Los intérpretes, poetas e instrumentistas defensores de la música campesina en Villa Clara, continúan demostrando su valía, al ser ganadores de la segunda edición del Clásico del Punto Cubano «Mi tierra es así », de la región central, celebrado recientemente en territorio espirituano.
Asistieron competidores de Villa Clara, Ciego de ívila y Sancti Spíritus, aunque no se presentaron Matanzas ni Cienfuegos.
En esta ocasión, cada equipo debió presentar un laudista, un tresero, un guitarrista, un percusionista, un cantante que debía dominar tonadas y temas de género campesino, así como cuatro poetas repentistas, un pintor y un escritor decimista, los cuales fueron evaluados por el jurado tanto de forma individual como colectiva.
Los villaclareños estuvieron representados por la vocalista y tonadista Ernestina Trimiño; Alberto Artega, en el laúd; Jorge Luis Pérez Martínez, tres; Mario Gutiérrez, guitarra, y Pedrito Pérez Quintero, en la percusión. También, por los poetas José Manuel Silverio, Eduardo Cruz León y Rolando Rivero, el pintor manicaragí¼ense Ramón Fuentes Fuentes y el escritor Geovannys Manso.
El poeta Luis Paz Esquivel (Papillo), miembro del jurado y uno de los principales gestores del evento, explicó las características del «Clásico » campesino:
«El objetivo es poner en competencia o en función del espectáculo todas las aristas del punto cubano: el canto, la música acompañante e improvisación, pues generalmente los concursos se centran en esto último.
«Se busca revitalizar la gran variedad de cantos de la décima que existen. Estuvieron presentes todas las variantes de la música campesina y la cancionística. Esto constituye el núcleo atractivo de un espectáculo que centra a su alrededor los demás elementos de la cultura campestre: juegos tradicionales, feria agropecuaria, rodeo, muestra de antigí¼edades campesinas, comidas típicas, entre otros », dijo.
El también presidente del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado argumentó que la intención del «Clásico » radica, además, en incidir en el desarrollo de la música que «se nos ha estado quedando detrás », principalmente por la escasez de ejecutantes de instrumentos que acompañan la música campesina, como el laúd.
Por otra parte, se pretende acercar a jóvenes talentos aficionados o ya profesionalizados cultivadores de este género, pero cuya fuente de trabajo se encuentra restringida en ciertos sectores de la sociedad y poseen poca remuneración, por lo que deben emigrar hacia otros géneros o expresiones musicales.
Papillo reconoció la labor de los tres jurados en cada una de las regiones occidental, central y oriental, pues, a diferencia de eventos anteriores, no solo debieron calificar la improvisación y la décima cantada, sino también la décima escrita, la obra plástica y el desempeño individual y en conjunto de los músicos, quienes resaltaron entre los triunfadores.
Por el oriente ganó Las Tunas, que contó con el acompañamiento del grupo Cucalambé; por Occidente triunfó Pinar del Río, con el conjunto Cuyaguateje, y Villa Clara distinguió con integrantes del Quinteto Criollo.
Por su parte, Mario Gutiérrez (Mayito), director del Quinteto, comentó que la agrupación tiene el privilegio de poseer todas las modalidades que se pedían, a diferencia de otros equipos que debieron acudir a diferentes personas para completar el formato.
Cuenta Mayito que la provincia se presentó con tres poetas, de cuatro que se pedían, pero para la competencia decisiva contarán con el talento del reconocido repentista camagí¼eyano Nelson Lima.
La gran final nacional se realizará el 13 y 14 de octubre, en el rodeo de Rancho Boyeros, en la capital, donde las tres provincias ganadoras pondrán bien en alto la música campesina, savia de la cubanía.