Julio se marchó pero dejó la ternura de Alicia, José Antonio y José Miguel

La peculiar historia de los primeros trillizos nacidos en el hospital ginecobstétrico Mariana Grajales, en Santa Clara, en lo que va de año.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
La mamá Aracelys (en el centro de la foto) junto a parte de los contribuyentes a esta historia. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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03 Agosto 2024

Por momentos pensaron que las esperanzas se apagaban. Dejaron de hablar de capoticos y pañales. Dejaron de imaginar las travesuras de los pequeños en cada cumpleaños. Pero siempre hubo personas que los instaban a no cerrar puertas, que los llenaban de ánimo para soñar con posibilidades de la vida. Así, la pareja de Aracelys Fleites León y Yosami Álvarez Mora mantuvo el largo —y para ellos, interminable— compás de espera durante 15 años .

Mientras tanto, cada quien continuaba sus faenas. Aracelys como ginecobstetra del hospital materno Mariana Grajales, en Santa Clara, y Yosami en las labores agrícolas en Encrucijada, el sitio de residencia de ambos.

Una realidad incidía sobre la pareja. La probada infertilidad los hizo transitar por todos los protocolos establecidos, desde el Grupo Provincial, con las doctoras María Vega Castillo, el Dr. Fernando Machado Rojas y, en aquel momento, María del Carmen Álvarez Miranda hasta llegar al centro de alta tecnología en La Habana.

Este camino tuvo contratiempos, pruebas complejas... En medio de todo llegó la COVID y el déficit de recursos frenó las buenas intenciones.

Pasó el tiempo, ese que avanza de manera irreversible, y por recomendación de unas amistades, la pareja realizó otros trámites para viajar a México con la debida autorización.

¿Será o no será?

 Quizás el día de mayor incertidumbre para Aracelys fue el pasado 16 de enero. Su esposo había regresado a Cuba y ella quedó al cuidado de unos amigos. Esperaba la confirmación del embarazo o la negación que los haría volver al punto de partida.

Este es el ultrasonido inicial que indica la confirmación de un embarazo múltiple. Como alguien muy bien lo denominó, es la «carita feliz». Se realizó pasadas las cinco semanas del proceso y evidencia los tres sacos gestacionales. (Foto: Aracelys Fleites León)

«Esa jornada no la puedo olvidar. Estuve desde las 9:00 de la mañana hasta la 1:00 de la tarde en espera de los resultados. Fueron las horas más desesperantes del mundo, no avanzaban los minutos, y cuando recibí el dictamen, vía WhatsApp, la tensión me impedía abrir el documento… Al fin lo logré, no preguntes cómo, y se corroboró la existencia de un embarazo múltiple. Quedé entre la fascinación y el sin palabras. Un día después realizaron el primer ultrasonido diagnóstico que, para mayor sorpresa, confirmó la llegada de trillizos».

Una vez en Cuba, en el hospital ginecobstétrico de la capital villaclareña, la experimentada visión de la doctora Ana Rojas Guzmán, en la ultrasonografía, confirmó a inicios de febrero que el embarazo transcurría sin contratiempos y se ratificaba el arribo de las tres criaturas. 

Después hubo una amenaza de aborto con seguimiento extremo por parte del equipo de Cuidados Perinatales. Los doctores Rogelio Pentón Cortés y Joel Cardet Niebla vigilaban cualquier comportamiento ante la aparición, además, de una diabetes gestacional.

Momento crucial

Aracelys permaneció gran parte del tiempo hospitalizada. Los días le parecían interminables, agotó cuantos recursos existen para tratar de minimizarlos.

En la noche del pasado 25 de julio, a las 32,6 semanas de gestación, José Antonio, el primero de los trillizos, anunció que quería explorar el mundo.

«Conversaba con mi mamá por videollamada cuando sentí la ruptura espontánea de la bolsa. Tuve que suspender el diálogo, lo próximo que vino fue una cesárea de urgencia».

El acto fue asumido por los doctores José Antonio Marrero Martínez y María Elena Benavides Casal. En tanto, Ernesto Pentón Martínez aplicó la anestesia. También participó el Dr. Rogelio Pentón Cortés y casi todos los obstetras acompañaron a su colega. Unos de manera directa y otros para ofrecer apoyo emocional.

Pasadas las 7:00 de la noche del 25 de julio, el salón del ginecobstétrico Mariana Grajales comenzó a recibir a las tres criaturas. (Foto: Yulexis Chaviano Diego)

«Sobre las 7:00 de la noche de ese día comenzaron los procederes. Es difícil describir el momento… Fueron muchos años de espera. Gracias a la familia, a quienes estuvieron cerca y siempre se inclinaron por la esperanza en este proceso interminable.

«Al Dr. José Antonio Marrero Martínez le debo la vida y mis honores, por ello el nombre del primer pequeño constituye un tributo hacia él. Nos dio mucho ánimo con toda su buena vibra.

