«En este mundo no hay nada de verdadero más que la nobleza y la hermosura. Créese virtud, créese arte ».
José Martí
Una gala de sensibilidad y amor fue celebrada este 3 de mayo en el Cine Camilo Cienfuegos de Santa Clara, cuyos protagonistas fueron los estudiantes con necesidades especiales. La actividad, que se celebra cada año sobre esta fecha, estuvo dedicada al aniversario 65 de la creación de la Educación Especial en Cuba.
«En estos espacios se aprovechan todas las potencialidades que tienen nuestros estudiantes. Aquí demuestran de lo que son capaces, a la vez que se divierten en compañía de familiares, compañeros y docentes. Es meritorio el arduo trabajo que se realiza en las escuelas especiales en materia de educación artística », comentó Xiomara Perdomo Rodríguez, directora de la Escuela Especial Marta Abreu.
Por su parte, Noraida Masón, instructora de arte de la primera graduación, es una de las que se encuentra comprometida con este tipo de enseñanza. Esta joven, también graduada de psicología, considera que sus dos carreras le han tributado herramientas para lidiar con las necesidades de sus muchachos. «A veces entran con problemas conductuales. Sin embargo, a partir de que ellos se insertan en algún proyecto cultural es evidente la mejoría: se les desarrolla la memoria, la atención, el lenguaje… »
«Para mí, el trabajar con ellos no constituye un reto: estos niños necesitan solo una carga de amor y mucha entrega », agrega esta profesional que trabaja en la escuela especial Chiqui Gómez Lubián. Aunque quedan pocos instructores en este tipo de escuelas, Noraida se empeña en ser versátil para sustituir las carencias y lograr una gran sonrisa en sus muchachos.
A ella se sumó Jorge Luis Posada, actor del dramático de la CMHW y también instructor de arte. «Llevo cinco años en el sector y me he enamorado este tipo de enseñanza. Como mi especialidad es la actuación, en todos los festivales me han buscado para preparar el espectáculo. Ahora tengo un grupo de base que estoy perfilando para futuras presentaciones », explicó en entrevista a Vanguardia.
Esta tarde, voluntad, deseo y mucho amor fueron los códigos que guiaron a los profesores de las escuelas especiales santaclareñas. El ímpetu de crear mujeres y hombres sensibles y más humanos, traspasa las barreras de las triviales limitaciones. Fue la magia del arte, que lo puede todo.