Signos, toda una fiesta en su aniversario 50

En la celebración se rindió homenaje a su creador, Samuel Feijóo, entre otras actividades por el medio siglo de la revista.

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Samuel Feijóo y la revista Signos.
(Fotos: Tomada de la página web de Signos)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
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22 Noviembre 2019

Cuando se habla de Signos hay que hacerlo con la cabeza descubierta. No se trata de una revista cualquiera, sino de un tesoro que ha dejado una profunda e indeleble huella en la historia de la cultura cubana.

Coloquio  «50 años de Signos »
Durante el coloquio «50 Años de Signos » se desarrollaron conversatorios con la presencia de prestigiosos intelectuales. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Samuel Feijóo quizá no se propuso crear una publicación para trascender ni que llegara siquiera a los 50 años. Mas, la seriedad, la pasión y el tesón que él y sus continuadores les imprimieron a sus páginas ha posibilitado que sigamos disfrutándola en la actualidad.

Como expresara el profesor Arnaldo Toledo Chuchundegui, quien la dirigió durante los últimos seis años, la revista es en sí­ una fiesta. En sus páginas confluyen de manera orgánica los más diversos temas del folclor, las tradiciones, la historia y la cultura popular cubana.

Además de los exquisitos y reveladores textos, las ilustraciones o dibujos también han contribuido al prestigio de Signos. Algunas pueden observarse ahora mismo en el Foro Agesta de la Uneac, en una exposición colectiva inaugurada como parte de las celebraciones, de la autorí­a de las más reconocidas figuras de las artes plásticas cubanas e internacionales.

Serguey Pérez, director de Cultura en Villa Clara, entrega reconcimiento a José Ernesto Nováez Guerrero, nuevo director de Signos.
Serguey Pérez, director de Cultura en Villa Clara, entrega reconcimiento a José Ernesto Nováez Guerrero, nuevo director de Signos.

La colección de Signos (va por su número 78) constituye una enciclopedia única e invaluable. En ella pueden hallarse escritos sobre las tradiciones campesinas, las religiones, la santerí­a, muertos y aparecidos, mitos y leyendas, las fiestas populares, el ron, el tabaco, el béisbol, el arte gráfico, la música, la danza, personajes populares, el habla popular y hasta de las «malas » palabras, entre muchí­simos temas.

A pesar de la odisea que el propio Feijóo sufriera con el tema de la distribución, cada edición ha sido buscada por lectores de toda í­ndole y en los más disí­miles rincones. La revista se halla en bibliotecas, universidades y colecciones privadas, tanto en Cuba como en otros paí­ses.

Según el profesor Manuel Martí­nez Casanova, hasta la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, una de las más grandes y prestigiosas del mundo, ha solicitado ejemplares de Signos para incorporarlos a su archivo. Samuel Feijóo, desde el principio, se preocupó por que la revista llegara a todas partes, y la institución estadounidense fue una de ellas.

Para recordar el medio siglo se reunieron amigos entrañables de Feijóo, y otros que se propusieron continuar su obra y legado.  El Coloquio «50 años de Signos »  contó  con la presencia de reconocidos intelectuales, como Virgilio López Lemus, Manuel Martí­nez Casanova, Ramón Rodrí­guez Limonte, Ricardo Riverón, Raydel Araoz y Rafael Lara, vicepresidente de la Comisión Nacional de Patriminio Cultural Inmaterial, entre otros.

Entrega de reconocimiento a Jorge Garcí­a Sosa, recibido por Marí­a Elena Dí­az.
El desaparecido diseñador Jorge Garcí­a Sosa fue uno de los colaboradores ausentes homenajeados. En la imagen, Marí­a Elena Dí­az Gámez, antigua compañera de trabajo de Garcí­a Sosa, recibe el diploma. (Foto: Rafael Lara)

El encuentro devino sentido homenaje al autor de Juan Quinquí­n en Pueblo Mocho, así­ como a los colaboradores ausentes: el escritor René Batista Moreno, los pintores Aida Ida Morales y Adalberto Suárez, y el diseñador Jorge Garcí­a Sosa.

También se entregó el premio de periodismo 50 Años de Signos a Teresita  de Jesús Hernández, por su trabajo investigativo «La historia de Remedios contada por la casa », y fue presentado el número 78 de la cincuentenaria publicación, a cargo del poeta y novelista Arí­stides Vega Chapú.

Escritor Arí­stides Vega Chapú presenta el número 78 de la revista Signos.
El escritor  Arí­stides  Vega Chapú presentó el número 78 de la revista. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

El escritor Ricardo Riverón, encargado de las palabras de clausura del coloquio, expresó:

«Nos corresponde ahora [...] a todos los comprometidos con la cultura cubana, y en especí­fico con la popular, seguir dando nuestro aporte para que Signos no se detenga en la exploración de ese universo inagotable que se manifiesta en los sueños, palabras, trazos y acordes de esas personas que, desde la desventaja, la han hecho poderosa, vital y degustable ».

Luego de la muerte de Feijóo –que estuvo al frente de la revista durante 16 años– hasta el número 35 del año 1985, Signos ha continuado su bregar, contra viento y marea. Y hoy nos sigue acompañando, por campos, montes y ciudades, con el indetenible vuelo del Sensible Zarapico.

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