Allá en La Puntilla, en Falcón, asiento agrícola Linner Marrero Turiño, uno de los mejores vegueros cubanos, comenzó el miércoles en Villa Clara la siembra de tabaco, compromiso que lleva a la provincia a plantar 1100 hectáreas de una solanácea que se distingue en el mundo por su calidad y aroma en el torcido de habanos y en tercios.
Por segundo año consecutivo la finca del joven campesino comprometido con el fomento de semilleros para la obtención de posturas, así como de 50 hectáreas —20 de tecnología tapada y 30 de sol ensartado—, reunió a la familia de vegueros del territorio agrupados en la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco La Estrella, avalada entre las más destacadas de su tipo por el volumen de suelos que atiende, la calidad de la rama beneficiada y los aportes económicos que consigue.
Allí estaban cosecheros de tapado de Placetas, municipio que marca la vanguardia de ese cultivo, y al decir de Nelson William García, director de preindustria del Grupo Tabacuba, el acontecimiento del día, en la Cooperativa de Créditos y Servicios Manuel Fajardo, de Falcón, corroboró el empuje de los villaclareños —con excepción de Caibarién que no dispone de vegueríos—, al arrancar, en una jornada simbólica, la siembra y fomento de las primeras 3 ha de una planta que con los meses mostrará prosperidad y calidad.
Asley López Sosa, especialista agrícola en La Estrella, precisó que de las 1100 hectáreas contratadas, unas 200 corresponden a tabaco tapado, con reconocimientos para Placetas, que asumirá más del 70% de la superficie con esa tecnología, y el resto corresponderá a plantaciones a sol ensartado y corte de con cuchilla, modalidad última que se revitaliza ante la urgencia de asegurar materia prima al torcido y la cigarrería.
Superar los rendimientos, de más de una tonelada por hectárea, así como la calidad de la rama beneficiada en escogidas de campesinos y la parte estatal, y concluir el calendario de siembra antes del 20 de enero, figuran entre las metas signadas por los vegueros villaclareños, afirmó Antonio Subí Pérez, director la entidad agrícola.
Agregó que luego de la depresión en siembra de la tecnología sol en palo, hay incentivos económicos para los vegueros de la provincia, razón por la cual se apuesta por resultados mayores en siembras y volúmenes de la hoja cosechada, vital en el torcido y la producción de cigarros.
En tal sentido disponen de la postura necesaria para emprender ese reto, a partir de garantías de insumos, la utilización de variedades seleccionadas y de posturas salidas de semilleros estatales y de túneles construidos por productores de tapado.
Ahora cuando se concluyen los acopios de la pasada campaña tabacalera, destacó Subí Pérez, los montos y calidad de la rama recolectada superan los pronósticos, así como ventas por más de 480 millones de pesos, empeño que demuestra, afirmó, el brío sólido de la familia de vegueros —también dedicada a la siembra de viandas, granos y hortalizas, y la explotación ganadera— en una provincia que aspira a ratificar sus potencialidades productivas en el cultivo.