La leche que da la vaca, como nunca antes, se torna jíbara en Villa Clara, y arranca por caminos furtivos antes de llegar a los termos refrigerados. Algunos apelan a descontroles administrativos, incluso a pésimos contratos con los criadores, y hasta ineficientes cálculos de los períodos de lactancia, de unos 240 días de ordeño anual.
Los números son números y quedan en el papel impreso; en tanto, multas, compras forzadas, extinción de usufructo de áreas en explotación, decomisos, medidas administrativas y… no bastan en períodos fríos en los cuales las vacas dan menos leche y existen productores con meses acumulados sin acopios diarios para satisfacer las planificaciones contratadas.
Hay hembras, además, que no se gestan todos los años, y veterinarios indican que la inseminación artificial, en la medida que mejoraba la genética del rebaño, obligaba a una disciplina ya perdida en nuestros campos. No obstante, de acuerdo con los nacimientos globales se conoce que en nuestros campos existe suficiente leche para rebasar los apenas 37 000 litros que ahora llegan a las industrias de la provincia.
Las ventas a las pasteurizadoras transitan por un pésimo período. A mediados de noviembre registraron 19 687 000 litros, y un 57% de cumplimiento. Esa cifra será muy difícil de empinarse en lo que resta de año.
Sin embargo, existen municipios donde los ganaderos sacan la cara para exhibir rostros sonrientes. Corralillo, aunque ocupaba el quinto lugar —después de Sagua la Grande, Quemado de Güines, Encrucijada y Santa Clara—, estaba entonces entre los puntuales. Tenía en esa fecha un 71% del plan de acopio cumplido. Seguro ya superó esa cifra.
Tal vez no llegue al volumen previsto, ascendente a más de 3 millones de litros, pero allí desde las fincas se afanan por incrementar los ritmos diarios de envíos para las pasteurizadoras de Sagua la Grande y Santa Clara, así como a bodegas de comunidades aledañas.
Aportes de criadores
Muchos ganaderos, después de satisfacer sus contratos anuales y a pesar de las impuntualidades en los pagos por rebasar el cumplimiento —obviando el puntual autoconsumo—, todavía continúan con habituales acopios de leche. Todo se aprecia en diferentes municipios aunque algunos, después de llegar a su compromiso, incluso sin lograrlo, se hacen de la vista gorda y ponen peros… Siempre existen los unos y los otros...
En El Destino, próximo a la cortina de la presa Palma Sola, sitio que antes fue pródigo en cultivos varios y con el tiempo se llenó de marabú pesado, radica la finca de Onel González Molina, socio de la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) 21 de Septiembre, un ganadero que apuesta por el mejoramiento racial de sus animales. El usufructuario estima que «la res ruin toda se vuelve tarro», como dice el refranero, razón por la cual cuida de los pastizales, de la alimentación de la masa, superior a las 170 cabezas en total, así como de la reproducción por monta directa.
«Aquí la inseminación artificial desapareció. Por eso busqué un buen semental y sorteo el celo de novillas y vacas para mantener el ritmo de los nacimientos. Hoy con 34 hembras en ordeño diario aporto unos 70 litros, y antes de concluir el año superé los 14 000 contratados, y todavía sigo en los aportes habituales», precisó.
«La pasión ganadera llegó desde pequeño. Es propio de la familia. Aquí tuve que desmontar marabuzales, reconstruir los pozos de agua, sembrar caña de azúcar y king grass y aprovechar las condiciones idóneas de los pastos naturales en unas 590,4 hectáreas (4 caballerías) dispersas en dos lugares diferentes en las que dispongo de animales lecheros y de ceba.
«A los terneros y a las vacas en ordeño les muelo esas plantas en Corralillo, lugar alejado de la finca porque aquí no hay electricidad para procesar los alimentos. Eso se hace a diario. Aquí edificaré una pequeña vivienda y con el tiempo montaré paneles solares, sobre todo ahora que estoy vinculado al Proyecto de Resiliencia Climática en Ecosistemas Agrícolas de Cuba (IRES) empeñado en la rehabilitación de paisajes productivos con la siembra de frutales».
