Los trabajadores eléctricos de la provincia lograron crear un microsistema aislado en la provincia, para contribuir, además, a la recuperación del Sistema Electroenergético Nacional.
En el emplazamiento Santa Clara Industrial, el personal técnico se mantuvo activo todo el tiempo, para garantizar la entrega de energía al microsistema establecido en el centro del país. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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26 Octubre 2024
26 Octubre 2024
hace 8 días
Tras la caída del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) el pasado 18 de octubre, Villa Clara, al igual que el resto del país, quedó sin servicio eléctrico.
De inmediato, se activó el Consejo de Defensa Provincial para la toma de decisiones, en aras de proteger servicios vitales, acercar a la población alimentos elaborados, mantener una comunicación directa con el pueblo sobre lo acontecido, y actualizar la información minuto a minuto.
Proeza en Villa Clara ante la contingencia energética
Yadier Ruiz Sánchez, director del Despacho de Carga, relata los esfuerzos realizados para crear, en breve tiempo, un microsistema aislado en Villa Clara en aras de proceder, desde cero, a la recuperación del SEN.
«Fue la central hidroeléctrica Robustiano León Cabrera del embalse Hanabanilla, la primera fuente de generación incorporada al sistema centro-oriente —al que pertenece Villa Clara—, gracias a los favorables niveles de agua acumulados en la presa.
«Luego sumamos otras con posibilidad de regular los parámetros de calidad del servicio y logramos expandir el sistema a más clientes. Villa Clara fue la primera provincia en crear un sistema medianamente estable», precisó.
El director provincial del Despacho de Carga se refirió, además, a la proeza realizada en poco tiempo, a pesar de las deficiencias de tecnologías con años de explotación, que complejizan la operación de las plantas.
«No obstante, la unidad de los factores permitió aplicar alternativas que propiciaron mantener la vitalidad del microsistema.
«Al crearse la “Isla”, alimentamos las cargas bases para mantener en línea la generación eléctrica. Los circuitos básicos fueron los primeros en servir, así como otros de interés económico y social, como los hospitales y los sistemas de abasto de agua.
«Ya contábamos con una estrategia diseñada para este tipo de eventos, la cual pusimos en práctica en horas. La experiencia de trabajo en equipo nos permitió dar una rápida respuesta a la contingencia».
Desde el Despacho Provincial de Carga
El director del Despacho de Carga de la Empresa Eléctrica Villa Clara —por más de cuatro años al frente de esa entidad—, ha participado en contingencias similares, en las que los eléctricos del patio han mostrado su valía.
El especialista destacó los esfuerzos realizados para robustecer el sistema centro-oriental para levantar el SEN, con la puesta en marcha, de manera paulatina, de los motores de generación distribuida de la provincia.
Más tarde se sumaron Energas Varadero, las termoeléctricas Felton, de Holguín; la 10 de Octubre, de Nuevitas en Camagüey; la unidad 4 de la «Carlos Manuel de Céspedes», de Cienfuegos, y la «Antonio Maceo» (Renté), de Santiago de Cuba.
«La fluctuación del servicio eléctrico en algunos lugares estuvo relacionada con la inestabilidad del sistema. Ello conllevó a conectar y desconectar cargas para regular sus parámetros de calidad.
«Trabajamos de conjunto con el Despacho Nacional de Carga, quien condujo las operaciones —tanto en el sistema occidental como en el centro-oriental—, para decidir el momento preciso de la conexión al SEN, luego de lograr su vitalidad mínima, y una vez que estuvieron las condiciones técnicas creadas, proceder a su unificación».
Explicó que, tras la creación del microsistema, no pudieron llegar con el servicio eléctrico a todas las comunidades por igual debido a diferentes motivos, pues existen líneas de distribución muy largas, con mayores posibilidades de tener averías, y al encontrarse débil el sistema, esta incidencia podría traer consecuencias nefastas.
«Siempre tratamos de alimentar los circuitos de subestaciones cercanas que tengan menos posibilidades de fallo, y avanzamos en los municipios en la medida en que se robusteció el sistema. En Corralillo, demarcación que normalmente se alimenta de Matanzas, tuvimos que llegar desde Sagua la Grande, después de una ardua tarea.
«Al crear el microsistema, nos resultó imposible llegar al batey Osvaldo Herrera de Ranchuelo, que presentaba una avería, así como a Vega Alta y Luis Arcos Bergnes, en Camajuaní, por problemas similares».
El especialista informó que todos los grupos electrógenos de generación distribuida de la provincia se encuentran activos, luego de un gran esfuerzo.
«Fueron muchos días a la expectativa en el Despacho de Carga, donde estuvimos acompañados de directores y especialistas de las empresas de generación, en la búsqueda de los recursos necesarios para incorporar la mayor cantidad de motores al sistema independiente».
Aporte ininterrumpido de los grupos electrógenos
Al momento de nuestra visita al Despacho de Carga, en la tarde del martes, más de 85 circuitos se encontraban activados en la provincia, y los grupos electrógenos de generación distribuida entregaban energía al SEN con estabilidad.
Ruiz Sánchez se refirió a los esfuerzos de especialistas de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Grupos Electrógenos y Servicios Eléctricos Geysel y de la Empresa de Mantenimiento a Grupos Electrógenos Fuel Oil (Emgef) del patio, para mantener las entregas de energía en las tecnologías a su cargo.
Lidiesky Concepción Acosta, jefe de Operaciones de la Emgef, expresó que la provincia cuenta con cuatro centrales eléctricas con una capacidad instalada de 74,8 MW.
«Desde que se inició el evento, empezamos a aumentar la carga. El altruismo de nuestros trabajadores al lado de las máquinas, ha permitido incrementar las entregas y mantenerlas.
«Nuestras centrales eléctricas nacieron por iniciativa del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, como parte de la Revolución Energética, con entregas de energía a la Empresa Eléctrica, quien se encarga de su distribución».
Manuel Alejandro Martínez Castillo, al frente del emplazamiento Santa Clara Industrial, señaló que, desde el viernes pasado, sobre las 11:00 a. m. iniciaron la preparación del esquema de «Isla» para brindar el servicio con la cantidad de MW disponibles entre todas las centrales de fuel y diésel de la provincia, unido a lo aportado por la energía fotovoltaica.
«Esta inyección de energía permitió sincronizarnos con la hidroeléctrica Hanabanilla y reponer de manera paulatina e intermitente el servicio eléctrico a la población.
«De esta forma, mantuvimos un esquema con el aporte de más de 50 MW, que abarcó entre un 30 y 40 % de la geografía villaclareña.
«De los 12 motores con que cuenta el emplazamiento, cinco permanecen activos. El resto se encuentra en proceso de instalación luego de recibir un mantenimiento capital. Otros aguardan por piezas de repuesto próximas a arribar al país, y de esta forma sumar más equipos a la generación».
Martínez Castillo recordó los momentos de tensión vividos en las últimas jornadas; sin embargo, las experiencias acumuladas tras el paso de los huracanes Gustav e Irma, y otros eventos similares ocurridos en el país, así como la garantía de contar con el combustible necesario, permitió dar una respuesta inmediata y estabilizar el microsistema.
De nuevo se puso a prueba la capacidad de técnicos y especialistas del sector eléctrico, quienes, de conjunto con las autoridades del Consejo de Defensa Provincial, contribuyeron a la recuperación del SEN y aliviaron las tensiones en la población ante la ausencia prolongada del fluido eléctrico.