El grupo Teatro sobre el Camino ha recibido varios reconocimientos por su excelente trabajo. En la imagen durante la puesta en escena de su última obra, Paradigma o ¡Ay, Shakira! (Foto: Amílkar Chacón)
Francisnet Díaz Rondón
1848
05 Septiembre 2019
05 Septiembre 2019
hace 5 años
El grupo Teatro sobre el Camino celebró sus diez años de existencia con el ímpetu y la pasión de aquellos primeros días en que varios amigos, bajo la guía del incansable teatrista Rafael Martínez, decidieron explorar senderos y conquistar sueños a través del escenario.
El 2 de diciembre de 2009 nació la novel agrupación del Movimiento de Artistas Aficionados, que mostró sus cartas credenciales en la sala Margarita Casallas, del Centro Cultural El Mejunje, con la simpática obra Una cama a domicilio. Desde su debut, el espectador encontró una propuesta diferente y atractiva, que otorgó un poco de aire fresco a la escena teatral villaclareña.
En una intensa jornada de celebración participaron reconocidas figuras del mundo de las tablas como el director y dramaturgo René Fernández, Premio Nacional de Teatro; el crítico Omar Valiño, la escritora e investigadora Carmen Sotolongo, y Olga Jiménez, directora del Guiñol de Santa Clara. Asimismo, el colectivo cumpleañero intercambió con el grupo teatral mexicano Butoh Chilango, quienes basan su trabajo en una ancestral técnica japonesa.
Ganadores en dos ocasiones de la Beca Milanés, otorgada por la Asociación Hermanos Saíz; del Premio Escaramujo, de la Brigada José Martí; reconocidos en el Festival Olga Alonso y en el evento Titireando en la ciudad, de Guantánamo en el cual los propios niños son el jurado, y con una mención del Premio Adolfo Llauradó para la actriz Elizabeth Aguilera, Teatro sobre el Camino se ha ganado el respeto del público y la crítica.
«La agrupación es un sueño que ha caminado y la búsqueda de ese horizonte nos ha hecho crecer, ser mejores personas y entender el arte como una expresión humanista. Ante la idea de que el hombre es lobo de sí mismo, la realidad de una sociedad cada vez más violenta y las relaciones mucho menos afectivas, Teatro sobre el Camino propone un espacio de intercambio directo con los espectadores », manifiesta su director, Rafael Martínez.
«Hemos crecido profesional y humanamente, y estamos en una etapa creativa con espectáculos al estilo de Concierto de primavera o Las bebidas son por Pearl, esta última presentada recientemente en dos festivales en Alemania y Bélgica, donde fue gratificante la acogida de los espectadores. No estamos del todo conformes, pero nos sentimos más convencidos del camino que nos falta por recorrer.
¿Qué elementos tienes en cuenta ala hora de escoger las obras?
Casi todas han sido textos originales de mi autoría y versiones de otras obras que me interesa tratar; pero siempre son temas que aborden la realidad, que nos preocupan, nos atañen, que nos permitan dialogar con el público, sobre todo el joven, sin descuidar al espectador infantil que representa el futuro.
«Buscamos temáticas emergentes de difícil tratamiento escénico, porque creo que también existen muchos prejuicios. Por ejemplo, cuando se habla de teatro para niños y niñas se piensa en temas tradicionales, y se subvalora la inteligencia de los más pequeños, quienes están preparados para dialogar y presenciar esos asuntos ».
¿Por qué apostaron por la técnica titiritera?
René (Fernández) dice que el títere no va a morir nunca. Desde que el hombre en las cavernas vio su sombra reflejada por la luz del fuego, o por el sol, hay una relación muy estrecha con la figura. En un principio, el teatro de títeres era para toda la comunidad, sobre todo los niños, y nosotros lo pensamos además para el público adulto y joven, que queda encantado.
¿Cuánto significan estos diez años de vida y qué les falta aún como grupo?
Ha sido un desafío que nos alimenta constantemente para seguir buscando. De momento, la meta es consolidarnos como grupo, pues aún no funcionamos de manera independiente. Estamos insertados en la sede del Teatro Guiñol de Santa Clara, por lo que le estamos muy agradecidos a Olga Jiménez.
«Ahora esa es la urgencia más inmediata, es decir, que las instituciones nos reconozcan como una agrupación con diez años, que no es mucho, pero es un camino andado en el que hemos tenido resultados y permanecemos trabajando ».