Impresionante la presentación de los artistas dominicanos, presentes y ausentes de su terruño, tanto aficionados como profesionales. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)
Francisnet Díaz Rondón
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01 Noviembre 2019
01 Noviembre 2019
hace 5 años
Se sintió hasta el último momento. Los dominicanos la disfrutaron, la vivieron y la amaron hasta el final. «Nunca se había hecho una gala como esta », exclamaba un anciano. «En mi vida no he visto algo así », decía una cincuentona. Similares expresiones emergían por doquier.
El escenario se levantó al pie de la Iglesia del pueblo de Santo Domingo, y nadie de los presentes pudo contener las emociones. Tanto era el entusiasmo. A los 200 años del inicio del proceso de fundación, el municipio se vistió de largo.
A las 9:00 de la noche del 30 de octubre la tierra de Fructuoso Rodríguez comenzó una nueva etapa en la historia. Decenas de sus hijos celebraron el bicentenario con arte y cultura autóctonos. Distintas generaciones encima del escenario, padres e hijos, madre e hija, hermanos y amigos ¡Cuánto talento y entrega!
La bandera de la estrella solitaria extendida desde el campanario de la iglesia presidió el encuentro. Las campanadas dieron la señal para el inicio. Orquesta, cantantes, actores, bailarines y técnicos se entregaron hasta el alma.
El ritmo del manaké, creado por el maestro Isidro Benítez, nos recordó la esencia musical de este pueblo. El insigne compositor, nacido en el barrio La Cañada, de Santo Domingo, y rescatado del olvido por el desaparecido investigador Eduardo Cruz Domínguez, también estuvo allí.
El pueblo agradeció las voces de los trovadores Eduardo Sosa y Alain Garrido, quienes deleitaron con sus bellas canciones. Pero sobrecogió aún más la presentación de los artistas dominicanos, presentes y ausentes de su terruño, tanto aficionados como profesionales.
Al llamado de su pueblo acudieron los actores y realizadores del Grupo Dramático de la CMHW Lázaro y Abdel Soto, Fernando González Castro (Premio Nacional de Radio), César Irigoyen, Jismel Alonso, Adrián Hernández, el repentista Antonio La Villa, el locutor Alexis Ruiz, el teatrista Carlos Marrero, el bailarín Amed Soto y los cantantes Ocilia Sosa, Daniel La Rosa (El Masa), Manuel y Antuané Gutiérrez.
Igualmente, el intérprete de música campesina Carlos Gómez, el declamador Adanis Durán, los músicos del grupo La Banda, un coro de niñas dirigido por la profesora Yainmavis Marín y bailarines aficionados, todos bajo la dirección musical de Racel Bravo y guión de Cecilia Mederos.
Honor a quien honor merece. No se dejó pasar por alto la entrega de la Réplica del Clarinete de Isidro Benítez a personalidades que han dejado una huella imperecedera en la cultura dominicana a través de su obra.
Los maestros músicos Sergio Díaz Ruiz y Aldo Bravo Hernández, la profesora de Artes Plásticas Esperanza la O González Toledo, el periodista Evelio Enrique Cruz Domínguez, el profesor Juan José Martí Falcón, el promotor cultural Joury Pérez Fernández, el artista Ibrahim Montalvo Mena, y la investigadora y profesora Amparo Sabina Machado recibieron el reconocimiento.
Héroes y mártires, personajes y personalidades, cultura y tradición, historia pasada y presente de Santo Domingo se evocaron mediante el canto, el baile, la poesía, la actuación, la literatura, el arte.
Eustaquio Delgado, Miguel Breto, Ruy de Lugo Viña, Fructuoso Rodríguez, Mario Casañas, Jorge Arche Silva, Isidro Benítez, El Casimbero, Eduardo Franco, Cira Cárdenas, Noel González, y muchos hijos más del terruño estuvieron allí, junto a su pueblo, celebrando 200 años de una tierra que no ceja en el empeño de levantarse y andar erguida hacia el futuro.