Quiso la geografía hacer de Santo Domingo un sitio privilegiado en lo que a las artes visuales concierne. Nos referimos a un municipio con calidades excepcionales a juzgar por los artistas allí nacidos, pero, sobre todo, por los que permanecen o por los sumados a lo largo de muchos años.
La exposición colectiva La gente en casa. Artistas de Santo Domingo, en Santo Domingo, inaugurada en el Teatro Pedro Julio Marcelo, es un tributo a esa excepcionalidad creativa. Conformada por obras de José Ramón Ley, Noel Guzmán Boffill, Pedro Luis Ramírez, Rolando Quintero Capote, Kevin Gálvez Fernández y Arturo Larrea Cárdenas, posibilita, además de apreciar un conjunto de piezas hermosas, traer a superficie los hilos a veces no muy visibles de una tradición pedagógica articulada de un modo muy particular.
Hablamos de todo el talento estimulado y conducido en el llamado Colectivo Plástico de Santo Domingo, inmejorable ejemplo de aquellos enclaves creativos, pedagógicos y expositivos de gran fuerza a partir de la década de los 80, impulsores de mucho de lo que podemos disfrutar hoy en el arte territorial y nacional.
La exposición La gente en casa... impugna, en el más fértil sentido, el mito almidonado de una tierra de pintores, pues, amén de no ser el caso de una pintura relamida y vacía, Santo Domingo exhibe a sus logrados artífices en materia de tapicería, retablos e instalacionismo artísticos, caminos por los cuales varios de estos artistas acceden a códigos contemporáneos del hacer plástico.
Asimismo, son artistas que han sido reconocidos más allá del terruño dominicano, a través de muestras expositivas en espacios de primer nivel de la provincia, publicaciones, colecciones prestigiosas del país y premios nacionales e internacionales.
En el vestíbulo del antiguo teatro, en un municipio que no cuenta con galería de arte, se podrá disfrutar por un mes de la pintura de José Ramón Ley, maestro de la mayoría de los que exponen y figura líder del mencionado Colectivo Plástico, más los retablos en pared de Pedro Luis Ramírez, la obra instalativa de Quintero, pintura y dibujo de Kevin Gálvez y el llamado art brut de Arturo Larrea; mientras, las telas de Boffill se plantean en un juego más escenográfico o interventivo en el espacio, inspirado en su última exposición personal, Apoteosis de San Noel de los Remedios.
La gente en casa. Artistas de Santo Domingo, en Santo Domingo, evidencia que nunca se ha tratado de la masividad del talento inflado en cifras sospechosas. En realidad, es una representación no conclusiva de aquello y aquellos que permanecen, y, si acaso el talento desborda, quizás ello sea explicable dentro de un relato que un día habrá que reconstruir, o al menos intentarlo. Así lo quieren el capricho de la geografía y el persistente peso de la historia.