Alumnos de diferentes enseñanzas se adueñaron de la ciudad, con banderas, globos y pancartas con frases del Maestro..., para celebrar el aniversario 172 de su natalicio.
Las calles de Santa Clara amanecieron hoy más vivas que nunca. No era la rutina de un día cualquiera, sino la vibración de un sentimiento profundo, el eco de un nombre que reverbera en el corazón de cada cubano: José Martí. Hoy, 28 de enero, los estudiantes se adueñan de la ciudad para celebrar el natalicio del Apóstol.
Las escuelas desfilaron por el parque desde tempranas horas, enarbolando banderas, globos y pancartas con frases del Maestro. Cada rostro, especialmente los más jóvenes, estaba lleno de una mezcla de felicidad, admiración y un poco de nervios al estar delante de tantas personas. Desde tan joven edad, ya son conscientes de todo lo que significa Martí.
Liz Adriana, con 11 años, afirma que Meñique es su favorito. «Me da muchas enseñanzas de que a pesar de ser pequeño puedes tener un amor muy grande hacia los demás».
«Para nuestro país es un honor que haya nacido aqui y a mí me gusta su creatividad, sus enseñanzas. Mira a Nené traviesa, que habla sobre cómo hay que hacerles caso a tus padres, porque al tocar ese libro se podía haber metido en un problema», comenta Edward a sus 11 años.
Camilo, de ocho años, encabezaba la comisión de su escuela con sombrero y machete. «A mí lo que más me gustó fue el de Meñique porque Meñique al principio era pobre, y al final rescató a la princesa y fueron felices. Me gusta la historia, parece un milagro».
«Como un héroe nacional muy respetuoso», así lo descubre Robert, de nueve años. «Me gusta más la muñeca negra porque aprendemos a respetar a las personas por su valor emocional.
«Él para mí es, a ver como digo, es mi héroe favorito. En la patria hay muchos héroes, pero a mí Martí es el que más me agarra el corazón, el que más historia me guarda», enfatiza Melanie Beatriz, de 11 años.
Una escuela tras otra pasa frente a la biblioteca, con iniciativas cada vez más elaboradas. Sin embargo, lo más hermoso del desfile se encuentra la certeza de que Martí vive en cada palabra, en cada acción, en cada paso que hoy dan.