspectiva disponer de otro equipo recientemente adquirido y en reserva.
Noel Monteagudo Pérez, ingeniero químico y especialista principal de la estación de bombeo de Paso Bonito, en intercambio con colegas del INRH de Villa Clara, y delegados del Poder Popular de Mataguá, ofreció parámetros técnicos de la presa de igual nombre, alimentada por aguas que salen de la hidroeléctrica Robustiano León, del lago artificial Hanabanilla, así como del arroyo Navarro —con nacimiento en El Mamey—, único causante en períodos lluviosos de ciertas turbiedades que muestra el liquido cuando llega a los consumidores.
La presa de Paso Bonito, surgida en 1975, al igual que El Porvenir (Camagüey), es heredera de aquella tradición constructiva villareña, cuando en saludo al 26 de Julio quedaron inaugurados los hoteles Hanabanilla, María Aguilar, y se concluyeron las carreteras del Circuito Sur-Guasimal y Mataguá-Báez, vaquerías y centros escolares en la antigua región Escambray, así como en parte de la actualmente ocupada por Cienfuegos, según clarificó Monteagudo Pérez en su conversación.
En la potabilizadora de Paso Bonito se sustituyen paneles eléctricos que permiten a ese enclave, alto consumidor, mantener estabilidad y seguridad en los servicios y no paralizar las entregas de agua ante mantenimientos y fallas en redes de alimentación de energía.
Por el agua que llega a Paso Bonito no hay problema: «la presa puede recibir unos 8 millones de metros cúbicos y siempre rebasa el 95% de capacidad. Nuestra planta, en tecnología, está bien diseñada aunque sus equipos reclaman de reparación. La calidad del agua que entregamos tiene rangos nobles. Aquí todos estamos alegres con la inversión que se establece para dar solución a planteamientos que hasta ahora eran insolubles», dijo el especialista químico, oriundo de La Quinta, en Camajuaní.
«De Zapatero a Jorobada, con la vieja conductora que sale de El Jíbaro, no hay grandes dificultades porque el agua se recibe actualmente por gravedad. De ahí a La Yaya y Mataguá surgen las limitaciones en el abasto a los hogares», apuntó Aguilar Corcho, presidente del Consejo Popular.
«En los dos últimos asentamientos la distribución de agua es en pipas a partir de la existencia de nueve pozos perforados, y seis tienen agotados sus manantiales y apenas quedan tres en funcionamiento. El acarreo del líquido es insostenible desde el punto de vista económico y humano. A veces resulta imposible llegar en un día a determinada zona, y eso angustia a la población», detalló.
«Ya no es historia de despachos con el tema agua: tenemos una respuesta a los planteamientos sensibles y humanos, y hasta económicos, que deja la población: diciembre es la fecha para el arribo estable del líquido a Mataguá y La Yaya. Ahora en el primer asentamiento queda determinar la posibilidad técnica de emplear el tanque elevado, de gran capacidad de almacenamiento de agua, para la garantía de los suministros», alegó.
No obstante, la solución definitiva del abasto de agua, sin afectaciones en ciclos de entrega, ya no constituirá una pesadilla diaria: con prioridad del país, la mejoría de la calidad de vida, está a la vista de todos.