Un verde omnipresente da la bienvenida desde la entrada. El aire que despeina y los árboles que danzan a un mismo ritmo son los primeros en saludar. El día se ilumina con el ir y venir de jóvenes cargados de sueños y sonrisas. Custodiado por edificaciones que refuerzan la vitalidad del lugar, el camino parece interminable, como preludio de un sitio acogedor. La estatua de la benefactora se yergue, resalta a la vista, reúne la magia entera del campus en su piel de bronce.
Más de siete décadas no han bastado para que el tiempo la venza. Así afirma el Dr. C. Luis Antonio Barranco Olivera, rector de esta alma mater, quien asegura que la UCLV arriba a esta celebración con el mismo rigor académico de sus días fundacionales.
El reto más importante que hoy asume la universidad, según Barranco Olivera, es ratificar la excelencia, una condición obtenida en el año 2015 y que exige la demostración de los resultados científicos, académicos y extensionistas. En tal empeño se afianza la unidad de estudiantes y profesores de la casa de altos estudios más multidisciplinaria de Cuba.
Apuesta por la formación integral
Desde su génesis, la UCLV se ha propuesto formar profesionales capacitados para incorporarlos a los diferentes sectores del país, tarea que comienza en el aula. La Dra. C. Neibys Casdelo Gutiérrez, vicerrectora de Formación del Profesional, explica que la oferta académica de la institución abarca las cinco provincias centrales y ha variado con el decursar del tiempo.
En la universidad se estudian actualmente 54 carreras. El claustro recibe una preparación científico-metodológica constante. Del total de profesores, poco más del 35 % son doctores en ciencias y, en su mayoría, ostentan categorías superiores de profesor titular y profesor auxiliar; sin embargo, la sostenibilidad del plantel de educadores depende también de la incorporación de estudiantes del Movimiento de Alumnos Ayudantes y otros recién graduados que ofrezcan juventud y energía a la docencia.
Para lograr la anhelada formación integral del egresado se articulan acciones en diferentes ámbitos. Por una parte se encuentran los aspectos curriculares, vinculados a la enseñanza de contenidos científico-técnicos y de los modos de actuación al estudiante; por otra, los extracurriculares, con el movimiento extensionista que trasciende el aula.
La Dra. C. Anabel Díaz Hurtado, vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Social, afirma que estos procesos conforman la tercera misión de la educación superior cubana. Su desarrollo transversaliza cada arista de la vorágine universitaria: la investigación, la comunicación, las relaciones interinstitucionales e internacionales.
Aquí también se atiende la prevención social con los servicios del Centro de Bienestar Universitario —adscrito al Departamento de Psicología—, la Clínica Jurídica, la Veterinaria, el Gabinete Logopédico, la robótica educativa y la asesoría en la gestión de proyectos nacionales y foráneos. Igualmente, existen numerosas iniciativas extensionistas que revitalizan el campus y convierten a los propios estudiantes en protagonistas del quehacer cultural e innovador endógeno.
No hay nada que mueva más la vida universitaria que los festivales de artistas aficionados de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y los Juegos Criollos, espacios participativos e innovadores que parten de la ética para convertir a la UCLV en una gran fiesta de competitividad y creación. Durante su desarrollo emerge el talento proveniente de todas las facultades en las más disímiles manifestaciones artísticas y disciplinas deportivas.
Gabriel Delgado González, secretario de Cultura de la FEU en la alma mater central, asegura que una de las metas de la organización radica en el impulso de todas las actividades con la fuerza estudiantil. Conciertos, talleres, ferias de libros, galas artísticas, encuentran en el joven universitario un creador y, a la vez, un destinatario. De esta forma, sus habilidades y conocimientos crecen y le permiten convertirse en un profesional ampliamente preparado.
Ciencia para el desarrollo
Hablar de la UCLV en estos 72 años implica referirse al creciente avance de la ciencia en sus múltiples campos. El Dr. C. Raciel Lima Orozco, vicerrector de Investigación, Innovación y Posgrado, asegura que hoy resulta una prioridad el impulso del talento en la casa de altos estudios, con el objetivo de entregar resultados que incidan positivamente en el desarrollo económico y social del país.
Lima Orozco considera una potencialidad «la existencia de una política integrada de ciencia, tecnología, innovación, pregrado y posgrado que, a través de sus recursos humanos, su infraestructura y su capacidad para captar finanzas mediante diversos proyectos, hace que la UCLV impacte en el sector empresarial y social de Cuba».
La institución educativa cuenta con seis entidades de ciencia, entre las que se encuentran cinco centros de investigación y una empresa de interfaz. Estas aportan más del 80 % de las publicaciones de alto impacto, contribuyen a la formación doctoral del claustro docente y tributan a las necesarias exportaciones.
Los estudiantes constituyen la base de la labor científica y la principal fuente de renovación de la fuerza técnica calificada. En la actualidad se contabilizan más de 150 grupos de trabajo científico estudiantil, con más de 3000 universitarios vinculados a investigaciones de los departamentos, facultades y otras de carácter universitario.
La única universidad con nombre de mujer en Cuba se renueva constantemente en su objetivo confeso de no perecer en el tiempo. Para ello cuenta con un claustro de lujo y con su fuerza motriz, una juventud que ama, sueña y crea con los pies en la tierra y el corazón en su academia. Para el rector de la UCLV, este 30 de noviembre marca un nuevo aniversario que trae retos y razones para celebrar que la casa de Marta y el Che ostenta un meritorio lugar en nuestro país y se sigue abriendo al mundo.