Un instrumento succionador mínimamente invasivo, aplicado a depresiones o fracturas en recién nacidos, suscitó el interés en la I Feria Nacional de Innovación y Desarrollo, finalizada en la capital cubana.
La inventiva pertenece al Dr. Ángel Camacho Gómez, neurocirujano pediátrico villaclareño, y tiene como finalidad corregir las depresiones craneales en neonatos y lactantes.
Como novedad, el uso de este instrumento permite que el hueso retorne a su posición normal, sin necesidad de tocar la piel del paciente, al tiempo que evita una gran cirugía riesgosa, en extremo costosa, y en ocasiones no exenta de graves consecuencias.
«El dispositivo es puramente artesanal, hecho por mis manos, a fin de evitar una intervención de gran magnitud en un recién nacido o con pocos meses de vida, una irregularidad que si bien no resulta mayoritaria tampoco deja de ser infrecuente», precisó Camacho Gómez.
Además del bienestar humano propicia un ahorro importante de divisas al país porque, al evitar la gran cirugía, también elimina la prolongada estancia hospitalaria en una sala de neonatología o de terapia intensiva pediátrica, con todos los costos que demandan los procederes.
Una de las principales ventajas del uso de este equipo es que el acto apenas dura alrededor de un minuto, en tanto el proceder operatorio por métodos convencionales requiere de dos a tres horas, sin descartar las complicaciones que pudieran presentarse.
Anteriormente la innovación fue presentada en la I edición del certamen Soluciones Salud, correspondiente a la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en el sector villaclareño, y en aquella ocasión su creador precisó que el proceder se realiza en el hospital ginecobstétrico Mariana Grajales, y que en caso necesario, el experto se traslada a otras provincias en caso necesario. Explicó que algunos infantes que reciben el tratamiento han podido regresar a casa el propio día.
Existen muestras similares del equipo en el plano internacional, pero en Cuba hay muy pocas, «Solo una por La Habana con un trabajo parecido pero de escaso uso, y esta la hemos empleado en la región central y fuera del país», precisa su autor.
En 2023 el Dr. Ángel Camacho obtuvo el premio nacional a partir del impacto económico y social de una innovación aplicable en la totalidad de las cirugías que demandan la apertura de la bóveda craneana, ya sean traumáticas o tumorales, ocasionadas por malformaciones u otro tipo de afectación neuroquirúrgica con abordaje intracraneal.
El galeno no renuncia a su alma innovadora «porque siempre he querido que lo que no tengo en las manos poder resolverlo, muchas veces por esfuerzo propio, otras con el apoyo extraordinario de amigos y compañeros para satisfacer una demanda reclamada por la vida, y más de un infante».