Una de las alternativas para lograr que Villa Clara tenga avances en su sistema de ciencia ha sido el diseño de los programas integrales de gestión, según precisó la Dra. C. María del Carmen Velasco Gómez, delegada territorial del Citma.
Su esencia radica en establecer un sistema de trabajo gubernamental que persigue el fortalecimiento del papel de la ciencia y la innovación en la búsqueda de soluciones.
En conferencia de prensa Velasco Gómez subrayó la necesidad de realizar las innovaciones avaladas por más producción científica y la medición del impacto transformador en las ocho líneas de la estrategia de desarrollo: alimentos, energía, turismo, industria, ciencia tecnología e innovación, recursos naturales y medio ambiente, infraestructura con sus amplios perfiles y desarrollo social sostenible.
Para lograr objetivos ha sido importante el apoyo a los municipios, como parte de la autonomía, vinculada a la capacitación con entrenamiento y preparación a fin de lograr un mejor desempeño y dirección más eficiente, si se tiene en cuenta que las estrategias solo se pueden lograr desde los propios territorios.
Otro aspecto destacable resulta la atención al potencial científico y su capital humano, ya que constituye la mayor fortaleza en un grupo ya envejecido.
«La mirada habrá que dirigirla a lo que falta por hacer para el desarrollo de Villa Clara, con la claridad en las insuficiencias y debilidades, aunque hay aspectos objetivos que si bien se pueden atenuar resulta imposible solucionarlos de manera total», comentó María del Carmen Velasco.
Aun así todas las líneas de la estrategia de desarrollo tienen un aporte a la ciencia para lograr la transformación, por lo se impone fortalecer las alianzas entre las universidades y las entidades de ciencia.
Interrogada sobre aquellos detalles o puntos álgidos en el desenvolvimiento del sector se detuvo en las potencialidades no suficientemente explotadas en la producción de alimentos y la Ley de Soberanía Alimentaria y Nutrición a partir de los sistemas alimentarios locales.
«Construirlos es un desafío para los municipios, intendentes y consejos de la administración junto con el resto de los que tienen una participación decisiva».
En otro orden, la preparación de los directivos requiere mayor detenimiento, ser capaces de conciliar, integrar y unir voluntades en la gestión «que es un arte porque si no se tienen los conocimientos específicos no es fácil lograrlo».
No puede minimizarse la producción azucarera a partir de su notorio decrecimiento, lo que llama a tener más rendimientos por áreas.
En cuanto a la economía y los precios descontrolados existen propuestas, mas hay que recordar que las decisiones corresponden a los respectivos ministerios en el país.
«Una evaluación interna de nuestra delegación nos exige ser mejores multiplicando ideas, mientras no seamos capaces de comunicar con claridad no lograremos la transformación del pensamiento que necesitan los directivos en función de modificar conductas», consideró la representante del Citma villaclareño, sin olvidar que existen demandas necesitadas de ciencia, de innovación, pero sobre todo de recursos.