El instituto, único de su tipo en el país, enclavado en la central provincia de Villa Clara, transfiere más de 200 tecnologías hacia los campos cubanos y en sus casi 60 años de existencia ha entregado 74 variedades de especies vegetales, un trabajo que lo sitúa como líder en Cuba en la investigación agrícola.
De acuerdo a Alfredo Morales, director adjunto del INIVIT, el equipo científico enfoca su labor en el mejoramiento genético, la gestión de recursos fitosanitarios, la biotecnología vegetal, el combate de plagas y enfermedades, además de la obtención, conservación y manejo de semillas.
Según el investigador, el centro posee, además, uno de los mayores bancos de germoplasma de América, tanto por sus más de dos mil muestras, como por la alta variabilidad genética de las especies atesoradas allí.
De hecho, el 98 por ciento de las tierras en Cuba dedicadas al cultivo del boniato, emplean variedades desarrolladas en el INIVIT, mientras que en 2024 la entidad registró 21 resultados científicos y 98 innovaciones, con un efecto económico de 3,8 millones de pesos, apuntó Yoel Beovides, investigador titular de la entidad.
Entre los retos sobresalen el desarrollo de bioproductos, de especies cada vez más resistentes, el trabajo con los investigadores jóvenes y la superación del personal, un colectivo que por 30 años consecutivos posee la condición de «Vanguardia Nacional», el máximo reconocimiento de la Central de Trabajadores de Cuba a colectivos obreros. (npg/ysd)