Cada año se observan los logros de la enseñanza artística en todas sus manifestaciones. En el caso de las artes visuales los resultados se hacen fehacientes y palpables cuando apreciamos las creaciones de los alumnos, como sucede actualmente en el Salón Provincial de Estudiantes de Artes Plásticas 2018, en la Galería de Arte Hurón Azul, de Manicaragua.
En esta ocasión se realizó el evento en memoria del querido maestro Arnaldo Sarduy Guedes, como justo homenaje a un hombre que dejó una impronta imborrable en la historia de la enseñanza de las artes plásticas en Villa Clara.
Allí los nuevos artistas llevan a la práctica lo aprendido en la academia a través de sus maestros, responsables directos de la formación y forja del talento de los muchachos. Como expresara el artista y profesor Amílkar Chacón:
« En el contexto de un salón de artes plásticas se legitiman estas posibilidades de “demostraciónâ€, más aún si provienen de un ámbito escolar y académico. Aquello que se nos invisibiliza puede recuperar entonces su interés casi emancipador al señalar los contenidos del aprendizaje sobre la praxis del propio proceso de trabajo desde la escuela ».
El jurado, presidido por Ismel Cárdenas Restoy, e integrado por la artista Amelia Beatriz Delgado Rodríguez y Meyby Martín Pérez, especialista de la Galería Hurón Azul, reconoció las obras más sobresalientes del Salón.
Los premios recayeron en Yoiner Herrera Gómez, Daniel Aragón Pérez y Daniel Navarro ílvarez, todos recién egresados, y las menciones las obtuvieron Aylet Hernández Santisteban, de primer año, y Anet Castillo de la Paz y Eduard Ruiz Marichal, ambos también recién graduados.
El Salón Provincial de Estudiantes de Artes Plásticas 2018 no es uno más, sino que busca responder a las inquietudes y las nuevas dinámicas del arte contemporáneo desde la propia perspectiva de los jóvenes, con el objetivo de dialogar con el público través de sus obras.
De acuerdo con Chacón Iznaga:
«(El Salón) busca responder a las inquietudes y las nuevas dinámicas del arte contemporáneo, visto a través de los jóvenes con el objetivo de poner estas obras en diálogo con el público. Desde esa perspectiva se posiciona a la escuela como un epicentro de pensamiento artístico donde se le aporta fortaleza a un lenguaje propio, articulado con las dinámicas contemporáneas.
«Se persigue el tránsito efectivo y pujante del quehacer de los educandos, sin caer en la exclusividad de una muestra de salón, sino que privilegie las formas tradicionales y actuales, en pertinencia con el circuito de la enseñanza, (y) se impone proyectar una muestra que permita a los alumnos variar de dimensión y acceder a aquellos destinos más inmediatos del espacio inclusivo del arte cubano ».
Cabe destacar el apoyo de varias instituciones que permitieron hacer realidad el Salón, como el Centro Provincial de las Artes Plásticas, el Fondo Cubano de Bienes Culturales, el Departamento y el Centro Provincial de la Enseñanza Artística, y la Sectorial Provincial de Cultura en Villa Clara.