Buena Fe: «que nadie espere de nosotros aguas mansas »

Entrevista a Buena Fe, a propósito de su gira por Villa Clara.

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Israel y Yoel, integrantes del grupo Buena Fe
(Foto de la autora).
Yinet Jiménez Hernández
Yinet Jiménez Hernández
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21 Diciembre 2017

Otra entrevista a Buena Fe. Sin embargo, es imposible repetirse. ¡Hay tanto que preguntar! ¡Ellos tienen mucho que decir! Esta vez, nada de bullicio en las tarimas ni de público enardecido.   La sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) en Villa Clara promete tranquilidad. Y en suma Israel y Yoel, juntos, acceden a conversar con Vanguardia, a lo «cortico ».  

Este 2017 ha sido un año muy prolí­fico para la carrera de Buena Fe. Y aún no concluye. ¿Qué logró y qué no logró la agrupación?

Israel Rojas: Creo que como dices fue un año muy interesante desde el punto de vista laboral para nosotros. Mucho trabajo, sobre todo con el disco «Sobreviviente ». En marzo-abril fue el Gran Premio de Cubadisco de este año, no creo que los premios hagan a los discos pero este es especial porque es como un gran resumen de lo más ponderado por crí­tica y público en el paí­s.

«Fue un año de muchos conciertos, con un récord de ciento y tantos conciertos. Sin embargo, aunque la producción audiovisual no fue tan copiosa, los videoclips realizados lograron posicionarse muy bien. Con Ivette Cepeda se ha tenido un éxito inaudito ¡El resultado lo dice todo! »

Pero en el plano personal y para el grupo no ha sido un año tan feliz. El fallecimiento de Dayron guitarrista supuso un golpe de gran magnitud, porque no solo muere un hermano, un amigo, sino uno que estuvo con nosotros 9 años. Cuando se va una gente así­, tan alegre, se te queda un hueco enorme en el alma…

A menos de quince dí­as para culminar el año, Buena Fe regala otras sorpresas. ¿Qué nos pueden contar de Música Vital, el nuevo videoclip, lanzado hace unas horas?

Sí­, estamos cerrando el año con el video de «Música Vital », con la realización de Omar Leyva. La gracia ha sido unir en esta realización una imagen de Cuba ni habanocéntrica ni excluyente. «Música vital » nadie nos la encargó. Nadie nos empujó a hacerla. Simplemente, querí­amos hablar de la Cuba real: en la que cabe Omara,   Buena Fe, Yomil y el Dani, muchachos que cultivan la música urbana, que aunque a veces no gustan, forman parte de la realidad cubana. Hoy Cuba no es monolí­tica. Son muchas Cubas dentro de una sola Cuba.

Y eso es lo que oyen los muchachos después de las 10 p.m., eso es lo que se oye en las discotecas ¿Por qué vas a cerrar los ojos ante esa realidad? ¿No es mejor tender un puente? Queremos decir: tú también eres Cuba, porque nuestra Cuba es la de 24 horas. Conciliar eso parece sencillo, pero no, no lo es. Pero tu música debe parecerse a tu tiempo.  

En el video clip de Música Vital se siente, se vive el Caribe cubano. ¿Cómo asume Buena Fe tantas tendencias musicales, tanto mestizaje?

Para mí­ el Caribe no es nada lejano. Fue algo que yo viví­, se tiene que parecer nuestra música a eso. En Cuba, nadie es más caribeño que los orientales. Por un problema de realidad, de idiosincrasia.   En mi propia cuadra, cuando yo era niño, habí­a gente que hablaba creole y de la puerta para dentro se hablaba inglés porque eran descendientes de bahameses.

«La música es negón, tumba francesa, música cubana desde otra perspectiva: es la integración de diferentes tendencias musicales cubanas: por un lado, Omara; por el otro, Yomil y el Dani…; por otro extremo, Buena Fe ».

Buena Fe se enfrenta a la tendencia de la música insí­pida pero popular, vendida y consumida en Cuba. ¿Cuál es el secreto para ganar la batalla en el mercado?  

Yoel: Es bastante difí­cil. Lo que casi siempre pasa cuando hay una tendencia de moda es que los artistas buscan un filón para escapar. El que hace este tipo de música tiene dos caminos: o defiende lo que hace o continúa en su templo. Por otro lado, siempre hay un público que necesita más que bailar, más que enajenarse y salir a la calle a consumir cualquier cosa.

«Pero creemos que serle fiel a nuestro público es la mejor arma. Trabajamos para un público que nos ha visto crecer y que hemos visto crecer. Eso es lo único que tenemos como bandera ».

Israel: Siempre hemos tenido claro que la canción de autor no tiene que complacer a todos los públicos. Pero también tenemos claro que es muy egoí­sta obligar a la gente a oí­r lo que uno quiera componer. Hemos buscado un equilibrio entre lo que queremos decir y cómo la gente quiere escuchar. Es algo así­ como un puente para llegar al otro, sin traicionar lo que queremos decir, sin banalizar el discurso.

»Hemos intentado romper con cierta ortodoxia y volvernos un poco más plurales a la hora del discurso, pero bastante coherentes a la hora de la estética y de la ética artí­stica. Nuestra música es una música de construcción ».

Hay algo que me resulta interesante. A pesar de que Buena Fe tenga la juventud y la universidad como tópicos claves de sus canciones según Israel Rojas en una de sus entrevistas «ya no está de moda ser estudiante universitario ».

Ese es un tema bien complicado. Sobre todo eso ocurre por razones económicas. Los jóvenes se dan cuenta aquí­ en Cuba que realizando trabajos de menor complejidad intelectual, las ganancias son mayores.

«Yo soy un cubano profundamente radical, me lo enseñó Martí­. Prefiero cantar y vivir la Cuba que vivo. Y por eso creo que el único camino de este paí­s es seguir apostando por la inteligencia. Que la gente siga apostando por el saber.

«Una de nuestras canciones dice: al alma mater se le debe una verdad/como a la Virgen de la Caridad. Y uno de los logros de la Revolución ha sido poner al Alma Mater al mismo nivel que la Virgen. La fe que nos une, la fe que emociona y nos hace pedir que el futuro sea menos incierto, está al mismo nivel que la sapiencia, el amor por el saber. Yo sé y si sé, valgo. Soy lo que sé. Eso es una obra de la Revolución ».

Entonces ¿ «Gallos de pelea » caracteriza realmente al estudiantado universitario o forma parte de su deber ser? ¿Realmente saben lo jóvenes cubanos quiénes son, dónde están y adónde van?

Claro que forma parte del deber ser. No sé si la gente sabe dónde está. Nosotros sí­ lo sabemos. Ese verso es mí­o, lo cual no significa que sea de otros. Yo creo que ese es uno de los problemas en la interpretación en Cuba. La gente cree que el arte es propaganda.

«El arte tú lo tomas o lo dejas. E incluso, si la canción fue polémica a nosotros nos hace felices. Me baño en las aguas de Fito Páez. Dice Fito:  no vengo a divertir a tu familia mientras el mundo se cae a pedazos. Justamente eso intenta hacer Buena Fe. Si la canción que hacemos genera polémicas, genera debates y pone ideas en circulación nosotros estamos felices.

«Pretendí­a desempolvar la idea de que la juventud tiene que ser combativa, como un gallo de pelea. Que no tiene más remedio si quiere ser juventud. Esa canción no se hizo popular diciendo: aquí­ todo está bien. No se hizo popular diciendo la Revolución es un camino de rosas. Lo que pretendemos es poner ideas en circulación y a debate. Que nadie espere de nosotros aguas mansas ».

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