Un rehabilitador del alma y de la vida

La rehabilitación física es un complemento para las mujeres con cáncer de mama.

Compartir

Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Liudmila Valdés y Roydel Aldereguía examinan nuevos proyectos a incorporar. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
134
12 Febrero 2025

Hace nueve años que Roydel Aldereguia Hernández se afilió al mundo de la salud en el hospital oncológico universitario Celestino Hernández Robau. Por entonces ejerció como jefe de turno del servicio general de la institución en el que no le han faltado experiencias difíciles. ¿Quieres más que el impacto de la Covid y sus consecuencias?, se pregunta, y también ha vivido diversas situaciones a su paso por otras responsabilidades hasta ejercer la subdirección administrativa de esta dependencia regional en la actualidad.

«Un gracias profe lo dice todo» es un premio para Roydel. (Foto: Ricardo R. González)

Es rehabilitador físico, y durante su desempeño laboral fue adquiriendo conocimientos en torno al comportamiento del cáncer en ese afán de qué podía hacer para atenuar sus secuelas.

Aquello le perseguía, eran demasiadas inquietudes para vincularse, primero, a una tesis de maestría que tuvo como centro la neoplasia de mamas.

¿Motivación y necesidad? Sin pensarlo dos veces se inclinó por ambas debido a que «gran parte de la población femenina presenta el padecimiento y acercarse a ellas en sus funciones de rehabilitación resulta una manera de que vean la vida de otro color e inspirar a la máxima de que no todo está perdido en la conquista al futuro.

«Ello me llevó a realizar un trabajo investigativo para asumir luego esa tesis de maestría relacionada con el mejoramiento de la calidad de vida de las pacientes mastectomizadas en la que, lejos de asociarse a la pasividad, el ejercicio físico es vital para la salud».

Así Roydel inició su proyecto en marzo de 2022 y lo defendió el pasado 31 de enero «sin cerrar el capítulo porque queda abierto para emprender el proceso hacia una tesis doctoral».

— Ya tienes la teoría, mas ¿cómo describes el antes y el después de aplicarla en esas mujeres insertadas a la rehabilitación física?

— Un cambio evidente. Con anterioridad era marcada la tristeza, se veían solitarias, unidas a un pesimismo en mayor o menor medida. Ahora se aprecia la reanimación con la práctica del ejercicio recreativo y se ha sumado el acompañamiento familiar, por lo que están animadas, con deseos de emprender nuevos senderos.

En ello ha sido fundamental la existencia del proyecto Octubre Rosa como incentivo encaminado al mejoramiento del estado general. «Se hacen caminatas, excursiones, visitas a centros turísticos, integración a las apreciaciones de arte cinematográficos, acciones físico—recreativas en piscina y gimnasio, y terminamos con una actividad central que constituye la carrera de orientación»

Hace pocos días sumaron una experiencia en el combinado deportivo Aurelio Janet (Campo Sport) santaclareño que demostró la utilidad del programa al realizar una carrera en un entorno natural, «al concluirla nadie se quejó, ni siquiera se sentaron como señal de cansancio, por lo que resulta evidente la posibilidad de ofrecer más vida», acota Roydel.

La prueba más evidente de rehabilitación: felicidad, sin pesares ni cansancios. (Foto: Cortesía del entrevistado)

— ¿Qué faltaría por hacer?

— Mucho, seguir trabajando en todo un universo mayor. Contamos con el apoyo partidista y gubernamental, y habrá que insistir en la importancia del autoexamen de mama, asistir a tiempo a consulta ante la menor irregularidad y que se sigan incorporado las mujeres con estas condiciones que aún no han tocado a las puertas de un proyecto totalmente inclusivo.

Cuando miro la dimensión de la enfermedad quisiera que la labor se extendiera a niños, en esa excelente iniciativa Para una Sonrisa, que despliega el hospital pediátrico José Luis Miranda como algo bello, también multiplicar el personal especializado en otras áreas y aplicarlo a otros tipos de cáncer.

A veces la emoción hace que los ojos de Roydel Aldereguía se nublen ¿Acaso es otra forma de demostrar tu satisfacción por haber contribuido con Octubre Rosa?

— Totalmente. Hacemos un regalo a la vida y no es un propósito unipersonal porque intervienen otros profesionales como los doctores en ciencias Urbano Blas Domínguez Martínez, Amelia Rodríguez Ventura, Osmery Prado Sosa, la master en Ciencias Rosa de la Cruz Hernández Moya, y el maestrando (estudiante de maestría aún no titulado) Juan Pablo Machado Almanza que integran un equipo fusionado de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas y la de Ciencias Médicas.

Quizás el rehabilitador físico pensó que su aporte sería una de las tantas contribuciones a la existencia. Ahora lo toma como muestra de gratitud. «No creo que resulte de excelencia, mas trasluce la alegría, el cambio de vida, la integración social. Un gracias profe lo dice todo».    

Testigo de lo útil

Liudmila: «No es hacer ejercicios por hacerlos, se requiere de una guía precisa».  (Foto: Ricardo R. González)

La coordinadora del Proyecto Octubre Rosa, Ludmila Valdés García, subraya que necesitaban un profesional de la Cultura Física y la Rehabilitación para orientarlas en los perfiles del grupo porque «no es hacer ejercicios por hacerlos, se requiere de una guía precisa para este tipo de mujeres a partir de la dosificación de aquellos que pueden realizarse».

Con sus conocimientos e inteligencia Roydel ha enfrentado esta práctica, a criterio de Liudmila, quien asevera la notoria diferencia experimentada por las afiliadas al grupo.

«Hasta en mí que no estoy mastectomizada existen cambios, y ellas relatan que al llegar a la casa, luego de las sesiones, no hay pastillas ni cansancios debido a que el ejercicio rehabilitador ofrece más vida.

«La frecuencia de la ejercitación depende del estado de cada mujer, y lo indudable radica en lo acertado de vincular a un rehabilitador al proyecto. Ha sido una bendición que matiza la profesionalidad con el cariño dispensado a las integrantes de Octubre Rosa».  

Así se teje parte de la historia de Roydel Aldereguía Hernández, el rehabilitador del alma y de la vida.

Comentar