Aunque cada 14 de noviembre se declara, desde 1991, como Día Mundial para la prevención de la diabetes mellitus (DM) el panorama de reducción de casos no encuentra resultados favorables.
La realidad incluye, también, a Cuba y Villa Clara con el riesgo de que la enfermedad no se desarrolla de forma súbita e, incluso, pueden transcurrir entre cinco y 10 años a partir de las primeras manifestaciones.
Desde el Centro de Atención y Educación al Paciente Diabético (CAEPD), en Santa Clara, hubo otra jornada a fin de impulsar hábitos correctos con participación intersectorial y comunitaria, si se tiene en cuenta que el país rebasa los 350 000 afectados por la enfermedad, representativos en un 20 % de la población, sumados a los algo más de mil menores de 15 años portadores al no producir el páncreas la suficiente insulina o ser empleada de manera ineficiente por el organismo.
En el caso de Villa Clara la prevalencia de diabéticos ocupa el 7,2 % en la población mayor de 15 años, acercándose a los 47 000 habitantes, con un incremento del 7,5 % en los últimos cinco años, enfatiza la Dra. Barbarita Rodríguez González, jefa del Departamento Provincial de Enfermedades Crónicas no Transmisibles en la dirección general de Salud,
El entorno infantil no se descuida con la continuidad del proyecto «Diabetes y yo», iniciado por la Dra. Julieta García Sáez y un grupo de fundadores que generaron un equipo multidisciplinario, entre ellos el licenciado en enfermería Liet Sosa Villanueva, en el hospital pediátrico José Luis Miranda.
Figura, también, la Dra. Elizabeth Fernández Martínez, endocrina de la institución, que aprende en cada jornada junto a los pequeños y con la participación indispensable de los padres. Esta agrupación suma más de una década con el propósito de realizar diversas acciones que preserven la salud de los infantes.
Unos 189 niños están afectados en la actualidad por la DM en la provincia, la mayoría son dependientes de insulina u hormona que traslada la azúcar en la sangre hasta las células a manera de energía
En la valoración especializada los años de pandemia aumentaron los casos de la diabetes tipo I, a tenor de que los virus constituyen factores ambientales que pueden incidir en la enfermedad.
«En períodos anteriores el debut de los infantes era de casos contados, ya hoy aparecen casi de 25 a 30 por año».
A un cambio inminente en los estilos de vida se insiste desde Villa Clara ante el rápido incremento de la DM en el Planeta y su asociación con los riesgos de cardiopatía isquémica y accidentes cerebrovasculares, si se tiene en cuenta que el padecimiento figura entre las primeras causas de morbimortalidad en el cuadro de Salud, y aparece dentro de las 10 causas de muerte y discapacidad tanto en Villa Clara como en Cuba.
Para los especialistas la DM tipo 2 (no dependiente de insulina) resulta la más frecuente, y en esta influyen la herencia genética, el sedentarismo, la dieta inadecuada y el sobrepeso, por lo que resulta prevenible si se modifican los estilos de vida.
Los síntomas entre la de tipo 1 y la 2 resultan similares. Entre estos sed insaciable, orinar frecuentemente durante la noche, apetito continuo, pérdida de peso sin causa específica y fatiga e irritabilidad.
Condicionantes como la obesidad, la falta de ejercicios, los hábitos alimentarios incorrectos, y los inadecuados estilos de vida llaman a ser cambiados con tal de retardar la aparición de la enfermedad y lograr, incluso, que no afecte.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el número de enfermos se disparará en el mundo para 2050 afectando a hombres, mujeres y niños de todas las edades en cada país, por lo que los estimados se acercarán a los 700 millones de adultos.
La DM figura en el grupo de las enfermedades crónicas no transmisibles que acompaña de por vida, y con el tiempo ocasiona daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, el sistema renal y ocular, entre otros.
Desde el CAEPD
Luego de la apertura, en marzo de 2007, el CAEPD ha atendido 8760 pacientes en unos 750 grupos mediante un sistema que recibe a 15 enfermos semanales y mantiene el ingreso ambulatorio durante una semana, de lunes a viernes, con especialidades de endocrinología, medicina interna, dermatología, nefrología, angiología, podología, medicina general integral, nutrición y laboratorio clínico.
La experiencia cotidiana de la Dra. Lisbet Cortés Gómez, al frente de la dependencia, le permite afirmar que la DM va en ascenso por los malos hábitos alimentarios, la obesidad, el sedentarismo, el sobrepeso y no control de la hipertensión arterial, entre otros factores de riesgo en una afección que ha incrementado las consultas y la búsqueda de información.
Y avala su criterio con estadísticas registradas desde 2018 hasta octubre pasado en el que existe un debut de 633 diabéticos, con predominio de la tipo 2 y el sexo femenino.
Para llegar a la institución debe contarse con el remitido del área de salud o aquellos que son sugeridos por instituciones hospitalarias en busca de orientación y control de la enfermedad.
Aunque el centro no atiende a niños sí brinda consulta de endocrinología pediátrica, los segundos y cuarto martes del mes, por parte de los expertos del hospital pediátrico José Luis Miranda.