Mareas, exposición fotográfica de los artistas Amelia Beatriz Delgado y Fredy Hernández Martínez, ovaciona la magia de Isabela de Sagua, pueblo de mar.
Hay quienes tienen la dicha de vivir en algún pueblo de mar. Entonces, esos hombres y mujeres transitan por la vida signados por el olor a salitre, el sonido de las olas contra las barcas, los recuerdos disgregados entre el infinito horizonte, las mareas y las lunas.
En la escena pintoresca se palpan rostros, casas sobre pilotes, construcciones fantasmas que nos hablan de otras épocas y de otros hombres, restos de muelles y botes... Pero hay algo más, etéreo, que sigue enamorando a los artistas. ¿Por qué si no nuestra condición insular es un tópico recurrente del arte cubano de todos los tiempos?
Mareas, exposición fotográfica de los artistas Amelia Beatriz Delgado y Fredy Hernández Martínez, ovaciona la magia de Isabela de Sagua. La treintena de imágenes que integran la muestra resultan unificadas por una poética similar y tienen como fin a decir de sus creadores la conservación de la memoria histórica de ese pueblo de mar.
«Allí está la nostalgia de los recuerdos de mi infancia, lugares que atrapan, las tradiciones, las historias de la comunidad, del pueblo pesquero », comenta la isabelina Amelia Beatriz. Y aunque Fredy Hernández no haya nacido en ese pueblo, también quedó impactado por su realidad y sintió la necesidad de «recrear sobre todo lo intangible, eso que encarna la magia ».
Amaneceres y atardeceres, el mar antes o después de la tormenta y otras tantas escenas marítimas, donde los isabelinos figuran como personajes, fueron captadas por el lente de los jóvenes artistas. Según Hernández, el hecho de haber trabajado en Isabela de Sagua en la Brigada de la AHS, luego del paso del huracán Irma, creó nexos muy fuertes con Isabela. De ahí que sus proyectos vuelvan obligatoriamente sobre ese pueblo de mar.
La galería Pórtico de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) de Santa Clara inauguró esta muestra el pasado 19 de agosto y estará expuesta durante un mes. «Posteriormente, queremos regalarla al pueblo isabelino, el cual sentirá más propias esas imágenes », explicó a Vanguardia Amelia Beatriz Delgado.