Veguero con inconfundible alma guajira

Linner Marrero Turiño, uno de los mayores cosecheros de tabaco en la provincia, está en la nómina que opta por la distinción de Hombre Habano en Cuba. Humildad y altruismo caracterizan  al cosechero villaclareño.

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Linner Marrero Turiño, uno de los mejores productores de tabaco en Villa Clara.
El joven Marrero Turiño es la propuesta villaclareña del Hombre Habano en la próxima cita internacional y cubana. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
98
13 Diciembre 2024

De los ancestros viene el alma guajira apegada a la riqueza que aporta la tierra y, también, a esas costumbres propias del andar por el campo. Allá está Juan, el padre, junto a los pastizales y la crianza de bovinos, y aquí está Linner, el veguero que se empina en la producción de capas de excelencias para aportar riquezas materiales y espirituales a la comunidad, en La Puntilla, sitio alejado  del poblado de Falcón.

Juan Marrero Rodríguez, ganadero destacado y padre del tabacalero Linner Marrro Turiño.
Juan Marrero Rodríguez, el tronco familiar, convertido en uno de los mejores ganaderos de la provincia apuesta siempre por mayores producciones de leche y carne. (Foto: Luis Machado Ordetx)

De Marrero Rodríguez, el progenitor, y el paso por la finca San Miguel de la Plata, perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Manuel Fajardo, viene ese gozo con que, en refranes al uso, cuenta de que «un buey solo no ara», como quien dice que las personas deben ayudarse y corresponderse mutuamente. Ese ocurre de múltiples maneras en la localidad: desde kilómetros y kilómetros de caminos arreglados hasta donaciones materiales y de alimentos…

Eso está a la orden del día en La Puntilla, sitio que se ubica entre los mejores vegueríos villaclareños, y Linner Marrero Turiño, junto con la familia y los trabajadores de la finca, apuesta siempre por resultados crecientes en la producción de tabaco tapado y de sol ensartado.

En una de sus vegas, el productor Linner Marrero Turiño.
Con la siembra de 50 hectáreas —30 de sol ensartado y el resto de tapado— el cosechero Marrero Turiño se ubica entre los de mayor superficie agrícola dedica al fomento del veguerío en la provincia. (Foto: Cortesía de Tabaco La Estrella)

Durante 13 años de  faenas agrícolas, entre las que incluye, además, siembras de cultivos varios y la crianza de aves y cerdos para garantizar la alimentación de la fuerza contratada en la atención al tabaco y su beneficio, ha acumulado una profunda experiencia que, en voz propia, homologa a «la conquistada por un profesor  en el aula junto con sus alumnos». De sencillo y altruista, cuando aparece una duda acude a instructivos técnicos y a aquellos cosecheros que registran infinitas vivencias en los vegueríos.

Por allí, en octubre pasado, comenzó la siembra de tabaco en la provincia, y días atrás arrancó la cosecha de las primeras plantaciones de sol ensartado. Hoy, confiesa Marrero Turiño, está a punto de concluir con el calendario de siembra, ascendente a 50 hectáreas contratadas.

Linner Marrero Turiño repasa una de sus vegas.
En el repaso de las vegas en fomento Linner Marrero Turino estima mayores crecimientos productivos por cosecha. (Foto: Luis Machado Ordetx)

De los primeros tiempos, cuando siguió el camino trazado por el abuelo y el padre en el apego a la tierra, ha llovido mucho. Actualmente contrató 30 hectáreas en la tecnología sol ensartado y otras 20 de tabaco tapado, y si el pasado año superó el 80% de capas de primera calidad para la exportación, estima que, «después  del beneficio de la hoja en la escogida que tiene en el poblado de Falcón, el monto será rebasado por las atenciones culturales a las plantaciones; rendimientos por encima de 1.3 toneladas por hectárea, y la garantía de insumos para el cultivo»,  dijo el joven de 31 años dedicado a las faenas del campo.

Y no es que en La Puntilla se «corra como un zepelín», pues allí todo está cronometrado, en ambiente familiar íntimo, junto a la fuerza de trabajo que diariamente recorre más de 100 kilómetros, de ida y vuelta, desde Manicaragua a Falcón, con el empeño de  disfrutar de los crecimientos productivos que se traducen en sustento económico para todos.

Recolección de la hoja de tabaco en una vega de Linner Marrero.
Recolección de hojas en las primeras vegas plantadas en la provincia. (Foto: Cortesía de Tabaco La Estrella)

«Ellos viajan en un ómnibus arrendado, y disponen de una cultura tabacalera envidiable, que aunque aquí en los predios de Falcón y en otros lugares también existía antes, no se puede desaprovechar. Eso es una ganancia que se traduce en laboriosidad y desarrollo productivo», detalló.

No se trata de sembrar y sembrar, aun cuando de esa menera se alcancen los pronósticos de contratación de superficies agrícolas. Lo trascendente en el cosechero es, precisamente, «producir las posturas que requiere de acuerdo con una rigurosa y probada  selección de variedades, y  atender las áreas en cultivos escalonados para  lograr el mayor por ciento posible de capas destinadas a la hechura de habanos de exportación», indicó.

Linner Marrero Turiño, productor de tabaco en Villa Clara.
Como dicen los guajiros, el joven veguero, «nació debajo de una mata de tabaco, y todo lo que sabe del cultivo se lo debe a muchas personas». (Foto: Luis Machado Ordetx)

Quienes allí laboran en el campo también lo hacen en las casas de curación, ya beneficiadas con paneles solares y otros aditamentos tecnológicos, y, además, en la escogida.  «Es una fuerza de trabajo joven y que da gusto apreciarla en sus acciones diarias porque adquieren especialización, sentido de pertenencia y compromiso productivo», dijo.

La defensa del veguerío de calidad, desde la humildad y el altruismo que caracterizan la estirpe guajira del joven Marrero Turiño, lo convierten en la actualidad en uno de los cosecheros villaclareños que más conquistas económico-productivas obtiene  desde su finca convertida en coto familiar de todos los trabajadores que lo acompañan en las faenas agrícolas.

Veguerío en Falcón, Villa Clara.
En el veguerío aledaño a La Puntilla se aprecia cultura agrícola y estimados superiores en la selección de capas para la exportación. (Foto: Luis Machado Ordetx)

Enterado de que ahora constituye la propuesta de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco La Estrella —con el consenso de todos los vegueros de la provincia— para  incluirlo en la categoría de Hombre Habano el próximo año, pregunté a Linner qué significaba ese mérito. Con la humildad que lo caracteriza, y desde su finca prodigiosa escondida en la lejanía de Falcón, se encogió de hombros y miró a la lejanía.

De inmediato respondió:  «Siempre seré un guajiro natural, de pies a cabeza, que siente gusto por disfrutar del olor de la tierra y mirar la prosperidad que dejan al país las plantaciones de tabaco que ahora cultivo. Esa es una de las supremas razones del por qué el tronco familiar reside aquí en la finca de antaño, aumentada ahora con suelos en usufructo. Sin el apoyo de la familia, llegue o no ese galardón, no existe ningún triunfo posible, y todo resultado pertenece a esas personas de excelencia que siempre me acompañan en las labores del campo».

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