Parrandas de la Humanidad

Las parrandas de la región central de Cuba fueron declaradas este 28 de noviembre Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, de la Unesco.

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Carroza de las parrandas de Camajuaní.
Las carrozas en las parrandas de Camajuaní se distinguen por su vistosidad y belleza. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
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28 Noviembre 2018

Los pueblos parranderos de la región central de Cuba, y de todo el archipiélago, han recibido con beneplácito la noticia de que las parrandas, tradicionales festejos de esta zona, pasaron a formar parte de la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, desde este miércoles 28 de noviembre.

Parrandas de Remedios, en Villa Clara, Cuba.
Las parrandas de Remedios son consideradas la madre de todas las parrandas.  (Foto: Carolina Vilches Monzón)

La decisión se hizo oficial durante la decimotercera Sesión del Comité de Patrimonio Inmaterial de la Unesco, que secciona hasta el primero de diciembre en Islas Mauricio. Entre 40 propuestas, evaluadas fueron seleccionadas las parrandas cubanas, cuyo expediente fue entregado en marzo de este año por parte de la Comisión Nacional de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial del Ministerio de Cultura.

El 23 de septiembre de 2013, en plena fiesta de San Juan de los Remedios, que se celebran en el municipio villaclareño que antiguamente llevaba igual nombre, se habí­a distinguido a las parrandas como Patrimonio Cultural de la Nación. Comenzaba así­ a reconocerse la valí­a, historia e importancia sociocultural de una tradición que desde el siglo XIX ha avivado las pasiones de cientos de miles de personas.

Gladys Collazo Usallán, presidenta del Consejo de Patrimonio Cultural de Cuba, en su texto de agradecimiento ante los miembros del Comité y colegas presentes en el salón, expresó:

«Queremos reconocer a todas las personas que han hecho posible esta inscripción, en especial a los portadores y comunidad de cada barrio de las 18 parrandas que integran este registro. También a todas las personas e instituciones, en especial al Museo de las Parrandas, que contribuyen a mantener vida esta tradición patrimonial de la nación cubana ».

Y explicó la importancia de que se hayan incluido porque las parrandas constituyen una festividad que se convierte en un espacio en que «confluyen el diálogo cultural, el respeto a la identidad y diversidad de cada barrio ».

Por su parte, Rafael Lara González, metodólogo nacional de Cultura Popular Tradicional del Consejo Nacional de Casas de Cultura y vicepresidente de la Comisión Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial del Ministerio de Cultura, ha manifestado:

Changí¼í­ de las parrandas de Camajuaní­.
Las parrandas, una manifestación cultural  esencialmente popular.  (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

«Las declaratorias tienen como objetivo lograr mayor viabilidad, promulgación, salvaguardia, sensibilización y respeto a individuos, familias, grupos y comunidades portadoras; sobre todo, por parte de los gobiernos locales.

«Desde un inicio fue el Museo de las Parrandas de Remedios el principal puente, institución-portadores, única de su tipo en el paí­s, además por ser parte de su encargo social. Su trabajo ha sido determinante en cada una de las proclamaciones, principalmente en la recopilación de información, recogida de las firmas, elaboración de expedientes [...] ».

En Villa Clara estas festividades tuvieron sus orí­genes en las celebraciones de la misa del gallo, en la villa de San Juan de los Remedios, costumbre que se extendió por otros pueblos cercanos, como Camajuaní­, Vueltas, Encrucijada, Zulueta, Taguayabón, Caibarién, entre otros.

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