Trabajadores de la Aviación Civil están de aniversario

El colectivo del aeropuerto internacional Abel Santamría de Santa Clara se suma al aniversario 65 de la Aviaión Civil.

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Trabajadores del aeropuerto internacional Abel Santamaría Cuadrado, de Santa Clara.
Trabajadores de un colectivo destacado de la aviación civil cubana. (Foto: Página de Facebook del aeropuerto internacional Abel Santamaría Cuadrado)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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15 Febrero 2025

El colectivo del aeropuerto internacional Abel Santamaría de Santa Clara abraza el aniversario 65 del Día del Trabajador de la Aviación Civil de Cuba, que se celebra el 15 de febrero.

No es un simple abrazo en estos 27 años del aeródromo, se trata de mantener la máxima de garantizar la calidad hacia sus clientes, por lo que en medio de difíciles coyunturas insisten en poner el pensamiento e innovar, con el sello distintivo de resultar la presentación y despedida de cada viajero que llega o se marcha de esta provincia central.

La historia de la terminal aérea crece, y si miramos muchas décadas atrás, solo recibía vuelos nacionales, procedentes de La Habana, en los típicos AN-24, hasta que el 22 de enero de1998 quedó oficialmente inaugurada la terminal, luego de someterse a otras reparaciones y ampliaciones por las demandas del desarrollo turístico en los cayos del norte villaclareño.

Diciembre de 2001 tuvo otra connotación con el arribó del primer vuelo foráneo de la compañía Air Transat, procedente de Canadá, lo que valió para obtener la categoría de aeródromo internacional, en etapas en que el colectivo de trabajadores resultaba reducido.

Trabajadores del aeropuerto internacional Abel Santamaría Cuadrado, de Santa Clara.
 Una representación del colectivo durante una de sus celebraciones por el Día del Trabajador de la Aviación Civil de Cuba. (Foto: Ricardo R. González) 

Así, entre el arribo y despegue de las aeronaves, hay cifras respetables que denotan esfuerzos, tensiones y vigilia. Atender a más de 600 000 pasajeros anuales en un aeropuerto incomparable con los de Estados Unidos, Londres, Dubai, Francia o Turquía es un buen desafío.

Y las acciones llegan, además, a los aeropuertos Jorge González, de Cienfuegos, y al ubicado en Cayo Las Brujas con la premisa de que cada resultado ostenta el sello de la colectividad.

Con más de 300 laboriosos orfebres, sumados a los de Aduana, Seguridad y Protección, junto al resto del sistema de la aviación, el «Abel Santamaría» se enriquece con múltiples distintivos. Vale mencionar la condición de Vanguardia Nacional por más de diez años consecutivos, las banderas Proeza Laboral y 80 Aniversario de la Central de Trabajadores de Cuba, el Sello 75 Aniversario de la CTC, Entidad Libre de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono, o el Reconocimiento Ambiental Territorial a favor de la preservación del Medio Ambiente.

Agregue los más recientes como el reconocimiento especial por contribuir a las operaciones con eficiencia, otorgado en el balance del Ministerio del Turismo, y el Premio a la Calidad, en su vigésima edición, conferido por el Gobierno Provincial y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).

La mirada sería incompleta de no incluirse los distintivos foráneos, avalados por aerolíneas de reconocido prestigio que surcan los cielos del mundo: Copa Customer Services Cop, de American Airlines, y la insignia de la panameña Copa, caracterizada por su rigurosidad. De igual forma, los concedidos por Sunwing y Air Transat, ambas de Canadá.

La instalación, situada a unos diez kilómetros del centro de la ciudad, no descuida todo lo que puede hacer por el bienestar de la cotidianidad, incluso, más allá de sus áreas, y parte de sus ingresos van dirigidos a la proyección comunitaria y a proyectos de desarrollo local.

Ningún colectivo de avanzada se vanagloria con lo alcanzado. Los retos son mayores en el afán de obtener un sello de calidad superior a partir de todas las normas y regulaciones establecidas por la aeronáutica cubana, en conconrdancia con los requerimientos de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) con sus anexos.

Por ello las sendas del aeropuerto santaclareño prosiguen. Nuevos desafíos se entretejen para hacer realidades los sueños. Allí, como como sentenciara el poeta, «se hace camino al andar», para garantizar la seguridad de la aviación, mientras que en medio de las tensiones derivadas de sus operaciones, prosigue la formación de profesionales que resulten la continuidad del sector aeronáutico.

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