El mundo está lleno de buen cine y malos cinéfilos, de buena música y terribles oyentes, de increíbles libros y pésimos lectores; en fin, de grandes artistas y una audiencia incapaz de seguirles el ritmo.
Hay quienes hablan de una decadencia en las producciones artísticas y de comercialización y ventas en detrimento de los valores. Pero sin lugar a dudas, también existe un público que no sabe dónde buscar y se «desordena » con lo primero que le cae en las manos.
Para ellos nace Horas libres, un espacio desde Vanguardia para sugerirte excelentes propuestas para esos días, en que la televisión cubana amenaza con matarte del aburrimiento y no sabes qué buscar entre los gigas y gigas del paquete semanal.
Pero no sigamos dilatando el asunto y mejor vamos al tema de esta semana: «Parásitos », una película con una valoración de 99 % de aceptación en Rotten Tomatoes (esa página de Internet que lleva a la «tabla » a cuanta película o serie alguna vez haya existido), ganadora del Globo de Oro, hace menos de una semana, a mejor película de habla no inglesa y la primera película surcoreana en obtener una nominación a los Oscar.
«Parásitos » es una sátira social nada más y nada menos que surcoreana sí, del mismo país donde salen tantos doramas sosos y desde su lanzamiento se convirtió en un éxito para la crítica especializada y la taquilla.
¿Por qué verla? He aquí nuestras tres razones.
Primero: no te vas a aburrir. Durante 132 minutos, el director y guionista Bong Joon-ho, entreteje una historia cargada de un humor negro y refinado, en la que la familia protagonista vive situaciones hilarantes, pero que al fin y al cabo te hacen reflexionar sobre la disparidad social.
Segundo: personajes simpáticos y empáticos. Quizás no se hubiese logrado tan buena película si sus protagonistas le hubiesen fallado al guion. Los Ki y los Park logran ganarse al público, unos por vivos y otros por ¿bobos?, pero todos juntos completan un elenco que atrapa al público y crea simpatías y rencores.
Tercero: el ritmo. Otro ejemplo de por qué no te aburrirás. Parásitos no se detiene, suma una situación a otra, no hay cabida para el tedio ni para largas escenas, y mucho menos monólogos exhaustivos. De hecho, la profundidad de sus diálogos radica en su propia sencillez ( «Ellos son amables porque son ricos », plantea una alcoholizada Chung-sook, y así resume magistralmente la película y la sociedad actual).
Así arrancamos en este nuevo año y, por supuesto, esperamos tus opiniones y sugerencias. Escríbenos a lseco@vanguardia.cu, y comparte con el resto de los lectores buenas opciones para disfrutar en sus horas libres. Vanguardia espera por ti.