Vuelve a ser noticia el Instituto Nacional de Investigaciones en Viandas Tropicales (Inivit), en el municipio de Santo Domingo, tras merecer el Premio Provincial de Mayor Impacto Económico y/o Social, otorgado por la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), lauro que compartió con las empresas Geominera del Centro, la Comercializadora de Combustible (Cupet) y la azucarera Carlos Baliño.
Hasta el municipio de Santo Domingo llegó un equipo de Vanguardia para conocer detalles del reconocimiento que recibirá por estos días la institución fundada hace 37 años, la cual ostenta la condición de Vanguardia Nacional en 29 ocasiones consecutivas.
Corresponderá al investigador Alfredo Morales Rodríguez, director adjunto del Inivit —al frente del programa de mejoramiento genético del boniato— traer a casa el alto estímulo desde el Palacio de Convenciones de La Habana.
«El premio se fundamentó en 12 innovaciones desarrolladas en el 2023, sobre el mejoramiento genético del boniato, que ha traído consigo ahorros sustanciales al Inivit —por encima de los 700 000 pesos—, con un impacto económico a nivel nacional superior al millón de pesos», destacó el ingeniero agrónomo con tradición familiar en el centro científico.
«Uno de los trabajos asociados al premio tuvo que ver con la modificación de las etapas de desarrollo para lograr una nueva variedad de boniato en menos tiempo. El estudio de ciertos caracteres asociados a la materia seca y los rendimientos de algunas variables, posibilitó realizar en cinco años un nuevo diseño de mejoramiento genético, con impacto en el ahorro de agua, fertilizantes y fuerza de trabajo.
«Otras investigaciones tuvieron que ver con la determinación rápida del contenido de betacaroteno para los cultivares; un pigmento que le imprime un color anaranjado a la masa del boniato, con importantes contribuciones a la salud, al aportar aproximadamente el 50 % de la vitamina A necesaria en la dieta humana. Además, tiene efectos antioxidantes y antinflamatorios que ayudan a proteger las células.
Morales Rodríguez se refirió, asimismo, a los beneficios que reporta la generalización de la experiencia en las diferentes formas productivas.
«El tiempo necesario para liberar un nuevo cultivo de boniato por el Inivit oscila entre siete y ocho años. Sin embargo, con la aplicación de estas innovaciones lo acortamos a cinco años, además de lograr un producto más resistente a plagas, enfermedades y al cambio climático, y con mayores rendimientos.
«La experiencia se ha generalizado en varias provincias, gracias a los recorridos realizados por todo el país del Grupo Nacional de Viandas, para llevar a los campesinos los nuevos productos que incluyen estudios genéticos ambientales, y determinar cuáles se adaptan mejor a las características de cada región», expresó el especialista.
El premio llenó de satisfacción al colectivo, integrado por ocho investigadores que se comprometen a continuar su labor, a favor del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional de Cuba.