El magisterio y el sector técnico profesional recibirán a 368 estudiantes recién egresados de la oncena graduación de la Escuela Pedagógica Manuel Ascunce Domenech, y la quinta del Politécnico Lázaro Cárdenas del Río-
Durante la ceremonia, se reconocieron las trayectorias académicas de los graduados, especialmente de los mejores en cada especialidad. En la Escuela Pedagógica Manuel Ascunce,se destacaron los estudiantes de Educación Especial, Educación de la Primera Infancia, Maestro Primario, Maestros Primario de Inglés, Maestros Primario de Música, Maestros Primario de Plástica, y de Secundaria en las áreas de Geografía, Historia, Química, Física y Visual Teatral.
Por su parte, el Politécnico Lázaro Cárdenas del Río celebró a sus mejores graduados en las especialidades de Técnica Profesional en Agronomía, Economía, Construcción Civil y Eléctrica.
El momento culminante del acto fue el discurso del mejor graduado, Ángel Ríos Valido, quien expresó con elocuencia el compromiso de los nuevos profesionales con la educación y el futuro de la Revolución cubana. En sus palabras, destacó la responsabilidad que reciben con sus títulos:«Formar a las nuevas generaciones de cubanos basándose en los preceptos históricos que guían al país. Con emoción y orgullo, acepto la tarea de ser parte delCcontingente Pedagógico Herederos de Manuel Ascunce Domenech, un honor que los graduados llevan con gran responsabilidad y dedicación».
Ángel Ríos Valido continuó su discurso con un profundo agradecimiento a todos aquellos que hicieron posible su éxito académico. Resaltó el papel crucial de los maestros, quienes no solo impartieron conocimientos, sino también valores y lecciones de vida que van más allá de los libros de texto. También ponderó el apoyo y amor incondicional de las familias, pilares fundamentales para alcanzar esta meta en tiempos tan complejos.
Recordó los desafíos enfrentados durante los años de estudio, especialmente los momentos difíciles vividos durante la pandemia de COVID-19, que afectó profundamente el curso de la educación. Sin embargo, destacó cómo estos desafíos fortalecieron su determinación y la de sus compañeros para seguir adelante y cumplir con sus objetivos.
La ceremonia concluyó con un ambiente de celebración y esperanza, mientras los nuevos profesionales se preparan para enfrentar los retos del futuro con el mismo espíritu de superación y compromiso que los ha llevado hasta este momento. La graduación no solo marcó el final de una etapa educativa, la emoción de despedirse de su querida escuela y de los amigos después de cuatro años de formación, sino el comienzo de una nueva era de contribuciones significativas al desarrollo de la sociedad cubana.