Las acciones gubernamentales tienen que encontrar en la ciencia y la innovación el respaldo primordial para desarrollar su sistema de gestión, identificar problemas y buscar potencialidades encaminadas a su solución, con el acompañamiento de los expertos del Consejo Técnico Asesor (CTA) en favor de proyectos.
Ello sustentó el Taller del Sistema de Gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación, desarrollado en Villa Clara, para trasmitir las principales experiencias a manera, también, de aprendizaje..
Para Yoani Vera Olmo, suddelegado de Ciencia, Tecnología e Innovación en la delegación provincial del Citma, un componente esencial está en los CTA como guía básica metodológica a fin de constatar si funcionan bien o presentan dificultades en su desempeño, si se tiene en cuenta que deviene espacio para el intercambio de opiniones científicas, técnicas, profesionales o directivas de una entidad.
Todo dirigido a la solución de problemáticas, unido a la formación del potencial científico.
Durante la sesión se expusieron experiencias municipales como las de Caibarién, donde se ha lobrado un trabajo estable desde hace varios años, así como las de Camajuaní, y Santa Clara, con sus marcados escenarios productivos.
Un marco dirigido a insistir en que el sector empresarial despliegue más innovaciones. De ello se desprende la necesidad de fortalecer los CTA y valorar las problemáticas a partir de las propuestas que hagan los expertos y equipos creados con vistas a consolidar el objetivo principal.
El concepto de expertos va más allá de la academia, del doctorado y de las maestrías. Todas las entidades deben contar con su CTA para la búsqueda de soluciones a sus problemas, con experimentados de la propia entidad y la admisión de personal conocedor de otras entidades. Estos últimos denominados expertos externos, por lo que dicha combinación resulta favorable para el análisis y las propuestas.
El CTA no decide ni impone, propone a la dirección de la entidad alternativas, variantes, cambios en los procesos más allá de la parte tecnológica. También aporta hipótesis que induzcan a mejorar los métodos directivos y de trabajo. Una sugerencia para hacer las cosas mejores.
En al jornada se expuso que en ocasiones la empresa identifica un problema y el CTA hace la propuesta para su solución, pero las estructuras empresariales no reconocen el proyecto ni forma parte del plan de ciencia, por lo que se minimiza el vínculo con las fuentes financieras para su ejecución.
Vale recordar que el plan de ciencia es el proyecto en el que se invierte para la búsqueda de lo nuevo y prometedor dirigido al hombre y su bienestar. Suma, además, la ejecución de conocimientos y trabajar en función de lograr los resultados científicos esperados.
Queda claro que sin financiamiento no hay innovación y deberá valorarse, con el cierre de los ciclos, las realidades de los impactos, qué se logró introducir, cuánto creció el plan técnico económico de la entidad, entre otras pautas e indicadores atribuibles a la propia innovación.