La Orquesta Sinfónica de Villa Clara ha conquistado múltiples escenarios, a lo largo de su prestigiosa trayectoria musical. Figura entre una de las seis orquestas sinfónicas del país. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Yinet Jiménez Hernández
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08 Junio 2018
08 Junio 2018
hace 6 años
Cuando en 1926 Agustín Jiménez Crespo funda la Orquesta Sinfónica de Villa Clara, los clubes locales de la antigua provincia apoyaron mínimamente a los músicos. Sin embargo, el director no colgó los guantes y siguió remando con la pasión de unos cuantos «locos » a cuestas.
Como si no fuera poco lo que la OSVC sufrió en el período, en 1961 fue disuelta. Mas Jiménez Crespo no se conforma y la refunda un año después, en ese entonces con un local oficial en el teatro La Caridad. ¡Válgales a los villareños! Debieron transcurrir 36 años para oficializar la empresa de sueños musicales.
Luego vendría el largo proceso de ganar un prestigio. Presentaciones con el Ballet Nacional de Cuba, la í“pera y el Teatro Lírico nacionales; coros, grupos y danzas extranjeras; con relevantes figuras como Frank Fernández, Freida Anido, Rafael Prats y Roberto Urbay sintetizan 92 años de historia local.
Entonces, ¿cómo es posible que semejante institución hoy día no cuente con un espacio de ensayo digno de su trayectoria? ¿Acaso se concibe que sus archivos yazcan en una antigua oficina del cine Cubanacán, sometido a reparación capital?
¡SOS para salvar un prestigio!
La inexistencia de un sitio propio afecta la estabilidad de los músicos de la OSVC y la conservación de sus valiosos archivos.
La urgencia de un sitio especializado es un asunto que peina canas. El historial de sedes temporales y espacios alternativos que la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos (EPCME), conjuntamente con las autoridades de Cultura, les han agenciado, no cubren sus necesidades reales y objetivas. Pero, ¿cuánto perjudica a los músicos de la OSVC esa «maldita » realidad?
«Cuando ensayamos en una locación con unas condiciones acústicas determinadas y luego, cambiamos a otra, el resultado musical se viene abajo. Es bien difícil el hecho de estar 14 días ensayando y luego, enfrentarse a que no conoces el espacio de actuación », explica Irina Toledo, directora de una de las seis orquestas sinfónicas cubanas.
La inexistencia de un sitio propio no solo afecta la estabilidad de los músicos de la OSVC, sino también la situación de sus archivos, que, además, son altamente cotizados desde el punto de vista patrimonial solo antecedido por el de la Sinfónica Nacional.
«Tenemos muchas obras originales. Incluso partituras con el cuño de propiedad del mismísimo Gonzalo Roig. También, del repertorio internacional ediciones muy antiguas de partituras de Bach, Mozart, Bethoven, Tchaikovski, etc. Queremos y estamos en toda disposición de salvaguardar nuestro inmenso patrimonio », explica Irina Toledo.
Sin embargo, la realidad del archivo sito en la segunda planta del cine Cubanacán es caótica y se complejiza a medida que avanzan las acciones de rehabilitación del inmueble. Para consultar las obras musicales, la archivera y demás miembros deben acudir a un local insalubre y peligroso, que no cumple con los mínimos requisitos para la conservación de los fondos documentales.
Andy Guerra Rodríguez, especialista del Registro Provincial de Bienes Culturales, adscrito al Centro Provincial de Patrimonio, explica: «Hemos tenido varios encuentros con autoridades de la EPCME para colegiar una fecha e inventariar los archivos. Pero el hecho no se ha consumado. Y como establecen las leyes de protección del patrimonio, las instituciones propietarias deben responsabilizarse totalmente ».
Juan Ciscal Fernández, director de la EPCME, asume que «ya se debió haber hecho. Sin embargo, no se ha logrado por diferentes motivos materiales y de recursos humanos ». Aunque el funcionario agregó que los documentos más importantes serían resguardados en el local del Coro Provincial, al cierre de esta edición continuaban sufriendo las afectaciones ambientales del entorno donde hoy se encuentran.
