Sigfredo Ariel rima con fiel

El poeta santaclareño Sigfredo Ariel recibirá el Premio Ser Fiel el próximo domingo 31 de marzo, dí­a del natalicio del folclorista, dibujante y escritor Samuel Feijóo.

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Poeta e investigador Sigfredo Ariel.
El poeta santaclareño Sigfredo Ariel, ganador del Premio Ser Fiel 2019. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
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28 Marzo 2019

La fidelidad del reconocido escritor y poeta santaclareño Sigfredo Ariel a las tradiciones y la herencia cultural cubanas es incuestionable. Durante años, además de la literatura, ha estado muy vinculado en la investigación y defensa del legado musical de la isla, de la cual ha absorbido un caudal de conocimientos y sabidurí­a.

Por ello, le fue otorgado el Premio Ser Fiel 2019, el cual reconoce la labor de aquellos que se destacan en cualquiera de los campos a los que se dedicó el incansable folclorista, investigador, dibujante, poeta, novelista y editor villareño Samuel Feijóo.

Vanguardia conversó con el laureado acerca del significado que para él tiene de la obra feijoseana y sobre el otorgamiento del prestigioso premio, que será entregado el próximo domingo 31 de marzo, fecha en que se cumplen 105 años del natalicio de Feijóo.

Ser fiel a Feijóo, ¿qué significado tiene para ti?

Significa estar con el oí­do pegado a la raí­z, procurar ser leal y defender a toda costa la libertad de la creación, la soberaní­a de la poesí­a que no mercadea ni está situada en un ámbito determinado, sino que es un cauce que lo recorre todo. Significa, también, no alimentar la vanidad de «un estilo » y mantener «una imagen » literaria o personal.

¿Cuánto hay de Feijóo en la obra de Sigfredo Ariel?

En el apego a la cultura popular, en el disfrute de la oralidad sabrosa de la gente, en la creación de los artistas humildes, de los músicos y pintores de la calle y los campos, en los llamados poetas menores, siempre desdeñados por la crí­tica almidonada.

«En no venerar vacas sagradas y en desconfiar de los tótems prefabricados por los medios. En asistir a un concierto sinfónico y a un guateque con el mismo gusto. En la alegrí­a y el orgullo de reconocerme como guajiro, en ver la provincia como primera patria.

¿Qué es lo que más ha influenciado en ti de la obra feijoseana?

Sus cuadernos de juventud acompañaron y consolaron mi adolescencia. Siempre recuerdo, entre otras simpáticas frases suyas: «El hombre que se aparta de la Naturaleza cae en la desgracia ». El humor como lengua y alivio a la hora de narrar soledades y dolores, eso fue un alumbramiento para mí­.

¿Crees que aún quedan asuntos por estudiar y profundizar en la obra de Feijóo?

La obra de Feijóo es copiosa y muy ramificada. Fue un poeta extraordinario y siempre mal leí­do. Cintio Vitier y Virgilio López Lemus entregaron mucho tiempo y examen a su obra lí­rica, y sus trabajos sirven como mapa en esa maraña creativa, a veces tan intrincada como las maniguas villareñas que tanto amó.

«El primer paso es comprender su sensibilidad delicada y huidiza. Luego, hay comenzar a desbrozar, para no raspar apenas las superficies del costumbrismo y lo pintoresco, donde quedan varados los espí­ritus impacientes.

Si tuvieras la posibilidad de decirle algo o conversar con él, ¿qué le dirí­as?

Tuve oportunidad de conocerlo y escucharlo hablar muchas veces, gracias a que era amigo de mi padre y de mi amigo, el crí­tico de arte villaclareño José Luis Rodrí­guez de Armas.

«Llegaba a la imprenta donde yo trabajaba con una gran jaba de yarey que acarreaba viejas viñetas, tipos de letras, libros, revistas y todo lo imaginable. Vociferaba: " ¡Hola, poeta juvenil!", y yo temblaba. Me quedó pendiente agradecerle mucho más no pocas gentilezas y la paciencia que tuvo para aquel aprendiz al cual trastornaba y le moví­a el piso en cada encuentro.

«Me gustarí­a volver a su oficina de la Biblioteca Provincial Martí­, encontrarlo rodeado por sus cuadros magní­ficos de González Puig, y balbucear de nuevo, como entonces, emocionado: "Gracias, Samuel".

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