—¿Seguro este año, por los resultados productivos y crecimientos de la masa, sacrificará animales?
—Sí, llevo tres años consecutivos que mato animales. Son sistemáticas las entregas de carne, en carácter de donación, que hago a centros asistenciales de Salud Pública del municipio, así como ventas a la población, y siempre queda algo para la alimentación a la familia.
El año entrante González Molina, de acuerdo con la cantidad de vacas y novillas en desarrollo productivo, aumentará el volumen de leche en contrato, unos 17 000 litros, apuntó el médico veterinario José Idelfonso (Carmelita) Rodríguez Zequiera, jefe del departamento de Salud Animal en Corralillo.
Camino a Sierra Morena
La finca de José Luis (Toti) Ibáñez Ruiz, socio de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Pedro Lantigua, a unos 3 kilómetros de la costa y en las proximidades del río Sierra Morena, da gusto visitarla por el orden ganadero que allí se exhibe. Hay acuartonamiento de animales y excelentes pastizales naturales que sirven de sustento alimentario. Allí ni las habituales garrapatas abundan en acecho de los animales, dijo con la seriedad que lo caracteriza al hablar.
No obstante, cuando la seca aprieta tiene plantaciones de caña de azúcar para elaborar saccharina, un producto molinado con magníficos aportes nutritivos. Así, en alternancia con pastos y forrajes, mantiene las condiciones físicas de los animales y la producción lechera.
El campesino, técnico medio en Veterinaria, ahora también está vinculado al proyecto IRES para la siembra de 2 hectáreas de frutales intercalados con árboles maderables y cultivos varios. Sin embargo, desde 1989 decidió dedicarse al laboreo de unas 21,42 hectáreas en propiedad familiar y de otras 6.10 ha en usufructo.
Allí cría sus animales bovinos de leche y carne, y también planta viandas y hortalizas con las cuales establece relaciones contractuales con el Estado. A esa finca hace tiempo que no iba. Fue un gusto el reencuentro con esa familia. Toti en un diálogo diáfano:
«La salud de los animales es buena. Logro con monta directa de un toro genético del tipo Siboney más del 80% de los nacimientos anuales. Hace años que no practico la inseminación artificial. Todo se fue dificultando con los materiales genéticos hasta que decidí trabajar a «la antigua» y obtengo positivos resultados. No obstante, siempre apuesto por la ciencia y la técnica», afirmó.
«Es extraño para cualquier finca, pero no hay robos ni hurto o sacrificio de animales y mucho menos muertes. La alimentación y la vigilancia veterinaria así lo permiten», declaró.
«Este año aportaré unos 10 000 litros de leche, y en el entrante según la contratación y los nacimientos la cifra descenderá en unos 500, pero los envíos comprometidos no dejarán de llegar a sus correspondientes destinos. Igual ocurrirá con los cultivos varios», aseguró.
Coda…
Ahí solo dos ejemplos, como existen otros en la provincia, donde la leche que da la vaca jamás se torna jíbara, y como dice el refranero: «A los males nuevos búscale remedio antes de que se hagan viejos»…
Domingo, 08 Diciembre 2024 00:10
La ganaderia está llena de indisciplina tecnológica y falta de control de la reproducción.
Es un error suministrar a los terneros caña y king grass, es como darle a un bebé arroz con frijoles.
Por otra parte la epoca en qué las vacas deben dar más leche es en el periodo poco lluvioso, producto de un mejor confort por las temperaturas, sin embargo, no hay comida, y Cuba tiene tecnologías para que las producciones en el periodo de menos lluvia, las producciones de leche sean comparables al periodo lluvioso, esto lo he comprobado en unidades donde se aplicaba la tecnología del CT-115.
Por otra parte dar caña molida en forma de harina no es sacharina pues para que sea ese producto es necesario que se aplique urea en el proceso de producción de ese alimento.
Además es necesario evaluar los indicadores productivos y reproductivos para hacer un justo análisis de la problemática, además de algunas de las cuestiones que se plantean en comentario del periodista.