Si algo caracteriza los informes de balance del sector de la Cultura es su transparencia y objetividad al evaluar las problemáticas y asuntos por resolver. Se tiene muy claro que nada aporta regodearse en los logros, sino que hay que concentrarse en librar los obstáculos y desterrar las principales deficiencias para poder avanzar y aplicar con éxito la política cultural.
Ello se apreció en el recién concluido balance provincial realizado el día 9 de enero por los trabajadores de la Cultura en Villa Clara, para evaluar la labor realizada durante el 2019.
Al pasar revista a los problemas, se comprueba que varios requieren de dinero y fuertes inversiones; sin embargo, otros solo necesitan de fuerza de voluntad, ingenio, planificación e, incluso, amor, así como del concurso de todos los actores implicados para salir adelante.
Un ejemplo de ello es no haber logrado diversificar las actividades de uso polivalente en todas las instituciones cinematográficas del sistema. Ahí no se necesitan grandes recursos monetarios, solo una buena programación y deseos de crear.
A raíz del descenso de la asistencia del público a las salas de cine durante los últimos años y por situaciones con recursos para las proyecciones, se hizo necesario diversificar el uso de las instalaciones cinematográficas. Ya sea con exposiciones, obras teatrales y humorísticas, conciertos musicales, entre otras ofertas; estas instalaciones pueden ser muy útiles, pero en muchos lugares se mantienen subutilizadas.
También se observó la insuficiente inserción de las unidades artísticas del catálogo del Movimiento de Artistas Aficionados categorizado y de los instructores de la Brigada José Martí en la programación cultural de las comunidades.
Vincular más los grupos y proyectos al trabajo comunitario resulta primordial para expandir y aplicar la política cultural, que propone acercar el arte a las masas. En ese sentido, urge un estrechamiento entre los delegados de los consejos populares, promotores e instituciones culturales para idear acciones en ese sentido.
Otra de las principales deficiencias tiene que ver con que no en todos los equipos de trabajo los cuadros perciben la capacitación y superación como una inversión que redunda en beneficios para los resultados integrales de la entidad que dirigen. Tampoco se aprovechan todos los espacios diseñados con ese fin.
Por suerte, Villa Clara posee un Centro Provincial de Superación para la Cultura con una vasta experiencia y resultados encomiables, por lo que existen óptimas oportunidades para la preparación de los cuadros.
Otra situación adversa es la escasa presencia, en la programación habitual de los municipios, de unidades artísticas subvencionadas de la música, el teatro y la danza, lo cual puede ser perfectamente solucionable solo con un buen trabajo y voluntad de los programadores y el concurso de las instituciones culturales locales.
Estos son algunos ejemplos de las problemáticas existentes en el sector cultural villaclareño. Para el año 2020 urge entonces que los responsables las enfrenten con ganas de hacer y de cambiar la realidad, que va más allá de sumas cuantiosas y enormes inversiones.