El rostro de felicidad del Dr. José Antonio Marrero Martínez refleja su satisfacción ante el caso. De él toma el nombre el primer bebé, a manera de reconocimiento eterno. (Foto: Ricardo R. González)

«También, agradezco al servicio de Reproducción Asistida de mi hospital materno vinculado al PAMI, al de Perineonatología, a esta gran familia ... Agradezco a la Dra. Belkis Ávalos Méndez, al frente del Programa de Reproducción Asistida en Villa Clara, que me ayudó en el proceso, y a los especialistas de la clínica mexicana que contribuyeron a cumplir mi anhelo de ser mamá.  Agradezco al grupo de técnicos, personal del salón y, muy en especial, al servicio de Neonatología del "Mariana Grajales", que ha acogido a mis criaturas».

Otro de los participantes en este capítulo lo es el Dr. Rogelio Pentón Cortés. No es imaginable la gratitud que experimenta un galeno al constatar estos resultados.  (Foto: Ricardo R. González)

Paradojas del destino

La historia de la Dra. Aracelys Fleites León es realmente peculiar. Inició los estudios médicos en 2002, y dos años después hizo la ayudantía en la Ginecobstetricia. Desde ese momento hay un nombre que no puede soslayar: el de la Dra. María Vega Castillo (Pekín), que resultó su tutora y a quien le agradece el amor por la especialidad y de acompañarla hasta en el momento de la cesárea.

Lo novedoso del caso es que Aracelys, además de sus 12 años de graduada y de abrazar al hospital materno santaclareño como único centro de labores, es también «infertilista», como ella lo llama, y pertenece al equipo de Reproducción Asistida.

A pesar del trabajo directo con la infertilidad y de sus ansias de ser madre, «cuando enfrentaba a diario una consulta donde acudían tantas personas con dificultades para lograr un embarazo, llegaba el momento en que lo veía como algo que simplemente "me tocó".

«Quizás, resultó el incentivo para que le pusiera más corazón a mi función, para que otras personas disfrutaran el privilegio de la maternidad».

Evolución triple

Los pequeños ya dan muestras de dinamismo, suben las piernas, se estiran, y José Antonio lleva la voz cantante. En medio de todo, la Dra. Yulexis Chaviano Diego, jefa del servicio de Neonatología del hospital universitario ginecobstétrico Mariana Grajales, cataloga que el trabajo de Obstetricia resultó muy bueno al llevar el embarazo hasta las 32,6 semanas en magníficas condiciones.

José Antonio Álvarez Fleites, con peso inicial de 4,29 libras (1950 gramos), fue el primero que se dispuso a descubrir el mundo exterior. (Foto: Ricardo R. González)
El segundo regalo: José Miguel Álvarez Fleites, 3,96 libras o 1800 gramos. (Foto: Ricardo R. González)
Aquí está Alicia Álvarez Fleites, 3,52 libras (1600 gramos). Resultó la de menor peso, pero su recuperación es satisfactoria. (Foto: Ricardo R. González)

Solo Alicia tuvo un peso inferior a la edad gestacional; sin embargo, para ser tres, en condiciones de prematuridad, constituye algo reconocido con parámetros excelentes. En tanto, la cesárea se hizo magistralmente, muy rápida, y «no fue necesario canalizar acceso venoso ni aplicar ventilación artificial. Tampoco se presentaron complicaciones que, habitualmente, hacen este tipo de recién nacidos marcados por la prematuridad y el embarazo múltiple».

La Dra. Chaviano Diego también considera que el apoyo del Banco de Leche Humana, radicado en la propia institución hospitalaria, ha sido vital para el aporte nutricional a través de la vía oral.

Para la Dra. Yulexis Chaviano Diego, jefa del servicio de Neonatología del hospital universitario ginecobstétrico Mariana Grajales, la evolución ha sido muy positiva. «No fue necesario canalizar acceso venoso ni aplicar ventilación artificial, ni se presentaron complicaciones que, habitualmente, hacen este tipo de recién nacidos». (Foto: Ricardo R. González)

Fue una fertilización in vitro, en las que casi siempre se implantan más de un embrión, porque no todos se desarrollan de manera adecuada, y en este caso funcionaron los tres.

Hasta el momento, Alicia, José Antonio y José Miguel evolucionan sin contratiempos, y, según criterio especializado, el egreso se valorará cuando lleguen a los 2500 gramos de peso, aunque depende del comportamiento de cada criatura en su respectivo seguimiento.

Breve epílogo

La voz de Aracelys Fleites está serena. Repasa cada instante sin olvidar detalles, pero se quiebra por momentos. No es para menos.

A veces desearía olvidar pesadillas, y quién duda si viva aún el contraste de un sueño que transita entre la fantasía y la realidad; sin embargo, a estas alturas confiesa que «sería demasiado pedirle más a la vida, solo que me cuide y me deje disfrutar de mis hijos, nada más».

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vivianm

Sábado, 03 Agosto 2024 20:51

Me encantó este artículo, precioso, emotivo y fundamentado. Muchas felicidades para el equipo que atendió el caso y para la familia de Alicia, josé Antonio y José Miguel.