Arte y cuarentena

El joven pintor villaclareño Yoiner Gómez Herrera no deja de crear en su casa en Santa Clara, donde se mantiene en aislamiento como medida de prevención ante la amenaza de la COVID-19.   

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Amanda Tristá Hernández (estudiante de Periodismo)
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25 Abril 2020

Yoiner Gómez Herrera es un joven santaclareño de pura cepa, alegre y jovial. Ahora, ¡quién lo dirí­a!, permanece horas de absorto e intenso trabajo entre pinceles y colores, pues la vida lo dotó del arte de captar realidades por medio de la pintura.

Yoiner Gómez Herrera, joven pintor de Villa Clara.
Yoiner Gómez no ha dejado de pintar durante el aislamiento.  (Foto: Cortesí­a del entrevistado)

«Da Vinci », le nombré en tono de broma. «No, mejor Picasso », respondió. Ante lo cual preferí­ callar, tal vez segura de carecer de argumentos en una rama del arte desconocida por no pocos.

Graduado de la EPA (Escuela Profesional de Arte Samuel Feijóo), de Villa Clara, en la especialidad de Dibujo- Pintura, actualmente cursa estudios en Restauración en el Instituto Superior de Arte (ISA), en La Habana, institución a la que se refiere como «una fábrica de arte, un gran taller ».

A sus 21 años ha obtenido premio en los salones de estudiantes de tercer y cuarto año de la EPA, además de otro en el salón Wifredo Lam, de Sagua la Grande, en su última edición.

«No he dejado de pintar respondió al preguntarle cómo suele emplear el tiempo, pero eso no siempre funciona felizmente como un escape, pues requiere de un estado espiritual que va más allá de la voluntad. Por eso también oigo música, pienso en los próximos cuadros, leo y analizo a algunos referentes de la pintura y no dejo de estar al tanto de las últimas noticias sobre la situación de la actual pandemia », manifestó.

El arte de Yoiner se basa en la composición con elementos de su propio entorno. Usa a la pintura como medio de expresión cuyo epicentro temático es la figura humana en interacción con su ambiente. Todo ello mediante el empleo de un lenguaje tradicional y a la vez contemporáneo, donde todo se nutre de todo: algo nómada, que transita por muchos movimientos en la historia del arte.

Confiesa que por estos dí­as extraña La Habana, pero vale la pena el sacrificio si es en aras de preservar y cuidar la salud de todos. Pues, al final «Algún dí­a volveré al gran taller », concluyó.

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