Jorge Ryan: «Es un gusto estar junto al pueblo »

El actor cubano Jorge Ryan conversó sobre su vida profesional, anécdotas y su labor en la actualidad.

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Jorge Ryan, actor
Jorge Ryan durante su presentación en la gala político-cultural por el Aniversario 66 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, realizada en Ranchuelo el 23 de julio de 2019. (Foto: Carlos Rodríguez)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
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24 Julio 2019

Su voz de trueno retumba en el paseo de Ranchuelo ante la multitud que lo escucha atenta y en silencio. El actor Jorge Ryan, invitado a participar en la gala polí­tico cultural por el aniversario 66 de los asaltos de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes,  no deja indiferente a nadie con su impactante interpretación.

Su personaje de Tito, en la popular serie Su propia guerra, le ganó el cariño del pueblo. Aunque Ryan ha realizado múltiples roles en los que ha demostrado una valiosa   madera de artista.

Luego de su presentación en la gala, accedió gustoso a conversar sobre su vida profesional, anécdotas y su labor en la actualidad.

¿Primera vez en Ranchuelo?

He estado en otras ocasiones, aunque podemos decir que ahora me encuentro de una manera oficial.

El pueblo cubano le conoce como actor de la televisión y el cine, pero ha demostrado tener un gran desenvolvimiento para la declamación y la poesí­a. ¿Le gusta tanto como la actuación?

La necesidad de la comunicación está por encima de todas las cosas. No todo es un texto, no tienes una obra que te exige, pero sí­ tienes un espacio el cual debes ocupar con lo que has sido capaz de haber aprendido. No me considero declamador, soy una persona que solamente se expresa desde un punto de vista dramático, artí­stico, y trato de ser así­.

Su manera impetuosa de decir los textos con esa voz poderosa conllevó que hasta el Comandante en Jefe Fidel Castro le elogiara en una ocasión…

Él, en un momento determinado en que yo habí­a dramatizado una escena de su alegato La Historia me absolverá, vino y me dijo: «Te cambio mi voz por la tuya ». Fue de una forma muy jocosa. Y le manifesté: «Comandante, es que su voz constituye un concepto, una categorí­a ». La voz de Fidel era enérgica, pero a la vez dulce y paternal.

Ryan, ¿se encuentra vinculado ahora a algún grupo teatral o proyecto?

No, estoy en solitario. Aunque en este momento trabajo con una agrupación que se llama Banrarrá, y en otras propuestas. Me gusta la soledad y la independencia de poder hacer y trabajar con quien quisiera. No estar sujeto a un esquema de dirección.

«Hay directores que te enredan en su mundo, y cuando no están seguros de la historia o de lo que quieren con tu personaje, te castigan mucho para lograr lo que tienen en mente. Yo no tengo tiempo para sufrir ese castigo. Existen actores que se esquematizan bajo los designios del director y a veces no son ni ellos mismos.

 actor Jorge Ryan
El actor Jorge Ryan, uno de los más reconocidos de la escena cubana. (Foto: Carlos Rodrí­guez)

A propósito de esquematismos y estereotipos, el actor norteamericano Denzel Washington contó que el primer papel que le ofrecieron en una pelí­cula, se trataba de un personaje humorí­stico o cómico, como era habitual dar en Hollywood a actores de su color de piel. Denzel rehusó hacerlo hasta esperar un rol que le otorgara más como actor y no se dejó encasillar. ¿A usted le ha sucedido así­?

Cuando te das cuenta que un personaje es simple, o que quieren hacértelo simple, hay muchas maneras de interpretarlo y no tiene que ser realmente un estereotipo o algo esquemático.

«En Estados Unidos los actores negros, y la comunidad en general, defienden mucho su identidad. Honestamente, yo me defiendo a mí­ mismo, a mi identidad y mi cultura. Y he hecho de todo: de abogado, marginal, de amarillo (agente de trasporte), de homosexual, de todo. Pero siempre trato de representarlo de la mejor manera. La cuestión radica en hacer un buen papel, bien hecho, y saber hasta qué punto te aporta profesionalmente.

¿Qué personaje recuerda con más cariño?

Todos dicen que el Tito del Tavo, pero me satisfizo mi rol en la novela Destino prohibido, en la que interpreté a un abogado. De manera general, he hecho muchos que me han gustado, y los he asumido con amor y afecto. El director Abel Ponce, a quien siempre recordaré y lloro todos los dí­as, me dio muchas posibilidades de trabajar, y le agradezco por eso.

Durante su vasta carrera ha compartido con grandes actores. De todos ellos, ¿a quién extraña más?

Me he relacionado con muchos compañeros, pero extraño mucho a Tito Junco, quien fue un maestro y me enseñó qué era el arte popular. También, a Fernando Hechavarrí­a, un actor buení­simo, y echo de menos a Albertico Pujol que, a pesar de nuestras diferencias de ver las cosas de la vida, lo respeto muchí­simo. En fin, he trabajado con muchos y serí­a un gran gusto seguirlo haciendo.

Maestro, quisiera saber si algún dí­a vendrí­a a presentarse ante el público villaclareño.

Serí­a un gusto presentarme en Villa Clara y estar, como dirí­a el presidente (Miguel Dí­az-Canel), al lado de la decencia y siempre junto al pueblo.

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