Te beso con palabras

Para salir ilesos de esta pelea contra el coronavirus, no bastan los deseos, sino aprender a conjugar con amor: yo me cuido, tú te cuidas, nosotros nos cuidamos… 

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Ilustración de Martirena
(Ilustración: Martirena)
Yinet Jiménez Hernández
Yinet Jiménez Hernández
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24 Marzo 2020

Saludar mediante contacto fí­sico se ha convertido en estos dí­as en pecado colectivo. Y tiene que ser así­, porque todos conocemos que el secreto más perfecto para este combate contra el coronavirus está en la gramática y la capacidad de conjugar correctamente el verbo: yo me cuido, tú te cuidas, nosotros nos cuidamos…

Quien piense que el lenguaje del cubano se base única y exclusivamente en esto de articular palabras está equivocado. El nacional se desborda, y su efusividad no logra contener los besos, los apretones de manos, los abrazos con palmaditas en la espalda incluidas.

Oiga, hasta que el susto pase, controlemos las emociones y hagamos uso de la comunicación verbal, de  bien lejos. « ¿Cómo está la cosa? », dirán unos, como yo, que ven en el indefinido sustantivo algo de gracia. Otros, sin parar su rumbo, conscientes de que lo justo es #QuédateEnCasa, tirarán un abrazo imaginario envuelto en la frase « ¿qué vuelta, asere? ».

Pero, quien no te haya visto hace tiempo y tenga alta estima de tu persona, comenzará un pa’lante y pa'trás con nerviosismo. Sin embargo, ese amigo será consciente; te dará un simbólico apretón de manos con una sonrisa Colgate rebosante de alegrí­a y un « ¿cómo te lleva la vida? ».

En Cuba es tendencia que las maneras de saludar se estén contagiando con el más virulento vocablo de estos dí­as. «No te besuqueo porque el corona está acabando », escuché de un desconocido. Y como es lógico, el ¿cómo se anda?, ¿cómo está la mecánica?, ¿qué me cuentas? y hasta el ¿qué bolero?, también asumen por defecto alguna variedad de ese sintagma que nos pone en alarma.

«CUíDATE, consorte, mi hermano, asere, brother, mi socio… », percibo en cada esquina la preocupación.

No obstante, para salir ilesos de esta fuerte pelea, no bastan los deseos, sino aprender a conjugar con amor: yo me cuido, tú te cuidas, nosotros nos cuidamos… Recuerda que ante un beso de palabras, un apretón de manos verbal y un abrazo sustantivo no hay virus que se resista.

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