Ni historia tan fatal ni culpas a la necesidad
-2012: Cambió de uso del Cine Cubanacán y comenzaron los impulsos para construirle una sede a la Sinfónica.
-2013: El antiguo proyecto de la sede, desarrollado por el arquitecto Yandry Choy ílvarez, ganó el Gran Premio del Salón Nacional de Arquitectura en la categoría de Ideas conceptuales.
-Luego el proyecto se frenó debido a varios factores, entre los que figuran proyectos no atemperados a las necesidades del inmueble, morosidad y otros...
2018:
Antes de que el cine Cubanacán fuese más que un caparazón, también fungió algún tiempo como sede de la OSVC. Mientras, otros espacios de música popular bailable y demás actividades alternaban en el mismo lugar y coadyuvaban a la destrucción de este. Resulta que el concepto de uso de dicho inmueble constituyó su principal enemigo en aquel entonces, cuando la Empresa de Cine era quien debía poner las cartas sobre la mesa.
La Sectorial Provincial de Cultura, de conjunto con la EPCME, decidió recuperar el inmueble y establecer un cambio de uso para este. Así, oficializaron las aspiraciones de una sala de conciertos, que fungiría a su vez como sede de la OSVC.
Luego, en 2012 comenzaron los planes. ¡Una moderna sala de conciertos para Santa Clara! El entonces Instituto de Proyectos Azucareros (IPROYAZ) sería el encargado de demostrar la viabilidad de un proyecto de semejante magnitud. Este, desarrollado por el arquitecto Yandry Choy ílvarez, ganó el Gran Premio del Salón Nacional de Arquitectura en la categoría de Ideas conceptuales, en el año 2013.
Según el director de la Sectorial Provincial de Cultura, Serguei Pérez Pérez, la obra del cine Cubanacán se vio frenada temporalmente a pesar de la voluntad de las autoridades políticas y gubernamentales, debido a varios factores, entre los que figuran proyectos no atemperados a las necesidades del inmueble, morosidad y otros que atañen a varios eslabones de la cadena constructiva.
Hacer para negar el «fatalismo »
En el marco de las acciones reconstructivas por el «Villa Clara con todos », el proyecto de una sala de conciertos que funja como sede de la OSVC ha vuelto a tomar color.
«No creo que hoy sea una obra irrealizable desde el punto de vista de capacidades e intenciones: tenemos una proyectista excelente; los impulsos del Centro de la Música están al 100%; las intenciones del gobierno son las mejores. Sin embargo, no deja de ser una obra compleja ». Camilo González Díaz, inversionista de la EPCME
«La obra está aprobada por el Ministerio de Cultura. De hecho, el viceministro estuvo aquí en Santa Clara y le encantó la idea. Ellos van a colaborar con un grupo de recursos de importación. También, el Gobierno estará en función del inmueble, y le concederá prioridad para revitalizar la vida cultural, sobre todo la nocturna, en el nodo del Boulevard », agregó Osmani García López, vicepresidente del Gobierno en el municipio.
Luego de seis años soñando el espacio y ahora con un fuerte impulso, ¿por qué no se ha comenzado la obra? «La ejecución y el alcance de la intervención dependen del estudio que hoy realizan la proyectista Gloria Esther Arce y los estudiantes de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas. Se está previendo concluirla en 2018, pero pudieran existir variaciones porque es extremadamente compleja técnica y patrimonialmente », especifica el vicepresidente del Gobierno.
Por su parte, Gloria Esther Arce refuerza que en el caso de las especificidades acústicas contarán con el apoyo de la empresa Atrio, la cual suma una amplia experiencia en este tipo de inversiones.
«La sala especializada de conciertos constituye una deuda con el fuerte movimiento musical de la provincia y es un complemento obligado para la formación de los jóvenes de las escuelas de música del territorio », insistió Serguei.
«[...] es una prioridad del gobierno para revitalizar la vida cultural, sobre todo nocturna, en el nodo del Boulevard ». Osmani García López
Hacer. Hacer es la mejor manera de decir como diría el Apóstol. Y con hechos concretos no hay historias fatales, ni culpas, ni azar que se resista. La Orquesta Sinfónica de Villa Clara merece un espacio digno que vindique su trayectoria. ¿La razón? Por derecho propio, conquistado y merecido.